Al final, tenemos reforma política (light)

30/07/2012 - 12:01 am

Hace unos días, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró aprobada una enmienda a la Constitución en materia de reforma política. Ahora está en la mesa del presidente Calderón, únicamente para que ordene su publicación.

Entre las principales novedades se encuentran la introducción de las candidaturas independientes para cargos de elección popular, el derecho de los ciudadanos a presentar iniciativas ante el Congreso, la consulta popular, la sustitución automática del Presidente de la República en caso de falta absoluta, la facultad del Senado para ratificar a los titulares de los órganos reguladores en materia de telecomunicaciones, energía y competencia económica, y la posibilidad de que el Presidente rinda protesta ante el Congreso del Unión, las mesas directivas, la Comisión Permanente o llegado el caso incluso ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia.

El presidente del Congreso, el panista José González Morfín, dijo que los planteamientos aprobados permitirán fortalecer la vida institucional del país. Por su parte, el líder de los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones, sostuvo que la reforma moderniza el presidencialismo mexicano, “ahuyenta los fantasmas de la regresión” y le da más poder a los ciudadanos, en detrimento de los partidos políticos.

A pesar de estas declaraciones tan optimistas, lo cierto es que una vez más quedaron relegados varios temas esenciales. No se abordaron cuestiones como la reelección legislativa y de los gobiernos municipales, la ratificación del gabinete, la segunda vuelta para la elección presidencial, la autonomía del Ministerio Público, una mayor fiscalización del gasto público y la rendición de cuentas, la reconducción presupuestal, la creación de nuevas reglas para hacer funcional nuestro federalismo, y un largo etcétera.

Con todo, no hay que minimizar la importancia de lo aprobado. Si bien estamos ante una reforma bastante acotada, contiene algunos elementos que incluso podrían ayudar a transformar la vida política nacional. Me refiero en particular a las candidaturas independientes. Todavía falta mucho para que sean plenamente operativas, ya que una vez que se publique la reforma constitucional habrá que establecer los detalles en la ley reglamentaria. Asuntos como el acceso al financiamiento público o a los espacios en medios de comunicación, podrían llegar a descarrilar dichas alternativas ciudadanas.

Sin embargo, con la posibilidad de que los ciudadanos puedan optar a un cargo de elección popular –directamente, y sin la necesidad de presentarse por ningún partido–, se abrirá de verdad la competencia política y se pondrá fin al pernicioso monopolio de los partidos.

Se facilitará que la agenda política sea mucho más amplia, ya que los ciudadanos podrán introducir más temas a la discusión y no únicamente aquellos que interesan a los partidos. Se abre así la puerta a más voces y a un mayor pluralismo, que a fin de cuentas nos acabará beneficiando y obligará a los partidos también a estar más abiertos y atentos a las exigencias de la sociedad.

Con mayor competencia política tendremos más opciones para elegir. El resultado final es que acabará mejorando la representación y haciendo más responsable a nuestra clase política. No tengo la menor duda.

Bienvenida la reforma política, aunque sea light.

 

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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