En un artículo escrito por Gabriela Guzmán, Examiner recuerda que con la denominación de origen de la talavera que se dio en Puebla a productores de otros estados como Guanajuato, se les ha negado la oportunidad pese a que se usa el mismo tipo de cerámica y técnica para elaborar las artesanías.
Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).– Las nuevas regulaciones al mezcal buscan beneficiar al gobierno federal y grandes empresarios en detrimento de los pequeños pobladores indígenas del país, como ocurrió con la talavera y el tequila, alerta el medio estadounidense Examiner.
En días pasados, se dio a conocer que se busca aprobar la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-199-SCFI-2015 BEBIDAS para regular el mezcal, con la que los productores de los estados sin denominación de origen serán obligados a cambiar el nombre a sus productos con el genérico de “komil” y prohibir que los fabricantes tradicionales de mezcales usen la referencia de “agave”, en las etiquetas.
Actualmente hay más de 20 estados productores de mezcal, pero sólo ocho cuentan con la denominación de origen: Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Tamaulipas, Zacatecas y Oaxaca, entidad que concentra el 55.4 por ciento de la producción del total nacional.
En un artículo escrito por Gabriela Guzmán, Examiner recuerda que con la denominación de origen de la talavera que se dio en Puebla a productores de otros estados como Guanajuato, se les ha negado la oportunidad pese a que se usa el mismo tipo de cerámica y técnica para elaborar las artesanías.
Hasta la fecha, sólo 16 talleres en Puebla están certificados para hacer talavera, señala, "lo que significa que sólo aquellos que tienen el dinero y los recursos para enfrentar la burocracia reguladora de México, obtienen la codiciada certificación y el holograma especial que asegura la autenticidad de la pieza".
Recuerda además que las comunidades marginadas de Puebla y otros estados no pueden conseguir los certificados, por lo que los precios de sus piezas se encarecen.
Respecto al tequila, el medio extranjero señala que México se "jacta de su floreciente mercado de tequila regulado", sin embargo, dice que las versiones adulteradas de la bebida aún se expenden en los mercados nacionales e internacionales.
"El proceso de regulación no ha funcionado como estaba previsto plenamente. Mientras que el órgano de gobierno de la regulación de tequila puede llegar a 'encontrar' uno o dos productores que tratan de hacer pasar su licor como auténtico, la propia ley hace poco por detenerlos. La corrupción es rampante en México y unos cuantos dólares de los fabricantes mantendrá todo el asunto 'en silencio'", refiere Examiner.
Asegura que al igual que con la "autenticidad" de la talavera, el proceso de certificación del tequila ha dejado en gran medida a las comunidades pobres fuera de todo el proceso. "¿Por qué entonces el resultado de la regulación de la industria del mezcal propuesto puede ser diferente al de la industria del tequila?", cuestiona el medio.
"Las personas que viven dentro de los estados no reconocidos, se verán más afectadas. La mayoría vive en las comunidades indígenas que desde hace siglos destila la bebida espirituosa. El proceso artesanal es básicamente el mismo en todos los estados que actualmente producen mezcal. Sin embargo, parece que para el Gobierno de México, las personas con dinero y recursos, son más importantes", alerta la articulista.
La reglamentación, que está todavía discutiéndose, fue elaborada por la Secretaría de Economía (SE), la Asociación Nacional de la Industria de Derivados del Agave y por los los consejos reguladores del tequila, mezcal y cerveceras, como el Grupo Modelo, entre otras.
“Esta norma está escrita bajo fines económicos y no hay ningún sustento académico detrás”, denunció a Efe Marco Ochoa, socio fundador de la Mezcaloteca, un establecimiento dedicado a la promoción y venta de este destilado ubicado en Oaxaca.
Para Ochoa, la norma implicaría un “despojo cultural” al denominar "komil", un mote que “carece de sustento histórico”, a esta bebida y todas las que utilizan como materia prima el agave.
El Senado de la República ha entrado a la discusión del tema. El pasado 1 de mayo aprobó un acuerdo para solicitar a la Secretaría de Economía que apoye a los pequeños productores que no podrán utilizar la denominación “mezcal”, de ser aprobada la normatividad.
Los legisladores hicieron además un exhorto a las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y de Economía, para que, en coordinación con el Consejo Regulador del Mezcal, evalúen la ampliación de la denominación de origen en aquellas entidades productoras de esta bebida.
A la Sagarpa urgió impulsar "medidas para fortalecer la cadena productiva de la industria del mezcal, especialmente de los pequeños productores a través de la certificación, así como su comercialización a nivel nacional e internacional con la finalidad de potencializar su producción", según se dio a conocer en un comunicado.
De acuerdo con datos dados a conocer en el mismo documento del Senado, el valor de las exportaciones de la bebida alcohólica ha llegado a más de 50 millones de dólares y abarcan destinos en Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia, Japón, Taiwán y Turquía.
La producción anual es de más de dos millones de litros y la cuarta parte tiene la calidad de exportación.
ONG PIDE FRENAR LA NORMA 199
Mezonte, una organización dedicada a la difusión, apoyo y preservación de destilados tradicionales de agave lanzó el 25 de noviembre pasado en Change.org la petición "Detengamos la NOM 199 que atenta contra los productores de mezcal", que busca limitar el uso de la palabra “Agave” y “maguey” para productos que cuenten actualmente con alguna Denominación de Origen.
"De aprobarse esta norma, todos los productores (especialmente los artesanales y tradicionales) que hacen mezcales en los más de 11 estados de la República que NO cuentan actualmente con una denominación, estarían obligados a llamarle Komil a sus bebidas. Además, se les PROHIBIRÍA utilizar la palabra “Agave” en su etiqueta comercial, a pesar de que sus bebidas estén hechas con esa materia prima", dice.
También menciona que la palabra "Komil" no tiene ningún vínculo de histórico, cultural, lingüístico o social que relacione con alguna bebida, mucho menos con los destilados de Agave.
"Nuestra solicitud va a la Comisión Federal de Competencia Regulatoria (COFEMER) para que NO apruebe el mencionado proyecto de norma, para que tome en cuenta a las partes excluídas en la elaboración del proyecto, consulte a expertos académicos, y en todo caso, se proponga que cada destilado de Agave, además de indicar el género (Agave), indique la procedencia y la especie (angustifolia, rhodacantha, maximiliana, tequilana, etc) con la cuál está elaborada el producto", señala la petición.
La solicitud ya cuenta con más de 30 mil firmas.