Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- Alfredo Di Stéfano llegó de Sudamérica para enfilarse en el Barcelona, máxima representación de Cataluña y enemigo fático del centralismo madridista en poder del General Francisco Franco. La Saeta Rubia, un espectacular futbolista de gran pegada y olfato goleador, acabó en el Real Madrid por una serie de lagunas contractuales, además de la Federación Española de Futbol quien negó por completo el fichaje con el cuadro catalán. El argentino llegó así a Chamartín para glorificar a la entidad blanca. El episodio quedaría guardado en la memoria de los blaugranas, cambiando para siempre su historia.
Tan fresco está el recuerdo, que en días pasados, Jospep Maria Bartomeu Floreta , presidente del club, tras la renuncia de Sandro Rosell explicó las claúsulas pagadas por el club que acrecentaron el monto oficial del fichaje de Neymar. El Barca tuvo que aceptar que los 57 millones, que un día se informó como cifra para llevar al astro brasileño, están muy alejados de la realidad. Por primera vez en muchos años, amparado por el visto bueno del padre y agente del jugador para romper el pacto de confidencialidad, el organismo blaugrana aceptó haber desembolsado 86.2 millones de euros. En plena crisis institucional, el equipo de futbol está empatado en la cima de la liga española con el Atlético de Madrid.
Jordi Cases es un farmacéutico catalán pro independentista y socio del Barcelona. En pleno derecho de saber lo que se hace con el dinero del club, presentó una querella solicitando saber el por qué se habían pagado 40 millones de euros a la sociedad N&N, por el pase de Neymar Jr. La empresa brasileña es propiedad del padre del jugador. Desde ahí se manejan todos los contratos deportivos y publicitarios que el nuevo ídolo brasileño tiene ante la mesa. Sin embargo, el hermetismo de Rosell terminó en la portada de La Vanguardia. El rotativo informaba el proceso judicial que el Juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, había tomado por “contratos simulados”. El “Caso Neymar” presentaba hasta nueve acuerdos laborales, pese a la legitimidad que Sandro Rosell declaraba ante los medios. El mandatario tuvo que marcharse, alegando haber recibido amenazas.
Apoyado por la querella de Cases, Ruz inició la investigación tras haber encontrado “elementos suficientes” para adentrarse a los detalles del fichaje de Neymar. Esta decisión provocó un revuelo institucional en la entidad culé. Antes de la resolución judicial, el presidente decidió renunciar y que su sucesor presentara todos los documentos para esclarecer la situación, a la espera de que la investigación judicial determine las resoluciones pertinentes. Un día después del adiós voluntario de Sandro, Bartomeu se presentó ante la plantilla y el cuerpo técnico para después atender durante dos horas las preguntas incisivas de la prensa. De entrada, las formas del nuevo líder dirigencial son diferentes a las de Sandro, tan intermitente y corto en sus declaraciones.
Desde Brasil, el Santos se siente engañado por el fichaje de su máxima figura los últimos años. “Al parecer recibimos puras migajas”, declaró la directiva brasileña que solo recibió 17 millones por el 55% del pase. A la par de Rosell, el presidente santista Odílio Rodrigues podría enfrentar cargos en contra por “hacerle daño al club”. Se espera que en los próximos días, la Policía Federal brasileña podría solicitar los documentos relacionados con el último contrato firmado por Neymar en su estancia brasileña. En Madrid se ha hecho eco la noticia, después de tantas peticiones sobre el caso Bale, quien todavía tiene muchas dudas en la parte contractual. El socio que inició el proceso, metida retirar la querella, aunque el proceso judicial seguiría. “No me gusta que se utilice en contra de Cataluña y del Barca. Como catalán e independentista, me indigna”, opina Cases. Neymar costó 86 millones de euros, según el club. Falta la investigación de la Audiencia Nacional.