El dirigente del Partido de la Revolución Democrática, Agustín Basave Benítez, asegura que la fuerza política dio un revés a la crisis que tenía en las elecciones de este año, pues ganó la gubernatura de tres entidades en alianza con el Partido Acción Nacional. Sin embargo en donde fue solo no pudo y donde postuló a sus candidatos en coalición con el blanquiazul, tampoco salió victorioso.
Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) presumió ayer las tres gubernaturas que ganó de la mano con el Partido Acción Nacional (PAN), a pesar de que los candidatos no emergieron de sus filas sino que forman parte de las filas del blanquiazul.
Agustín Basave Benítez, presidente nacional del Sol Azteca y Ricardo Anaya Cortés, dirigente nacional del PAN, celebraron juntos el triunfo en Quintana Roo, Veracruz y Durango y aseguraron que los programas de gobierno se realizarán en conjunto, a pesar de que los gobernadores provengan de las filas panistas y los tres sean ex priistas.
“Yo creo que el saldo es positivo para un partido que hace siete meses estaba atravesando la peor crisis de su historia. Este triunfo de tres estados en alianza lo muestra, y nosotros seguimos sosteniendo que ganamos Tlaxcala, nos quieren quitar a la mala algo que ganamos a la buena, y también vamos a impugnar Oaxaca”, dijo Basave Benítez.
El dirigente del PRD celebró los triunfos a pesar de que los tres candidatos, Carlos Joaquín González en Quintana Roo; Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz y José Rosas Aispuro en Durango, sean ex priistas.
“¿Qué tiene que ver? Yo soy ex priista, Cuauhtémoc Cárdenas [Solórzano] es ex priista, Andrés Manuel López Obrador es expriista. Hubo pactos, acuerdos que generamos para formar programas de gobierno en los tres estados, nos pusimos de acuerdo para hacer alianzas no sólo electorales sino de gobierno como el combate a la corrupción, la violencia, la creación de empleos, en eso estamos de acuerdo el PAN y el PRD”, argumentó.
Sin embargo, aunque para Basave el proceso electoral del pasado 5 de junio es bueno para el partido que lidera, analistas no lo ven así, pues en los estados donde fue solo perdió y en donde fue en alianza con el PAN y con un candidato emergido de sus filas, tampoco obtuvo la victoria.
De acuerdo con los resultados preliminares el Sol Azteca perdió Oaxaca –la entidad que gobernaba en alianza con el PAN, Convergencia y el Partido del Trabajo (PT)– y no obtuvo ninguna victoria en los estados en donde fue solo y, en donde ganó la coalición con el blanquiazul, no es el partido dominante.
En Oaxaca y en Zacatecas, dos de las alianzas que el presidente del PRD Agustín Basave Benítez consideró exitosas con el PAN y cuya candidatura estaba encabezada por los perredistas José Antonio Estefan y Rafael Flores Mendoza, el perredismo fue derrotado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En estados como Hidalgo y Sinaloa, el perredismo no pudo consolidar alianzas con el PAN y perdió frente al tricolor.
Analistas políticos consultados por SinEmbargo advirtieron que se trata claramente de la debacle del perredismo en el país, que inició con el descalabro de 2015 en la Ciudad de México, en donde perdió más de la mitad de las delegaciones donde gobernaba y vio reducido su porcentaje global nacional.
“Estos resultados [los de la Ciudad de México] van a combinar con otros a nivel nacional y al PRD le representan un panorama muy negativo”, dijo María Eugenia Valdés Vega, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.
En la Ciudad de México, el PRD cayó de nuevo frente al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al perder la mayoría de los asambleístas para el Constituyente.
El partido que lidera Andrés Manuel López Obrador se colocó como primera fuerza política en la capital del país, confirmando su triunfo de 2015, donde el Sol Azteca quedó en un segundo puesto, seguido del PAN y del PRI.
Pero para Basave la derrota en la Ciudad de México no es contundente y hay más “luces que sombras”.
“Se decía que nos iban a ganar dos a uno, que nos iban a aplastar, quedamos con dos o tres curules abajo y ya sumando todo vamos a tener más diputados en la Asamblea Constituyente, un empate técnico digamos, y mejor que en las elecciones pasadas. Morena no es como se decía que se iba a convertir en un partido hegemónico, no ocurrió así”, dijo el presidente nacional del perredismo.
