Cristina García Casado
Washington, 21 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió hoy con los directivos de las principales empresas tecnológicas del país para explicarles los progresos en la reforma de los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), unas medidas que no son suficientes para Facebook.
"El presidente reiteró el compromiso de su Administración para tomar medidas que puedan dar a los ciudadanos una mayor confianza en que sus derechos están siendo protegidos y, al mismo tiempo, permitan preservar las importantes herramientas que garantizan nuestra seguridad", explicó la Casa Blanca en un comunicado tras el encuentro, que duró 90 minutos.
Al mismo tiempo, Facebook emitía un comunicado menos conciliador en el que mostraba su decepción tras un encuentro clave que llega a una semana de que venza el plazo que Obama impuso a su equipo de Gobierno para ultimar y presentar las reformas de los polémicos programas de espionaje de la NSA.
El sector tecnológico del país, uno de los actores principales en este debate, se puso en pie de guerra después de que las revelaciones del exanalista de la NSA Edward Snowden sobre el espionaje en Estados Unidos erosionaran la confianza de sus usuarios nacionales y extranjeros.
Google, Microsoft, Facebook, Yahoo y otras compañías publicaron el 17 de enero una declaración conjunta tras conocer las propuestas de Obama para modificar las prácticas de la agencia en la que consideraron que "faltan por abordar detalles cruciales sobre este asunto".
Facebook fue el primero y de momento el único en reaccionar hoy tras el encuentro con Obama y, en un comunicado, consideró que "aunque el Gobierno ha dado pasos útiles para reformar sus prácticas de vigilancia, estos simplemente no son suficientes".
"La gente de todo el mundo merece saber que su información está segura y, desde Facebook, seguiremos urgiendo al Gobierno a que sea más transparente sobre sus prácticas y más protector con las libertades civiles", añadió.
Las primeras reformas en la NSA anunciadas en enero por Obama no convencieron en su país, donde legisladores demócratas y republicanos, las empresas tecnológicas y los grandes medios las tacharon inmediatamente de poco concretas.
Obama, que defendió entonces en un esperado discurso el equilibrio entre seguridad y privacidad, no logró satisfacer ni a los unos ni a los otros: ni a quienes piden mantener intactos los programas de espionaje de la NSA para evitar ataques a EE.UU. ni a los que creen que estos han ido demasiado lejos.
La reunión de hoy en la Casa Blanca con los directivos de las tecnológicas se enmarca, para la Administración Obama, en un "continuo diálogo sobre los temas de inteligencia, tecnología y privacidad"
Al encuentro acudieron el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg; el de Netflix, Reed Hastings; el presidente de Google, Eric Schmidt; así como el fundador de Palantir, Alexander Karp; el consejero delegado de Box, Aaron Levie, y el de Dropbox, Drew Houston.
La de Facebook fue la única reacción inmediata tras la reunión y llegó una semana después de que Zuckerberg expresara en la red social que fundó su indignación por las prácticas de las autoridades de EE.UU. en internet al considerar que causan "un daño" que tendrá consecuencias, una queja que elevó hasta el propio presidente de la nación.
Zuckerberg dijo entonces sentirse "frustrado" y "confuso" ante las "repetidas informaciones sobre el comportamiento del Gobierno de Estados Unidos", tal y como dijo en su misiva que vio la luz justo el día después de que The Intercept reportara que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) empleaba Facebook como coartada para su espionaje.
Según esa publicación del periodista Glenn Greenwald, que filtró los polémicos documentos originales de Snowden, las autoridades estadounidenses enmascaran sus servidores como si fueran los de Facebook para infiltrarse en ordenadores de personas de su interés y acceder a sus datos.
En respuesta a esa información, la NSA emitió la semana pasada un breve comunicado en el que calificó de "erróneas" tales afirmaciones.
Zuckerberg tiene la impresión, no obstante, de que las autoridades podrían estar propasando esos límites.
"He llamado al presidente Obama para expresar mi frustración sobre el daño que el Gobierno está causando para todo nuestro futuro. Desafortunadamente, parece que se tardará mucho tiempo en (poner en marcha) una verdadera y completa reforma", comentó hace una semana.
Está por ver cómo reaccionan las tecnológicas y también el Congreso, al que Obama ha dejado la última palabra en este asunto, la próxima semana, cuando el Gobierno presentará sus reformas en la NSA tras meses de deliberaciones en las que han participado varios departamentos. EFE