Ciudad de México, 1 de mayo (SinEmbargo).– De nuevo, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tomarán las calles de la Ciudad de México y de 26 estados del país en la reactivación de su plan estratégico para pedir la abrogación de la Reforma Educativa, promulgada por el Presidente Enrique Peña Nieto en septiembre de 2013.
Durante la marcha que los maestros disidentes realizaron este 1 de mayo, los secretarios generales de Oaxaca, Rubén Núñez Ginez; de Michoacán, Juan José Ortega Madrigal, y del Distrito Federal, Enrique Enríquez coincidieron en entrevistas separadas que con base en un plan único de lucha, buscarán la negociación nacional, lo cual ocurrirá mediante la movilización callejera.
Los maestros disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ratificaron hoy, durante la manifestación del Día del Trabajo, lo que anunciaron cuando en enero de este año fueron desalojados del Monumento a la Revolución: se replegarían para elaborar un plan único de acción.
Ello contradice al Gobierno del Distrito Federal que en aquel momento informó que el conflicto de marchas y plantones por la Reforma Educativa había sido negociado y resuelto.
AHÍ VAN LOS MAESTROS
En la conmemoración del 1 de Mayo, el contingente de la CNTE salió de la Estela de Luz. En contra de lo anunciado, prefirió marchar por la lateral de Avenida Reforma y en lugar de dirigirse al Zócalo, desembocó en Bucareli, en la Secretaría de Gobernación. Eran poco más de un millar, según su propio cálculo.
Un grupo comisionado ingresó al edificio de la dependencia para entregar un pliego petitorio cuya esencia es la abrogación de la Reforma Educativa. Además, en el docuemento, los profesores piden seguridad en sus empleos, mejores condiciones en las zonas rurales y pobres de las ciudades, y ratificación de la Educación Pública.
De agosto a septiembre del año pasado, unos 40 mil maestros de la CNTE protagonizaron el plantón más grande en las últimas décadas en el Zócalo de las Ciudad de México. Fueron desalojados mediante la fuerza del Cuerpo de Granaderos del Gobierno del Distrito Federal y se instalaron en el Monumento a la Revolución.
La noche del 5 de enero, el jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera ordenó su desalojo. En una rueda de prensa, Mancera sostuvo que la acción fue resultado de varios acuerdos previos entre la Secretaría de Gobierno con los líderes magisteriales.
“No es un desalojo. Esto obedece, obviamente, a una serie de acuerdo que se han venido desarrollando de manera progresiva, tal cual y se pudo dar constancia, el gobierno de la ciudad ha dejado claro, dejado constancia, de ánimo de diálogo, de evitar la confrontación, y por supuesto del cuidado a la ciudadanía y de los ciudadanos de esta capital”, señaló Mancera Espinosa.
El Jefe de Gobierno, en apariencia, le había puesto punto final al conflicto callejero de la CNTE en torno a la Reforma Educativa. Pero los maestros jamás avalaron sus palabras.