LOS CANDIDATOS QUE PRESUME EL PRD
Los tres candidatos que llevan ventaja en los estados de Veracruz, Quintana Roo y Durango y que forman parte de una coalición entre PAN-PRD provienen del PRI.
Es el caso de Carlos Joaquín González en Quintana Roo, medio hermano de Pedro Joaquín Coldwell, ex Gobernador y actual Secretario de Energía.
Joaquín González se convirtió en candidato días después de renunciar a su puesto como Subsecretario de Operación de la Secretaría de Turismo y al PRI.
El candidato renunció al tricolor el 8 de febrero, luego de ver frustradas sus aspiraciones de ser el candidato del PRI en los comicios de este año. El ex priista buscaba la candidatura por segunda ocasión, pues en la primera le tocó hacerse a un lado por el actual Gobernador Roberto Borge Angulo.
En tanto, José Rosas Aispuro, puntero en las elecciones de Durango, también fue reciclado del tricolor hace seis años y elegido candidato por segunda ocasión.
José Rosas renunció al PRI en 2010 para contender por la gubernatura contra José Herrera Caldera y perder por dos puntos porcentuales.
Este 5 de junio compitió por la gubernatura de la entidad por segunda ocasión. Sobre Rosas Aispuro se ha dicho –sin que esto haya sido confirmado– que es primo hermano de Emma Coronel Aispuro, esposa del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En caso de Miguel Ángel Yunes Linares, abanderado en Veracruz también fue priista y entre sus cargos políticos como priista destaca que fue presidente estatal del tricolor en dos ocasiones, así como Diputado local y federal por ese partido.
El veracruzano se unió a las filas del PAN en 2004 y ha ocupado varios puestos durante su carrera.
LAS ALIANZAS PAN-PRD
Aunque el PRD acordó en 2014 privilegiar las alianzas con la izquierda y hasta se opuso a una alianza electoral con el PAN en Sonora en las elecciones de año pasado, este año la decisión cambió.
La postura del PRD frente al PAN entre 2010 y 2015 se ha movido en decisiones encontradas: en 2014 por ejemplo, el Consejo Nacional del PRD aprobó que privilegiaría las alianzas con fuerzas de izquierda para las elecciones intermedias de 2015, sobre los panistas y los priistas.
Carlos Navarrete Ruiz, entonces presidente nacional del Sol Azteca, se opuso a una alianza con el PAN en Sonora y le aseguró a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano durante el encuentro que sostuvieron previo a la renuncia del ex líder perredista, que no se darían tales alianzas en 2015.
“Le aseguro que el Comité Nacional rechazará esa alianza como otras en otros estados. Nosotros necesitamos conformar un bloque con el PT [Partido del Trabajo] al cual le doy la bienvenida a una confluencia, con movimientos progresistas, lamento que otros partidos de la izquierda no compartan ir juntos, pero hay que ir nosotros a buscar nuestro flanco izquierdo, nuestro flanco progresista para participar”, dijo Navarrete a Cárdenas.
El PRD revisó su política de alianzas en su Congreso Nacional en Oaxtepec, Morelos en 2013, debido a las confrontaciones internas que generó la política de alianzas con el PAN y en ocasiones, hasta con el PRI.
Antes, los perredistas llevaron a la gubernatura de Baja California a Francisco Vega de Lamadrid en una alianza con el PAN y con el Partido Nueva Alianza (PANAL) en las elecciones de 2013.
Ese año el Sol Azteca repitió la fórmula de amplias alianzas con el PAN con el mismo discurso de hoy: frenar al PRI.
“No importa cómo ni con quién, lo importante es ganar”, dijo Armando Contreras Luna, en ese momento secretario de Alianzas y Relaciones Políticas Nacionales del PRD.
La estrategia dijo, era un Frente Amplio Opositor, la cual se aplicó en 2010 con alianzas en 10 estados. Ese año gracias a la coalición entre panistas y perredistas, la oposición llegó a las gubernaturas de Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
Contreras Luna reconoció que el partido no podía solo, pues en las elecciones de 2010 en los estados donde se contendió sin aliarse con ninguna otra fuerza política, el PRD cayó en las preferencias electorales, mientras que en Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Chiapas, la alianza le permitió un repunte respecto a los comicios de 2007.
