Desde hace varios años el gasto en publicidad de los gobiernos mexicanos es un tema recurrente en el debate público. Con la alternancia, los gobernadores (y el Jefe de Gobierno) se volvieron actores políticos de primer orden y candidatos naturales para buscar la presidencia de la República.
Los casos de gobernadores o jefes de gobierno con aspiraciones presidenciales abundan. Desde Cuauhtémoc Cárdenas hasta el actual Presidente –pasando por Arturo Montiel, López Obrador, Ebrard y un largo etcétera—. Y los medios han mostrado en reiteradas ocasiones que estos personajes han empeñado todos sus recursos en dicha carrera, incluido el manejo discrecional y, en muchos casos, completamente opaco del gasto público y sobre todo de aquel destinado a pagar la publicidad gubernamental.
Por ello resulta sumamente interesante la investigación llevada a cabo por Fundar y Artículo 19, en donde indagan el manejo que hacen los gobiernos estatales del gasto en publicidad.
Los resultados muestran que la mayoría de los gobiernos de los estados ocultan esta información. Mientras que únicamente dos administraciones son completamente transparentes sobre el tema –Colima y el Estado de México son las entidades que obtienen la máxima puntuación, según dicho informe—, ocho estados no ofrecen la más mínima pista sobre el asunto –Coahuila, Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, Puebla, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz obtienen cero puntos en esta clasificación—. De hecho los autores del informe tienen que recurrir a otras fuentes para obtener los datos de dichas entidades.
Los obstáculos para obtener la información son múltiples, se afirma en el documento. Desde “declaratorias de inexistencia de la información, reservas de información (a pesar de ser eminentemente pública), requerir de manera repetida aclaraciones (no obstante la claridad de la solicitud), alegar la incompetencia de todas las dependencias a las que se solicitó la información o (…) remitir a la cuenta pública como supuesta fuente directa, sin que ahí pudiera encontrarse la información”.
Con todo, los hallazgos no dejan de sorprender. Entre 2005 y 2011 (periodo que cubre la investigación), el gasto de los gobiernos estatales en publicidad se duplicó. Destacando Baja California Sur –donde se incrementó un 510 por ciento—, Zacatecas (240%) y Baja California (207%).
Entre los que más gastan en publicidad, se encuentran el gobierno de la capital del país –que destinó más de 2,400 millones de pesos—, seguido por Chihuahua, Nayarit, Campeche y Yucatán; aunque en los dos últimos años analizados (2010 y 2011) el gobierno que más gastó fue el de Nuevo León.
Y por si fuera poco, prácticamente las dos terceras partes de los estados gastan mucho más de lo aprobado por sus respectivos congresos en publicidad oficial.
El derroche es la regla común, llegando a niveles de verdadero escándalo. En Chihuahua el gasto en publicidad equivale a la mitad de lo que se destina al Seguro Popular. En el Distrito Federal es el triple del presupuesto del Instituto de las Mujeres local. Pero la medalla de oro corresponde a Nayarit. En ese estado se destina más a publicidad del gobierno que lo que se invierte en educación media superior.[1]
Así se las gastan nuestros gobernantes, nunca mejor dicho.
Twitter: @jose_carbonell
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[1] Fundar, Centro de Análisis e Investigación, A.C. y ARTICLE 19, Oficina para México y Centroamérica. El costo de la legitimidad. El uso de la publicidad oficial en las entidades federativas. México, 2013.
