Ciudad de México, 23 de marzo (SinEmbargo).- Desde las 23:00 horas del viernes, la discrepancia intestina quedó expuesta. Las corrientes Nueva Izquierda y Movimiento Progresista se encontraron respecto a la posición del partido frente a las acusaciones de corrupción de la Línea 12 del Metro capitalino.
Y el primer orador del consejo, René Bejarano, dio como solución un nombre: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El escenario de que después de 25 años, el hijo del general Lázaro Cárdenas del Río, vuelva a ocupar la primera silla del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no ocurrió. Se fabricó desde la asamblea efectuada en noviembre pasado en Oaxtepec, Morelos, cuando los estatutos cambiaron para que un dirigente nacional pudiera ser reelegido. Se fortificó al acentuarse las fracturas del partido.
El pleno del VIII Consejo Nacional avaló por mayoría, con un voto en contra y una abstención que Jesús Zambrano Grijalva y Alejandro Sánchez Camacho permanezcan en sus puestos de dirigente nacional y secretario general hasta que, el próximo 30 de agosto, se realice y califique la elección estatutaria. Quienes resulten electos bajo esta circunstancia tomarán posesión del cargo en septiembre.
Esta madrugada se presentaba la convocatoria para renovar los órganos de dirección del instituto político surgido en 1989 como escisión del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Además de la dirigencia nacional y la secretaría general, se renovarán el Consejo Nacional, el Estatal y el Municipal.
EL TEMA DE LA CORRUPCIÓN
Era 21 de agosto pero el tema estelar -la corrupción- se opuso a cualquier renacer de la Primavera.
No se trataba de la corrupción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al usar recursos en banca Monex, como parte de una presunta estructura financiera en paralelo, durante la contienda de 2012.
No era la del Partido Acción Nacional (PAN) cuyo gobierno en 2000 impulsó la operación de la compañía de buques petroleros, Oceanografía, que presenta fraude en sus cuentas por cobrar con Citigroup.
Se trató de la propia. La gestada en la Línea 12 del Metro cuya licitación, elaboración y ejecución se encuentran cuestionadas en la Procuraduría General de la República a instancias de legisladores panistas.
La noche del viernes, la corriente dominante, Nueva Izquierda, liderada por Jesús Ortega, recomendó no ser tapadera de los perredistas vinculados con las irregularidades. Y pidió transparencia en torno a todos los perredistas involucrados.
Pero esa petición se opuso a la del Movimiento Progresista, en cuyo liderazgo se encuentra Marcelo Ebrard Casaubón, quien fuera Jefe de Gobierno del Distrito Federal y a quien los dardos apuntan. Él gestionó, autorizó e inaguró la obra.
La Diputada Malú Micher (integrante de la comisión investigadora de Oceanografía en su momento) le dijo al consejo que no es lo mismo Oceanografía ni Monex que la Línea 12. “Se trata de un caballo de troya que nos quieren meter los enemigos de la izquierda”, exclamó.
De su lado, estuvieron Raúl Flores, presidente del PRD capitalino y Alfredo Hernández Raigosa de Vanguardia Progresista, grupo vinculado al jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa.
EL INGENIERO, COMO AL PRINCIPIO
Tuvo que haber un “shhhhh” para que los consejeros guardaran un poco de silencio y atendieran lo que René Bejarano decía en el micrófono. Propuso a Cuauhtémoc Cárdenas como dirigente del partido. “… Es lo que más le conviene al PRD. No se trata de un asunto de imagen, bajo su liderazgo será posible superar diferencias”, indicó.
De 1989 a 1993, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano dirigió el PRD. De hecho, fue su fundador. El año en que dejó la presidencia del PRD para convertirse en candidato a la Presidencia de la República, asentó en los estatutos el procedimiento de selección de nuevo Presidente por consulta directa y cimentada, la no reelección. Él mismo ya no podría contender. Pero el año pasado, en la asamblea en Oaxtepec Morelos, el candado fue roto. La mesa de estatutos aprobó la reelección de ex presidentes nacionales, estatales y municipales.
En este primer día de trabajos, Jesús Zambrano Grijalva pidió reconocerse en la unidad y los principios fundacionales del partido y exclamó: “Pongo a disposición de esta soberanía perredista mi cargo”.
En la víspera, Zambrano no había descartado postergarse, como al final ocurrió. En una entrevista con Radio Fórmula, había expresado: “El Consejo tiene en sus manos una de dos: nombra un interino o sustituto para que funja de aquí a dentro de tres y medio, cuatro meses, se haga la elección para renovar todos los órganos de dirección del partido, municipales, estatales y nacionales; o decreta, resuelve una prórroga de la actual dirección”.
En su discurso, Alejandro Sánchez Camacho indicó que aún se construyen acuerdos y que ninguna corriente “chantajea o condiciona”; sino que hay debate para una determinación unánime.
El consejo fue precedido por la entrega de propaganda a favor de Cuauhtémoc Cárdenas. En el documento, firmado por Alejandro Encinas, Ifigenia Martínez, Laura Gutiérrez, Leonel Godoy, Jacob Rivera, Ulises Lara, Saúl Escobar y Armando Quintero, se lee:
“Llamamos a toda la militancia del PRD a que rescatemos nuestro partido, emprendamos una gran rebelión desde la base para defender el proyecto de lucha democrática que nos dio origen. El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas es el único dirigente capaz de encabezar el movimiento para recuperar los principios del PRD”.
