Trasladarse en el Estado de México puede ser una aventura, como la de viajar de Inglaterra a Sri Lanka en autobús. La metáfora exhibe una realidad surrealista cuando se considera que esa es la brecha existente entre el municipio más pobre y el más rico de esta entidad.
(Utilice las flechas de su teclado para avanzar o retroceder)Manuela lo sabe bien, cada lunes realiza un viaje similar entre su casa, ubicada en Dongú, en Chapa de Mota, y la casa donde se encarga del servicio doméstico, en La Herradura, municipio de Huixquilucan. La distancia en desarrollo humano, de acuerdo con el reporte de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es la que existe entre Kazajistán (0.7149), país que tiene apenas 20 años de vida independiente, y el Reino Unido (0.8409), con toda su tradicional pompa y una fuerte libra esterlina.
La jornada en Dongú empieza a las 5:00 de la mañana, cuando el sol aún está lejos de fustigar con sus primeros rayos el cielo de esta comunidad de poco más de 27 mil habitantes, localizada en el municipio mexiquense de Chapa de Mota.
A esa hora, que se parece más a la noche que al día, Manuela deja su casa, hecha de tabique y piso de tierra, apaisajada por un contexto libre de interrupciones de concreto. Sus andares no van solos, como ella varios se disponen a recorrer las calles para llegar al camión que los trasladará a Jilotepec. De ahí, los caminos se bifurcan, Manuela tomará otro camión que la lleve a Periférico Norte, de ahí uno más a Toreo y, por último, el que le dejará en el acaudalado fraccionamiento La Herradura.
Tres horas y 130 kilómetros después, el mundo es otro. Desciende de su último transporte y ahora realiza una una caminata de 20 minutos entre las calles acaudaladas, pero no se queja, con una sonrisa que parece indeleble dice: “Así me ahorro el gym”.
Camina por estas calles que parecen sin estrenar, sólo las transitan los empleados domésticos, el resto de la población se han convertido en unos cuadrúpedos motorizados. En la zona hay pocos semáforos y aunque existen señales de límites de velocidad de 40 kilómetros por hora, los autos transitan al doble o más de lo permitido. Nadie cede el paso. Nadie los ve.
Del cielo a la tierra
El Estado de México es una de las entidades del país con mayor riqueza. En 2008 aportó al PIBN (Producto Interno Bruto Nacional) mil 39 millones de pesos, con lo que se posicionó en el segundo lugar de ese rubro de riqueza en el país, sólo precedido por el Distrito Federal, que aportó 2 mil millones de pesos, y por encima de Nuevo León, que sumó a las arcas nacionales 886 millones de pesos.
Pese a esto, el Edomex también tiene una rezagada inequidad social, en la que convergen dos de los municipios más ricos del país: Huixquilucan y Metepec, cuyo ingreso per cápita es de 13 mil 900 dólares al año, en contraste con Chinconcuac, el municipio más pobre del estado en este sentido, cuyos habitantes perciben, en promedio, 2 mil cinco dólares, de acuerdo con el informe de 2010 del Índice de Desarrollo Humano (IDH) Municipal de la ONU.
Otra métrica internacional, el Índice de Gini –que se utiliza para conocer el nivel de desigualdad–, ubica a la entidad mexiquense con un nivel de 0.44, por debajo de la media nacional que es de 0.50, cuando entre más cerca se está de cero sé es socialmente más equitativo.
Pero como dicta el dicho popular: “el dinero no lo es todo”. El IDH toma en cuenta otros factores, entre ellos la tasa de mortalidad infantil, aquí los niños de Chapa de Mota correrán con una suerte muy distinta a los de Huixquilucan: en el primero uno de cada 100 menores no apagarán su primera velita, mientras que en el segundo la tasa baja a uno de 300, de acuerdo con reportes del Instituto de Salud del Estado de México, que a su vez cita como fuente al Sistema Epidemiológico y Estadístico de las Defunciones de la Secretaría de Salud (SS).
El Estado de México ocupa el tercer lugar a nivel nacional en muertes de menores de cinco años a causa de enfermedades diarreicas, antecedido por Chihuahua y Oaxaca, y el último sitio en cuanto a número de médicos por habitante: son cuatro galenos por cada 100 mexiquenses, proporción que se replica con el número de camas hospitalarias.
Inseguridad, un cáncer
La inseguridad es el gran cáncer del Edomex. Este exceso de células malignas ha logrado infectar la salud pública y el homicidio es una de las 10 principales causas de muerte de la entidad, en 61 de sus 125 municipios.
A nivel nacional, la policía de la entidad tiene una de las peores percepciones de imagen. En lo que va de la administración del gobernador Enrique Peña Nieto, se han arrestado a 350 elementos por presunta participación en hechos delictivo, informó recientemente David Garay Maldonado, comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE).
Incluso Rogelio Cortés Cruz, director de Seguridad Pública y Tránsito de la ASE, fue captado en video cuando justificaba el proceder corrupto de la corporación y explicando, incluso, que los elementos de tránsito sustituían las hojas del reglamento para pedir mordidas de hasta 15 mil pesos: “Ahora traen un reglamento, les cambian las cuotas (...) y dicen: ‘¡Chingó a su madre! Son 15 mil varos' ¡15 mil pesos!’. Entonces eso es un exceso”.
También es aquí donde fuerzas federales han ubicado y capturado a importantes líderes del crimen organizado, lo que llevó a que, en 2010, el perredista Jesús Ortega lo calificara como en un “refugio de los capos”.
-Julio 2011: Edgar Villareal Valdez, “La Barbie”, en La Marquesa.
-Octubre 2010: José Francisco Barreto García, “El Contador”, cómplice de José Jorge Balderas, alías “El JJ”, en el intento de homicidio del futbolista Salvador Cabañas, ambos relacionados con los Beltrán Leyva. A Barreto lo detuvieron en Tlalnepantla y a El JJ en Bosques de Chapultepec, demarcación de Miguel Hidalgo, colindante con Huixquilucan, en enero de este año.
-Abril 2010: José Gerardo Álvarez Vázquez, “El Indio”, operador del cártel de los Beltrán Leyva.
-Septiembre 2008: Se encontraron 24 cadáveres en una fosa clandestina ubicada en La Marquesa.
La respuesta de ¿quién será el siguiente gobernador del Estado de México? Se sabrá el próximo 3 de julio, cuando los mexiquenses salgan a votar. La pregunta sobre cómo piensa solucionar estos graves problemas es una auténtica incógnita.