En la Unidad de Niños con Quemaduras en el Nuevos Hospital Civil de Guadalajara reciben más niños de las zonas rurales de Jalisco, debido a que corren tres veces más riesgo. ¿La razón? Sus familias no tienen estufas y boiler. Usan leña para calentar agua en esta temporada de invierno.
Sumado con la imprudencia y el descuido los niños de las regiones del estado sufren más quemaduras que quienes viven en la zona metropolitana.
Las quemaduras en los niños es un problema de salud, que si bien no supone altos índices de mortalidad (- de 1%), si se convierte en un factor que predispone a la víctima a posible de discapacidad psicosocial y física.
ASISTENCIA PRIVADA
Desde 1998, la Fundación Michou y Mau, Institución de Asistencia Privada, ha atendido las necesidades de miles de niños mexicanos víctimas de quemaduras, además de conscientizar sobre las necesidades de los quemados y estableciendo programas asistenciales en beneficio de menores quemados, como también en apoyo de la comunidad médica mexicana.
Michou y Mau desarrolla una Campaña Nacional Permanente de Prevención para evitar accidentes en los que niños resulten quemados. Las tres claves básicas que Michou y Mau para evitar quemaduras en niños son: evitar jugar con fuego o explosivos, alejar a los niños del agua hirviendo y alejar a los niños de cables o tomas de electricidad.
“Si no queremos que los niños sufran por quemaduras, debemos enseñarles como evitarlas. Nuestro programa NO T Q-MES, puede ser impartido por padres, educadores, jóvenes y adultos”.
Anualmente, 30 mil niños mexicanos sufren quemaduras de manera accidental; más de la mitad de los casos son niños de entre uno y cuatro años de edad.
La estufa caliente, los cerillos, el agua hirviendo, las veladoras, la plancha... todos resultan armas mortales para los pequeños de la casa.
Curiosamente el lugar donde el niño más se quema es dentro de su propia casa. De acuerdo con los especialistas, la cocina y el baño son los puntos donde tiene mayor incidencia este tipo de accidentes.
“Se debe enseñar a los niños que no deben acercarse a las ollas, a las estufas, ni jugar con cerillos o cohetes y los papás deben asegurarse de que las instalaciones tanto de gas o de electricidad estén protegidas”, dice la médico pediatra, Virginia Núñez.