Pekín, 11 abr (EFE).- Un tribunal pequinés juzgó hoy al bloguero Qin Zhihui, el primer hombre que se enfrenta a un proceso de este tipo en China acusado de difundir rumores en Weibo -el Twitter chino- después de que el Gobierno dictaminara en septiembre que esta práctica podría conllevar una pena de hasta 3 años de cárcel.
Qin, conocido en la red social por su apodo "Qinhuohuo", está acusado de difamación por "crear y difundir ampliamente rumores" de personajes famosos y sobre el antiguo Ministerio de Ferrocarriles, que fue eliminado por el Gobierno chino en 2013 tras verse envuelto en una serie de escándalos de corrupción y sobornos.
Qing fue arrestado el 22 de agosto por "fabricar", supuestamente, más de 3.000 rumores en la red de redes. Uno de los más delicados fue el que publicó cuando un accidente de tren de alta velocidad en julio de 2011 causó 40 muertos y 200 heridos.
Entonces, el bloguero escribió en Weibo que el Gobierno chino daría grandes compensaciones a las supuestas víctimas extranjeras del suceso y desveló algunos detalles del accidente que Pekín no había divulgado.
En concreto, según la versión de la fiscalía recogida hoy por Xinhua, Qin publicó que el régimen comunista había compensado con 200 millones de yuanes (32,5 millones de dólares, 23,1 millones de euros) a la familia de un extranjero que supuestamente murió en el accidente del tren bala.
El "rumor" sobre el accidente se reenvió hasta 12.000 veces en cuestión de dos horas, según indica Xinhua.
"Las acciones de Qin impactaron a la sociedad y perjudicaron seriamente el orden social", defendió hoy la fiscalía, que aseguró que el acusado había violado la ley criminal y "debería ser castigado por difamación".
Qin confesó hoy haber publicado tales rumores durante su juicio celebrado en el Tribunal Popular del distrito pequinés de Chaoyang, recoge la fuente oficial.
El bloguero es la primera víctima de la nueva legislación aprobada en septiembre, que ha supuesto un nuevo golpe a la libertad de expresión en China, en este caso, en internet, el foro donde los ciudadanos chinos solían expresarse hasta ahora con menor temor a represalias.
La nueva campaña de control en internet estipuló que cualquiera que difunda un rumor que consiga 5.000 seguidores o que sea reenviado por otros usuarios más de 500 veces a través de Weibo, el Twitter chino, podría ser imputado por cargos de difamación, que en China pueden suponer hasta tres años de cárcel.
Tras Qin, otros populares blogueros fueron arrestados en medio de la campaña del Gobierno para controlar internet, como Charles Xue, detenido el 23 de agosto, acusado de contratar los servicios de una prostituta, o el defensor del medio ambiente y conocido bloguero Dong Liangjie.
Xue, conocido en internet como "Xue Manzi", apareció en la pequeña pantalla para admitir su "irresponsabilidad" por propagar información en internet, en una autocrítica cuya veracidad fue muy cuestionada por organizaciones de derechos humanos y activistas. EFE