Y no dijo adiós. Pese a que la salida de Jesús Zambrano de la dirigencia del PRD se debió dar este fin de semana, en Consejo Nacional el Sol Azteca avaló extender el legado de «Los Chuchos» unos meses meses más. Será hasta el próximo 30 de agosto, cuando se realice y califique la elección estatutaria, que se sabrá quién tomará las riendas del partido. Mientras, hay Chuchos para rato. Los analistas hacen un balance de lo que ha significado el dominio de esta corriente en la vida del partido y afirman: “Ya no es el PRD que se fundó en 1989…”
Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).– Después de al menos tres representantes en la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la tribu de «Los Chuchos» deja detrás a un Sol Azteca en crisis, desdibujado, cercano al partido en el poder en turno y cada vez más alejado de su militancia e ideales.
La herencia no le corresponde sólo a Jesús Zambrano Grijalva, sino que forma parte de un proyecto político que inició desde el interinato de Guadalupe Acosta Naranjo y que tomó fuerza entre 2008 y 2011 con Jesús Ortega Martínez, el líder de la corriente Nueva Izquierda (NI), coincidieron líderes perredistas y analistas.
La afirmación la sostienen no sólo los críticos más importantes del proyecto de Nueva Izquierda como el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, sino también Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, considerado el líder moral de la fuerza política y lo reconoce, incluso, Carlos Navarrete Ruíz, el candidato de “Los Chuchos” para encabezar a la próxima dirigencia.
Uno de los discursos más encendidos que recuerdan hasta hoy los perredistas, fue aquel de Cárdenas Solórzano en noviembre del año pasado, cuando se plantó frente a Zambrano en el Congreso Nacional de Oaxtepec, Morelos y le dijo que el partido que dirige apoyó al “entreguismo” durante los últimos años.
Después de que los abucheos en contra del presidente nacional se calmaron, Cárdenas tomó la palabra para decir que las divisiones al interior del partido podrían contribuir a que «la representación de la izquierda mexicana, que la gente reconoce, quede en fuerzas que han venido trabajando sin definición ideológica, sin verdadero proyecto nacional consciente o inconscientemente, apoyando al entreguismo».
Cárdenas prosiguió: «estas contradicciones nos desacreditan, nos debilitan, nos desdibujan. Ninguna ventaja ha sacado el PRD, salvo alguna posición burocrática y no política y por cierto menor».
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“El trabajo de Zambrano fue de completa continuidad de Jesús Ortega.Es un proyecto que no abona a las fuerzas de izquierda del país, en suma: hicieron pactos con los partidos que ellos mismos identificaron con la derecha. En 2010 hicieron las alianzas con el PAN [Partido Acción Nacional], con lo que contribuyeron a la pérdida de la identidad partidaria del perredismo. Con Zambrano hay un intento efímero de unidad cuando se postula a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República en 2012, que aceptaron por mero pragmatismo y sin entendimientos”, dijo Héctor Quintanar, especialista de la Facultad Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Pero fue el Pacto por México el rasgo distintivo que selló el proyecto político de “Los Chuchos” para el PRD.
“Hacer pactos con sus enemigos históricos, olvidándose que una buena parte del PRD nació como una incisión del PRI [Partido Revolucionario Institucional], olvidando sus propios orígenes se fueron a los brazos de los priistas y se desdibujaron, hay bastantes signos que lo confirman”, indicó Quintanar.
Para el especialista de la UNAM el PRD se perdió en un afán de “quedar bien con todos” y se olvidaron de su misión de defender su posición ideológica.
Telésforo Nava, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien por muchos años participó en la vida política del Sol Azteca, coincidió con Quintanar: el PRD que deja Nueva Izquierda es un partido que lejos de buscar la Presidencia de la República, se pelea internamente por los puestos.
“Ya no es el PRD que se fundó en 1989. Si se leen los documentos de su fundación y lo que se planteaba y se ve en la práctica de hoy, la lucha por una democratización del país hace rato que se dejó y no sólo son ‘Los Chuchos’ y los bejaranistas, todos andan tras el billete, los elevados salarios, el glamour del poder. A ellos no les interesa que el partido elabore un programa para llevar al pueblo a la lucha para cambiar la situación que significa el PRI”, dijo.
Nava indicó que el PRD se convirtió en un botín que las diferentes “tribus” pelean y se reparten y donde hoy el PRI juega un papel importante.
“Se instituyo la frase ‘acuerdo mata estatuto’, la ley en el PRD no sirve para nada, las bandas se ponen de acuerdo, pasan sobre el estatuto e imponen la ley de las bandas. La dinámica del partido es de subordinación absoluta a la política de Peña Nieto”, dijo.
EL INICIO
Salvador Mora, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el partido que deja Jesús Zambrano, es una fuerza política colocada al centro.
