Roma, 3 Sep (Notimex).- La decapitación del periodista estadunidense Steven Joel Sotloff por un yihadista de la organización Estado Islámico (EI) ha hecho crecer la alarma por la suerte de seis italianos secuestrados en Siria y otros países islámicos.
El asesinato de Sotloff y la amenaza de reservar la misma suerte al rehén británico David Cawthorne Haine han causado preocupación en el gobierno italiano por el destino de las cooperantes Vanessa Marzullo y Greta Ramelli, secuestradas en Siria a inicios de agosto.
En el mismo país fue secuestrado hace más de un año el sacerdote jesuita italiano Paolo Dall’Oglio, de quien ya no se han tenido noticias.
La Cancillería pidió mantener la “máxima discreción” sobre esos casos, aunque confirmaron que aparentemente las dos cooperantes no fueron secuestradas por el EI, sino por otro grupo de rebeldes.
Indicaron que también se trabaja por la liberación del técnico Marco Vallisa, que fue secuestrado a inicios de julio en Libia, donde se encontraba por cuenta de una empresa constructora.
En el mismo país fue secuestrado a inicios de año el también técnico Gianluca Salviato, de quien no se tienen noticias, mientras que en Pakistán se encuentra desaparecido desde 2012 Giovanni Lo Porto, que trabajaba para una Organización No Gubernamental.
Según el diario Corriere della Sera, en particular se temen represalias por la decisión italiana de enviar armas a los kurdos que combaten al EI.
Dijo, sin embargo, que secuestros precedentes en Siria han permitido a la Agencia de Información y Seguridad Externa (AISE) crear una red de contactos eficiente en ese país, que se están moviendo para buscar la liberación de los rehenes.