El mejor ejemplo fue Oaxaca donde la alianza PRD-PAN-Convergencia Ciudadana obtuvo la gubernatura con 45 por ciento de los votos, más de 15 por ciento de las preferencias que se tuvieron en las elecciones de 2007. En el caso de Puebla y Sinaloa el poder Ejecutivo se obtuvo con un crecimiento de casi 5 y 2.9 por ciento respectivamente.
Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Chiapas no corrieron con la misma suerte y la alianza de izquierda con el partido de centro-derecha no obtuvo la victoria, mientras que en las entidades donde se postuló sólo perdió las elecciones y en algunos cayó en las preferencias como sucedió en Baja California y Aguascalientes.
Sin embargo en las elecciones de 2013 el PRD sufrió su primer descalabro, después de la ruptura con Andrés Manuel López Obrador y antes de la estrepitosa caída que vivieron el 7 de junio pasado. Los perredistas ese año perdieron Quintana Roo y varios municipios.
En 2013 no se concretaron ni la mitad de las alianzas electorales que se plantearon con el PAN y Jesús Zambrano Grijalva, ex dirigente del partido, aceptó que el PRI se había llevado el “carro completo” en Quintana Roo, gracias “al turismo electoral” que el Gobernador priista, Roberto Borge, llevó a cabo en el estado a través de intimidación, amenazas, compra del voto y agresiones directas a los candidatos de la oposición, tanto del PRD como del PAN.
Ese año el PRI se llevó el “carro completo” en varios municipios de Veracruz, Zacatecas, Hidalgo, Aguascalientes, Sinaloa, Coahuila y del resto de las entidades donde hubo elecciones.
En 2013, contrario al discurso que dio origen a las alianzas entre el PRD-PAN y, a pesar de que la Comisión Política Nacional del Sol Azteca se opuso a la unión del PRD-PRI, los perredistas a nivel local postularon candidaturas comunes con los priistas.
LOS GOBERNADORES DE LA ALIANZA
En cuanto a los programas de gobierno de los mandatarios emergidos de alianzas con el PAN, la historia demuestra que su perfil no es precisamente de izquierda.
Por ejemplo, en la Reforma Energética, en donde el PRD se mantuvo en el bloque opositor, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdez, ambos gobernadores gracias a la coalición PAN–PRD y expriistas que migraron de partido (al PAN) en busca de mejores posiciones, siempre mantuvieron una postura a favor de la iniciativa del Presidente de la República Enrique Peña Nieto.
En 2013 el mandatario de Puebla celebró la iniciativa de Reforma Energética que presentó el priista: “Celebro que el Presidente de la República presente una reforma, así como lo hizo el PAN. Espero que haya otras propuestas porque es importante tener la disposición y capacidad de discutir y debatir en los parlamentos cómo será la Cámara de Diputados y Senadores para debatir las distintas visiones e ir construyendo las mayorías y los acuerdos necesarios, partiendo de que se requieren hacer reformas en México para tener la competitividad que permita atraer inversiones y generar mayor riqueza en el país”, dijo.
Mientras que López Valdez (Malova), Gobernador de Sinaloa, celebró junto con Peña Nieto, la promulgación de las leyes secundarias en materia energética.
“La Reforma Energética deberá traer beneficios en el corto y mediano plazo a los mexicanos, porque está hecha con el propósito de garantizar el fortalecimiento de la economía, la atracción de inversiones y la generación de empleo mejor remunerado", afirmó el Gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.
El mandatario sinaloense refirió que los primeros beneficios para el país deberán reflejarse en una reducción de las tarifas eléctricas, en el precio del gas de uso doméstico y en bienes de consumo, dada la reducción en los costos de los combustibles, tal y como ha sido el compromiso establecido en los acuerdos aprobados por el Poder Legislativo durante el prolongado análisis y la discusión de la citada reforma, publicó el sitio Alternativo.
La razón que explica el comportamiento de los gobernadores del PRD es simple de acuerdo con especialistas consultados es que no poseen un perfil de izquierda y se les relaciona más con el PRI o con la derecha.
Enrique Gutiérrez Márquez, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA), explicó a finales de 2014 en entrevista que el fenómeno de los gobernadores como parte de un proceso natural de un partido que se desdibujó por sus prácticas.
“Una de las cosas interesantes es que el PRD ha articulado a tantos actores dentro del partido, a tantas figuras ex priistas, que la conciliación entre las visiones cercanas al régimen y las contestatarias al poder, es cada vez más compleja”, dijo.