Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo).– Desde la madrugada del viernes hasta la mañana del sábado, los habitantes del poblado de Linda Vista en el municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero, sobrevivieron a una emboscada de 200 hombres que dejó como saldo cuatro pobladores muertos, dos heridos y dos criminales asesinados, afirmó Leopoldo Soberanis Hernández, director de la Alianza de Derechos Humanos de Guerrero Unido.
En un principio los medios de comunicación locales manejaron –el viernes por la tarde– que se trató de una masacre de más de 20 personas. El sábado, las autoridades de Guerrero desmintieron esa versión y dijeron que fue un enfrentamiento entre dos grupos del crimen organizado rivales.
Sin embargo, el defensor de los derechos humanos desmintió la versión oficial y aseguró que se trató de un ataque de criminales para apoderarse del poblado.
“El ataque empezó desde el viernes a las cinco mañana y paró hasta el sábado a las nueve de la mañana. Pero eso no es lo que dice el gobierno, pues afirma que fue un enfrentamiento entre dos bandas del crimen organizado antagónicos; esa es la versión del gobierno, pero se trata de un grupo armado de más de 200 hombres que sitiaron, rodearon el pueblo y lo atacaron”, dijo.
Entre los muertos confirmados están cuatro pobladores que fueron sepultados el lunes pasado, dos lesionados y dos del comando armando.
“Fueron seis muertos: cuatro del pueblo y dos de su grupo criminal. Ellos [los criminales] recogieron a sus muertos y se los llevaron. En un día sometieron a toda la población”, narró.
Soberanis dijo a SinEmbargo que los fallecidos del pueblo fueron personas alcanzadas por las balas durante el tiroteo, pues muchos de los habitantes viven en casa con techos de lámina.
“Los pobladores cuentan que tuvieron que protegerse con los colchones para que las balas que atravesaban las láminas no les pegaran. Fue un estado de sitio y la población está aterrorizada, traían armas largas y granadas de fragmentanción”, dijo.
Leopoldo explicó que el comando armado es una escisión de Los Caballeros Templarios que operan en la región de Tierra Caliente en Michoacán, que por el “efecto cucaracha” están tomando pueblos de la misma zona en Guerrero.
“Son una incisión de la célula de Los Caballeros Templarios que están migrando a Guerrero para someter a los pueblos y empezar a cobrarles derechos de piso, a extorsionar. Ahorita acabo de hablar con el Comisario Municipal de Linda Vista y me pide ayuda para sacar a 20 familias que están dispuestas a dejar sus tierras, sus casas, todo, porque están horrorizadas y no se quieren esperar a otro ataque”, dijo el defensor de los derechos humanos.
El viernes Soberanis dijo a los medios de comunicación que “el gobierno ha actuado de manera irresponsable, sin responder a lo que le corresponde a la autoridad. Hoy [ayer martes] todo el día insistí vía telefónica con el Gobernador y la respuesta ha sido nula”.
TEMOR EN LINDA VISTA
Un miembro de las guardias comunitarias de la región confirmó la versión de Soberanis y dijo que el ataque ocurrió cuando la población se preparaba para realizar una asamblea y nombrar a sus policías comunitarias.
“El gobierno no quiere aceptar que pasó. Es una comunidad de Tierra Caliente donde fue convocada la asamblea a una reunión de algunos ciudadanos de esa comunidad para platicar en relación de los secuestros, levantamientos y de la privación de la vida de muchos campesinos de esa región. Esa región está enclavada entre Costa Grande y Tierra Caliente, en la parte alta. Ellos se querían organizar para protegerse de la inseguridad porque el gobierno no sube hasta allá”, dijo "Gerónimo" a SinEmbargo. Él es un miembro de la Policía Comunitaria en formación de Teloloapan, ubicado a 120 kilómetros de Linda Vista, y que pidió mantener su nombre en anonimato por temor a represalias.
El sábado el gobierno de Guerrero, a través del titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Iñaki Blanco Cabrera, negó la masacre que se difundió en un principio y anunció que en un recorrido que se realizó en el pueblo, solo se encontraron dos hombres muertos, uno calcinado y otro con heridas de arma de fuego.
"Gerónimo" explicó que el ataque ocurrió porque miembros del crimen organizado fueron alertados por “halcones” de la misma comunidad, que la población planeaba organizarse para combatir la inseguridad.
“En todas las comunidades hay halcones y entonces y los sorprendieron y pasó una matanza. El gobierno no reconoce porque evade su responsabilidad, pero allá, la gente está callada, sufriendo su dolor, esperando que alguien resuelva su asunto”, dijo.