“Un proyecto reformista ‘progre’ dirían ellos. A pesar de haber llegado con demasiadas observaciones su trabajo fue acercar al PRD a una posición moderada, centrista, que para muchos es un pecado, porque realizó alianzas con el gobierno federal que derivaron en el Pacto”, dijo.
El analista detalló que esta conducción del partido no fue privativa de la administración de Zambrano, sino que obedece a un proyecto de Nueva Izquierda que data desde la dirigencia de Guadalupe Acosta Naranjo.
“Desde la presidencia de Acosta Naranjo se vio a un PRD negociador, un partido con un acercamiento al poder por una cuestión política y electoral para obtener beneficios políticos. Triunfos electorales que han tenido una aprobación por el gobierno en turno”, dijo.
Pero aunque el Sol Azteca realizó alianzas electorales con uno de sus enemigos históricos, el PAN en 2010 y 2013, los resultados para la fuerza política no fueron del todo satisfactorios.
Armando Contreras Luna, Secretario de Alianzas del PRD, detalló que si bien en los comicios de 2010 y 2012, el partido tuvo resultados aceptables, el año pasado la caída fue abrupta.
“En el balance de 2012 nos fue más o menos bien. Estuvimos a punto de ganar la Presidencia de la República. En 2013 nos fue mal, nos regresó a porcentajes marginales a cuando inició el partido porque las candidaturas se definieron en la cúpula”, dijo.
El Secretario de Alianzas detalló que la meta mínima de votos que el PRD se planteó en un principio para el pasado 7 de julio fue de 18 por ciento, luego de que en 2010 el partido alcanzó 24 por ciento de las preferencias electorales.
De caer por debajo de 15 por ciento, la cifra era similar a la que se alanzaba a principios de la década de los noventa.
El PRD cayó y no llegó a esa cifra aseguró Contreras Luna. La fuerza política perdió el ayuntamiento de Cancún Quintana Roo y varios municipios de estados como Zacatecas, Veracruz y Puebla.
“El error principal no fue consultar a la militancia y no hacer correctamente las alianzas. Sí influyó la violencia, pero afectó más el uso de los recursos de los programas sociales que hizo el PRI”, dijo.
“SATÉLITE DEL PRI”
Marcelo Ebrard Casaubón, candidato a la dirigencia del Sol Azteca, definió al PRD de Jesús Zambrano como un partido “satélite” del gobierno de Peña Nieto y en crisis con su identidad.
“Todo es control, todo lo están cerrando, porque es más importante el control que el desempeño electoral. Es más importante el control de un partido que ganar las elecciones presidenciales de 2018”, dijo Marcelo en entrevista con SinEmbargo en noviembre.
“Ellos tienen una idea de continuidad que para explicarlo como debe ser, se piensan como una especie de coalición con el PRI, como si fuéramos un gobierno de coalición, están atrapados por un lado. Si le va razonablemente bien al PRI y sobre todo al Presidente de la República en lo que está haciendo, pues en la elección va a ser el PRI el Presidente de la República, no el PRD”, dijo.
Para Ebrard el PRD está tan cerca del PRI que es difícil diferenciarlo y la continuidad de la dirigencia de Nueva Izquierda o “Los Chuchos”, sólo atraerá una marginación política como ocurrió el 7 de julio de 2013.
“Se nos olvida pero, este año Veracruz, zona de desastre, Quintana Roo. Veracruz ya perdió más de un millón de votos de 2012 a 2013 por una serie de decisiones que se tomaron por parte de la dirigencia del PRD nacional. Entonces va haber un declive muy fuerte. El PRD, como principal fuerza de la izquierda, si sigue con esta línea estratégica de continuidad de acuerdos con el PRI va a marginarse, va a estar debajo del 10% en el año 2015. Digo esto porque en 2009 estuvieron en 12% y así, si te vas a cada elección, te vas a dar cuenta de que se les cae la votación, entonces con un PRD pegado al PRI se va acelerar la caída”, indicó.
Carlos Sotelo García, también candidato a la presidencia nacional del partido, aseguró que “Los Chuchos” tomaron al PRD de un tamaño y lo entregan de otro.
“En un tramo de cinco años hemos perdido las gubernaturas de Zacatecas, Michoacán, Chiapas, Baja California Sur, el ayuntamiento de Cancún, Quintana Roo, hemos perdido al principal líder de las izquierdas en México, Andrés Manuel López Obrador, que decidió separarse e irse a formar otro partido político. Hemos perdido en estos cinco años la confianza de varios sectores de la sociedad, de movimientos, liderazgos, sindicatos. El PRD vive una crisis muy severa, que nos ha dañado, deteriorado de forma importante –frente a otras crisis que el partido ha vivido– es muy seria y grave”, aseguró.
