Por Pablo Palomo Reyna
San Salvador, 20 Mar (Notimex).- La misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en El Salvador busca asistir a la población vulnerable que sufre el flagelo de la violencia, indicaron autoridades de la entidad.
El jefe de la misión del CICR en el país centroamericano, el británico Derek Spranger, dijo en una reunión con representantes de la prensa extranjera que la organización internacional lleva adelante una serie de programas de asistencia humanitaria.
La labor se realiza en áreas como migración, personas desaparecidas durante el pasado conflicto armado interno, comunidades afectadas por la violencia y sobre la situación de los reos en las prisiones del país.
Destacó que, en coordinación con la Cruz Roja Salvadoreña, trabajan en la prevención y mitigación de las consecuencias de la violencia.
Los salvadoreños, que padecieron la violencia de una guerra fratricida, superaron el enfrentamiento armado, pero ahora son víctimas del acoso de las maras (pandillas), uno de los principales factores de inseguridad ciudadana en el país.
La misión del CICR tuvo presencia en El Salvador de 1980 a 1993, en la época del conflicto armado interno, y se retiró luego de que inició el proceso de paz.
Por acuerdo con el Estado salvadoreño, reanudó actividades en el país en abril de 2012, con una “ampliación de actividades, enfocadas en la asistencia humanitaria a las víctimas de la violencia”.
Este flagelo es propiciado principalmente por la delincuencia y el crimen organizado transnacional, que hace del país uno de los más peligrosos de la región.
Entre los programas figura la asistencia humanitaria y social entre comunidades de Ciudad Delgado, un sector marginal de la zona metropolitana de San Salvador, donde promueven “oportunidades de inclusión social”.
Con el apoyo de autoridades locales, el Comité asiste a las comunidades afectadas por la inseguridad con programas “para tratar de mitigar las consecuencias de la violencia”.
El CICR de El Salvador inaugurará este viernes su nueva sede en esta capital, con el fin de afianzar su labor humanitaria dirigida a la población que sufre los embates de la violencia armada que se deriva, entre otros factores, de los grupos de “mareros”.
La organización internacional en el país centroamericano es apoyada por la Cruz Roja de Italia, Noruega y Suiza, que realiza su labor humanitaria en el país en coordinación con la sede regional, que abarca ocho países (México, los de Centroamérica y Cuba).