El poblador y vecino de Linda Vista, dijo que el poblado se encuentra a 250 kilómetros del puerto de Acapulco y que forma parte del “caos” que se vive en Guerrero, donde “no hay pueblo donde no esté infiltrada la delincuencia organizada”.
"Gerónimo" es habitante de Teloloapan, un municipio que también se encuentra inmerso en una historia de terror, donde el domingo por la noche la población bloqueó la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano y tomó el Ayuntamiento.
El policía comunitario y otros pobladores acudieron a El Ocotito, el martes pasado, para recibir asesoría de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG) y levantarse en armas en su municipio.
“La gente se está organizado porque no hay pueblo de Guerrero que no esté sufriendo por el crimen organizado. Los criminales son como el viento invisible, no se ven sus rostros, pero todos los días extorsionan, cobran derecho de piso, secuestran y levantan gente. Anoche mismo secuestraron a dos comerciantes y no sabemos nada de ellos”, dijo.
Gerónimo indicó que en su municipio alrededor de 500 familias han sido afectadas por la violencia del crimen organizado, sin que las autoridades hagan algo efectivo para solucionar el problema.
“Han secuestrado a maestros, transportistas, empresarios y a pesar de que está el Ejército y La Marina no hay garantía de seguridad. Ya no tenemos médicos, ni enfermeras, las escuelas están sin maestros, hay una parálisis de toda la economía, los negocios están cerrando. Todos los días estamos en suspenso”, dijo.
El comandante de la policía comunitaria de Xaltianguis, Miguel Ángel Jiménez Blanco, dijo que lo que se vive en la región de Teloloapan es más violento que lo que en su momento aquejó al pueblo de El Ocotito.
“Ellos ahorita están muy mal y vinieron a El Ocotito para asesorarse porque la gente se va a levantar en armas allá. Ya no aguantan la violencia”, dijo.
El párroco de Tlapa de Comonfort, Guerrero, Mario Campos Hernández, creador de la Policía Comunitaria de esa entidad en la región de la Montaña, aseguró que todos los días hay hechos violentos y matanzas en los pueblos de la región de Tierra Caliente, Chilpancingo y Costa Grande, donde está focalizada la violencia.
“En Tierra Caliente tengo entendido que hay guerra y una confrontación con narcos de Michoacán. Yo no he ido a Linda Vista, donde se dice que ocurrió esa masacre, porque yo estoy ahorita en la parroquia, pero en Guerrero, todos los días hay enfrentamientos”, dijo.
El sacerdote católico, que estuvo en El Ocotito hace dos semanas para acompañar al pueblo y a las policías comunitarias, dijo que en las regiones donde no existe la “seguridad ciudadana”, es donde la inseguridad está más recrudecida.
“Donde no hay seguridad ciudadana, del pueblo, es donde los criminales están haciendo lo que quieren. En El Ocotito y la región de Costa Chica, la situación ahorita está calmada, pero el gobierno quiere que entre la Policía Rural para tener el control, pero no solucionan el problema de seguridad”, dijo.
AGUIRRE QUIERE DESARMAR AL PUEBLO
De acuerdo con los miembros de la UPOEG, el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, busca que la Policía Comunitaria entregue sus armas a la Policía Rural.
“Aquí en El Ocotito y en los poblados aledaños la inseguridad ya se calmó, pero estamos sufriendo una embestida de desprestigio del gobierno, para que entreguemos nuestras armas”, dijo Miguel Ángel Jiménez, comandante comunitario de Xaltianguis.
Miguel Ángel indicó que la UPOEG ha mantenido reuniones con diputados federales, locales y con el Gobierno del Estado, donde se les pide que desistan de su movimiento.
“Nos quiere desprestigiar. Ya nos han sacado varios periodicazos con notas que no están firmadas por nadie, donde se dice que la gente ya no nos quiere. Al contrario la gente está viniendo de más poblaciones de Guerrero porque quiere Policía Comunitaria, porque ya no aguantan a los criminales. Aquí nosotros les decimos que si quieren que entreguemos las armas y la misma población nos dice que no”, dijo.
El comandante comunitario señaló que la petición expresa del gobernador Aguirre es que no continúen extendiéndose en el territorio guerrerense.
“Pero nosotros no mandamos, la gente nos pide la ayuda. En El Ocotito estuvieron seis meses llamándonos desesperados y hasta que pudimos ir, mientras la población nos apoye, acá estaremos”, dijo.