Y no sólo los dos candidatos opositores al proyecto de Nueva Izquierda opinan que el Sol Azteca necesita un cambio. Carlos Navarrete Ruiz, el candidato de NI, dijo que hace falta “definición”.
“Tiene que definir una posición política frente al gobierno que le mande un mensaje a la población de que el PRD es un partido socialmente útil, que representa a millones de mexicanos; que es capaz de encabezar las aspiraciones de muchos mexicanos que están preocupados por la economía, el empleo, la inseguridad y la falta de oportunidades”, dijo en entrevista.
Pero a pesar de las críticas a su gestión, para Jesús Zambrano, son infundadas.
Zambrano aseguró hace unos días que su partido no está en crisis y tampoco desdibujado.
“Yo no me voy dejando un partido en crisis. Sostengo que el PRD no está en crisis: sostengo que el PRD vive una complicada situación en un escenario muy complejo del país en el debemos tener una estrategia que nos permita enfrentar sumando todas las formas que se puedan de la sociedad para echar abajo la reforma energética. Nos critican y llenamos dos veces el Zócalo en noviembre y en enero y nosotros estuvimos al frente encabezando esas movilizaciones. ¿Qué movilizaciones encabezan los críticos? Por cierto, a algunos de ellos no los vi ni en noviembre ni en enero en el Zócalo”, dijo Zambrano.
Zambrano asegura que su partido no vivió un proceso de desdibujamiento, sino de “dibujamiento” de una nueva forma de ser oposición en el país.
“Me parece que, insisto, que quienes critican y quieren ver solo la parte negativa para decir: “la única salvación soy yo”, se están equivocando. Yo digo que ese tipo de críticas de las más atroces son una especie, una forma de patear el pesebre”.
El Sol Azteca está por definir a su nuevo presidente nacional y la herencia de “Los Chuchos”, en la figura de Carlos Navarrete, podría postergarse tres años más, todo depende de cómo se muevan las fichas en el tablero durante los próximos meses.
La decisión de Cárdenas Solórzano, para ser el candidato de unidad, está en el aire. Mientras Navarrete no piensa desistir en su afán por la dirigencia.
“LOS CHUCHOS”
Es originario de Guasave, Sinaloa. Licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN). En sus inicios fue líder cañero y también líder estudiantil donde estudió su carrera universitaria.
Guadalupe Acosta Naranjo inició su carrera política en 1989 como miembro fundador del PRD. A los 24 años fue Diputado local del Sol Azteca en Nayarit.
Fue legislador y fue coordinador de la bancada perredista. En esa época compitió por la alcaldía de Tepic, sin éxito.
Acosta Naranjo fue nombrado Subsecretario de Gobierno de Nayarit y para 2005, su carrera política dio un salto a la vida nacional al ser electo como Secretario General del PRD.
El político llegó a la Presidencia Nacional del partido a través de un controvertido interinato con el ahora Senador Alejandro Encinas, quien cuestionó severamente su nombramiento.
Se convirtió Diputado Federal plurinominal para la LXI Legislatura. Como legislador se convirtió en el Representante suplente del Poder Legislativo ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE).
Contendió por la gubernatura de Nayarit y perdió frente al priista Roberto Sandoval y regresó a su curul en la Cámara de Diputados, donde fue Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Actualmente forma parte de la Comisión Política del PRD.
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La carrera política de Jesús Ortega inicio a sus 28 años, cuando se incorporó al Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y fue nombrado Secretario General de esa fuerza política. Luego fue candidato a la gubernatura de Aguascalientes en 1986 por el PST.
Después de la experiencia electoral se separó del PST y fundó el Partido Mexicano Socialista, donde fue Diputado federal. En 1989 fue fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde ha ocupado varios cargos de elección popular y en la vida interna del Sol Azteca.
Dentro de su carrera como perredista está la representación del partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE) en dos ocasiones; tres diputaciones federales y dos senadurías. Contendió en cuatro ocasiones por la dirigencia nacional del partido.
Las primeras tres perdió contra Andrés Manuel López Obrador, Amalia García y Rosario Robles y la última de ellas para el periodo 2008-2011 contendió contra Alejandro Encinas en una elección muy reñida, donde tuvo que resolver el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El Tribunal proclamó ganador a Ortega. Fundó la corriente Nueva Izquierda en 1999, la cual se convirtió en una de las más importantes dentro del PRD.
Fue coordinador de la campaña de Andrés Manuel para las elecciones presidenciales de ese año y después fue coordinador del Frente Amplio Progresista.
Actualmente, Ortega es el líder de la corriente Nueva Izquierda y despacha desde sus oficias ubicadas en la colonia Condesa, en DF.