Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).– Las primeras imágenes son de horror: cuerpos mutilados y en descomposición, retorcidos y maltratados; muchos con tiros de gracia y muestras de haber vivido un infierno en la Tierra.
No se sabe quiénes son, pero decenas de hombres y mujeres han empezado a desfilar por la morgue porque creen que sus familiares –en un estado, Veracruz, en donde se niega que existan desaparecidos– están allí.
Ayer, familiares de personas desaparecidas acudieron a la morgue del Servicio Médico Forense de Cosamaloapan para intentar identificar los cuerpos hallados en las fosas clandestinas ubicadas en el municipio de Tres Valles. Eran una treintena. Se concentraron a las afueras del recinto, esperando respuesta de las autoridades. Pero la atención era muy lenta. Por eso, desesperados, ingresaron abruptamente al lugar en donde se encontraba uno de los cadáveres.
Hasta ahora, versiones de la prensa local refieren que 40 cadáveres han sido sacados de la narcofosa en el interior de un rancho ubicado entre el ejido de Nopaltepec y el municipio de Tres Valles, Veracruz. Los criminales volvieron Nopaltepec un camposanto.
¿Qué pasó allí? Es poco claro. Las primeras versiones dicen que se trata de un cementerio a donde fueron lanzadas las víctimas de todo tipo de delitos. Podrían ser rivales del grupo criminal que alimentaba la narcofosa. Pero también podrían ser inocentes por los que se pedía un rescate, secuestrados y desaparecidos. No hay información. El gobierno de Javier Duarte se ha distinguido, de acuerdo con activistas, por intentar ocultar la realidad.
El gobierno de Duarte no ha emitido comunicación oficial. Otras versiones refieren que los cadáveres corresponderían a migrantes de Centroamérica. Algunos dicen que se trata de desaparecidos de las comunidades vecinas a ese municipio.
Se calcula que la narcofosa son en realidad 13 fosas clandestinas. El rancho El Ramal o Vías Viejas aparece como propiedad de David y Laura Cano de León, hijos de Fernando Cano Cano, quien fuera Presidente del Concejo Municipal de Tres Valles en el período de 1988 a 1990, cuando el Congreso del Estado nombró a ese municipio el número 193 de la entidad. Ambos han negado tener cualquier nexo con lo acontecido, y dicen que vendieron la propiedad.
La tarde de ayer, las autoridades federales confirmaron que eran 31 los cuerpos hallados el lunes pasado por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), quienes llegaron a ese sitio por un reporte anónimo. De acuerdo con versiones de los medios veracruzanos, los cuerpos corresponden a 33 hombres y 7 mujeres. No se descarta que pueda haber menores de edad. Trascendió que 12 de ellos estaban decapitados.
Las autoridades veracruzanas no sólo han callado en cuanto al caso: el Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Alberto Silva Ramos, afirmó el martes que los índices delictivos han descendido en los primeros meses del año en la entidad, “lo que nos ubica por debajo de la media nacional”.
El Gobernador Duarte de Ochoa ha dicho que “en Veracruz no hay extorsiones, no hay balaceras y no hay secuestros”. Desde marzo pasado el mandatario priista ha referido que “Veracruz está en calma”. Pero la mentira se desmiente con cifras del mismo gobierno: según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la entidad gobierna Duarte se registraron 60 asesinatos, 22 más que el mes anterior, y siete secuestros más. Eso al mes de abril pasado. También reportó 40 denuncias de extorsión.
Si se compara con el mismo periodo del año pasado, los secuestros aumentaron 80.56 por ciento.
Cuando comenzó a darse a conocer en medios locales el hallazgo de la fosa clandestina en Cosamaloapan, Silva Ramos dijo que a tres semanas del inicio de los operativos Blindaje Norte, en Papantla, Blindaje Coatzacoalcos y Blindaje Córdoba “los resultados son favorables”.
“Esta semana me permito informarles que los tres operativos de blindaje aumentaron sus resultados al lograr la captura de 56 peligrosos delincuentes, entre ellos 14 presuntos secuestradores y homicidas […] Además se logró localizar a dos menores con reporte de desaparición”.
