Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo/The Huffington Pots).–A los perros les fascinan los juguetes de peluche. Son capaces casi de cualquier cosa por tener uno entre sus bocas. Incluso son capaces de robarle un juguete a un bebé.
Charlie no resistió la tentación y tomó un peluche sin pedírselo prestado a su hermana humana. A la nena no le gustó quedarse sin juguete, así que hizo lo que cualquier bebé haría: lloró. Pero bastaron unas cuantas lágrimas para hacer entrar en razón al perrito, que de inmediato trató de compensar su error.
Mira el video arriba y muere de ternura con Charlie y su manera de pedir disculpas. Si por él fuera, habría salido al mall a comprarle más juguetitos a su hermana menor para demostrarle su genuino arrepentimiento. Cuatro millones de personas en YouTube sienten lo mismo que nosotros por el adorable beagle, pero algunos dudan de su autencidad.