El termostato tiene la culpa: mientras el frío ayuda a perder peso, la calefacción favorece los kilos de más

27/01/2014 - 12:30 am
Los investigadores afirman que la exposición frecuente a un frío moderado puede ayudar a nuestro organismo a bajar de peso. Foto: EFE
Los investigadores afirman que la exposición frecuente a un frío moderado puede ayudar a nuestro organismo a bajar de peso. Foto: EFE

Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).- En la actualidad, en la mayoría de los países desarrollados, sus habitantes pasan la mayor parte del tiempo aislados, expuestos a una temperatura con pocas variaciones. Mientras que ésta práctica en las zonas con clima frío tiene el objetivo de contrarrestar las bajas temperaturas, las consecuencias de habituarse a la calefacción puede ocasionar un aumento de peso. Este es el reciente descubrimiento de un grupo de científicos que afirma que bien valdría la pena soportar el frío del exterior con tal de perder algunos kilos.

Es así que un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht sostiene que una exposición frecuente a un frío moderado puede ayudar a nuestro organismo a potenciar el gasto de energía y a bajar de peso.

Los investigadores, encabezados por Wouter van Marken Lichtenbelt, empezaron a estudiar los efectos del frío en el organismo hace más de 10 años. El estudio surgió a raíz de la pregunta ¿Qué pasaría si dejamos que nuestros cuerpos actúen para controlar la temperatura interior? Esto, luego de que observaran que la mayoría de la población permanece el 90 por ciento de su tiempo expuesta a una temperatura ambiente ajena a las variaciones ambientales. No obstante, consideraron que también había que comprobar si los ambientes cálidos y confortables del hogar o de las oficinas podían ser causantes de obesidad.

La hipótesis de los especialistas fue confirmada luego de que encontraran que los voluntarios que participaron en su estudio aumentaron el porcentaje de grasa parda luego de que permanecieran seis horas diarias a una temperatura de 15 grados durante 10 días. Aseguran que permanecer a esa temperatura no es tan duro y que los participantes terminaron por acostumbrarse al frío y a sentirse más cómodos a menos grados, publicó la revista especializada Trends in Endocrinology & Metabolism.

Además de la practica de ejercicio, los especialistas recomiendan exponerse a una temperatura moderadamente baja para reducir de talla. Foto: Cuartoscuro
Además de la practica de ejercicio, los especialistas recomiendan exponerse a una temperatura moderadamente baja para reducir de talla. Foto: Cuartoscuro

Sin embargo, el estudio de los holandeses no se trata del único en su tipo, ya que recientemente un grupo de científicos japoneses realizaron un experimento similar con un grupo de voluntarios a los que tuvieron dos horas al día a 17 grados durante seis semanas.

De esta manera, se comprueba que no es necesario morir de frío para obtener los beneficios de exponerse a la temperatura ambiente, ya que una temperatura a de entre 15 y 17 grados centígrados (un rango perfectamente tolerable) favorece la producción de grasa parda, una grasa buena que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada.

Teniendo en cuenta lo anterior, los autores concluyeron que los mecanismos que pone en marcha el organismo para contrarrestar el frío y no tiritar pueden representar desde un pequeño gasto de energía hasta un 30 por ciento del presupuesto de energía del cuerpo, lo cual se traduce en una pérdida de peso.

Por tal motivo, además de una dieta adecuada y la practica de ejercicio, los especialistas recomiendan ahora pasar más tiempo expuestos a una temperatura moderadamente baja y, de ser posible, habituarse a ella. "Así estaríamos más protegidos de la obesidad y seríamos menos vulnerables a los cambios repentinos de la temperatura ambiente, dijo Lichtenbelt.

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