Respecto al hallazgo de una fosa clandestina en los límites de los municipios de Tres Valles y Cosamaloapan, el vocero del gobierno veracruzano sólo dijo que la Procuraduría de Justicia ya inició las averiguaciones correspondientes y el resultado de las mismas se dará a conocer de manera oportuna.
La zona donde aparecieron los cuerpos se encuentra en una de las rutas más peligrosas, por la presencia del crimen organizado, para los migrantes centroamericanos que transitan por México en el tren de carga conocido como “La Bestia” para llegar hasta Estados Unidos.
En Veracruz se han reportado asesinatos, ataques, extorsiones y secuestros contra los migrantes que se trepan a los techos y vagones del tren para llegar desde el sur hasta la frontera norte de México.
EL VECINO EN GUERRA
En Tamaulipas, el estado vecino en guerra, las familias han pasado de la pasividad al combate. Ya no se quedan en casa. Ahora protestan
“La guerra entre facciones rivales de uno de los principales carteles de la droga del país ha desatado un espasmo de violencia en Tamaulipas, el estado fronterizo donde Tampico es una ciudad importante, dejando decenas de muertos y numerosos desaparecidos en los últimos dos meses. Los residentes de Tamaulipas, que son clave para atraer a los inversionistas extranjeros a la industria petrolera de México, temen un retorno a los sangrientos días de 2010, cuando cientos de personas murieron y comunidades vivían en el terror”, dice Los Ángeles Times en un reportaje publicado hoy.
Una diferencia clave con la actual ola de violencia, agrega, es que los ciudadanos están protestando, poniendo en escena varias marchas y apelando a las autoridades federales en busca de ayuda.
“Dejaron que este problema, los narcos, creciera durante tantos años hasta el monstruo ahora”, dijo a Los Ángeles Times Eduardo Cantú, un empresario de 49 años de edad. Para él, “los chicos buenos superar en número a los chicos malos ”.
“Somos muy frágiles”, agregó Cantú, “y nuestras autoridades diabólicas”.
El Presidente Enrique Peña Nieto, quien trató de restar importancia a los problemas de seguridad en su primer año y medio en el poder, fue empujado al envío de tropas del Ejército a Tamaulipas y, esencialmente, a suplantar a funcionarios locales corruptos e ineficaces por nuevos. Dividió el estado en cuatro secciones, despidió a una gran cantidad de agentes de la policía local y nombró a un jefe supremo para cada región, recuerda el diario californiano.
Para el Presidente, sostiene, es crucial presentar un Tamaulipas tranquilo en previsión de la inversión de las compañías petroleras extranjeras que aprovecharán la Reforma Energética. La mayor parte de las extensas reservas de petróleo de México están en la costa de Tamaulipas, y el estado era el centro histórico de la industria petrolera del país desde hace un siglo.
Los Ángeles Times cuenta que la seguridad comenzó a deteriorarse a principios de abril pasado, después de que varios capitanes regionales del Cártel del Golfo y de Los Zetas fueron muertos o capturados, dejando lugartenientes de más bajo nivel a competir por el control del territorio y el comercio.
David Gómez Fuentes, rector del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, una universidad fuera de Tampico, dijo que la matrícula ha caído 20 por ciento a causa de la violencia y el número de estudiantes extranjeros se ha reducido de 60 a cinco en los últimos años.
La estrategia de los manifestantes, dijo por su parte Cantú, es el uso de la agenda del gobierno federal en beneficio de los residentes de Tampico.
“Podríamos pedir a los alcaldes, incluso que el Gobernador sea reemplazado. Pero ¿realmente cambiará algo?" , Dijo Cantú.
“Se trata de vencer el miedo, de recuperar la ciudad, de evitar la vuelta a 2010, cuando la ciudad se convirtió en un pueblo fantasma”.
En la primera marcha que Cantú, unos 500 asistieron. En la segunda, hubo más de 10 mil.
