Ciudad de México, 24 de enero (SinEmbargo).- Se dio el lujo de paralizar la liga japonesa de béisbol y de tener al pendiente 12 franquicias de las Grandes Ligas en las puertas del hotel donde se hospedó en Los Ángeles. Su talento lo convirtió en una sensación representada perfectamente por su marca de 24-0 la última temporada en el Oriente del mundo. Masahiro Tanaka tiene 25 años y las cosas muy claras para su futuro. Incapaz de rechazar la oferta y el misticismo de una organización emblemática en el mundo, ha decidido firmar un contrato de 155 millones de dóalres por siete años con los Yankees de Nueva York. Los rumores que lo ponían en el roster de los Dodgers terminaron por desplomarse ante la confirmación neoyorkina.
Casey Close, su agente, dio a conocer la noticia revolucionando a la pelota caliente de la Gran Carpa. Desde hace un par de semanas, el cuadro de Tohoku Rakuten, habían permitido a su figura negociar con las franquicias del mejor béisbol del mundo hasta hoy por la noche, día en el que se cerraba el trato. A contratiempo, Tanaka puso su mirada en la Gran Manzana “para ganar la Serie Mundial”, declaró en conferencia de prensa el nuevo pitcher Yankee. Los Mulos de Manhattan no ganan el anillo de campeonato desde hace cuatro años, una eternidad para la gran exigencia que implica vestir esa franela. Masahiro es la última pieza clave de un cuadro renovado que pretende olvidar los últimos fracasos.
La última joya del béisbol nipón cimbró el suelo de las Grandes Ligas cuando anunció su intención de probar suerte en Estados Unidos. Diplomáticos, comportándose conforme a las reglas establecidas, las organizaciones presentaron sus proyectos y los posibles contratos. En las apuestas, eran los Yankees los que llevaban ventaja, necesitados de otro golpe mediático en lo que va del mercado. Tanaka, sin ser cerrador, llega con la estela dejada por Mariano Rivera. El japonés pretende convertirse en el pitcher referente del mítico cuadro. “No puedo esperar para lanzar desde la loma del Yankee Stadium”, declaró un sonriente Masahiro frente al micrófono.
Ese lugar, el más alejado del mundo como le han llamado los románticos de este deporte, lo espera ya en Nueva York con la expectativa de millones esperando ver si vale lo que tantos han dicho que vale. A mediados de la pasada década, probó la fama nacional cuando lideró a su equipo de preparatoria para ganar dos campeonatos consecutivos en Japón. En 2007 se convirtió en profesional, ganando el premio a novato del año. Año tras año, el rendimiento de Tanaka fue incrementando hasta que en 2013, rompió cualquier pronóstico positivo sobre su juego. Su record perfecto, pieza clave para el primer título en la historia del Rakuten, lo catapultó para llegar pronto a la MLB. Se ha convertido en el nipón mejor pagado en la historia de las Grandes Ligas.
Las dudas sobre si su rendimiento será el mismo en la exigente filosofía de las Grandes Ligas llegan más por el lado personal. Activo en redes sociales, algunos ven este factor como una distracción. Tanaka tendrá que acostumbrarse a un nuevo ritmo de juego, pero sobre todo a las condiciones de una sociedad distinta. Sin saber el nuevo idioma, su máxima carta de presentación es el talento que tiene a todos deslumbrados. “En Japón, un mal lanzamiento puede terminar siendo un hit, pero en las Mayores, eso puede significar un home run. El poder de bateo es diferente”, declaró consciente de lo que le espera. La nueva figura Yankee llegará a Nueva York con Mai Satoda, su esposa y cantante de pop, quien habría preferido un lugar en la costa oeste con un clima más calido. “Ella apoya mi decisión”, finalizó Masahiro.
