Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).- El Abierto de Australia abrió la temporada de la ATP con todo su calor agotando la expectativa por ver a los mejores tenistas del mundo en acción. En Melbourne hubo una ebullición de esa emoción contenida desde el Torneo de Maestros a finales del año pasado. Con temperaturas que pasaban de los 40 grados centígrados, inició el primer Grand Slam de la temporada con dos nombres figurando sobre el resto por su pasado reciente. Novak Djokovic lideraba la rama varonil con un tricampeonato consecutivo que lo hacía el principal favorito. Por las mujeres, Victoria Azarenka había reinado en Australia los últimos dos certámenes. Este 2014, la sorpresa se instaló en esas canchas rápidas.
Stanilas Wawrinka, un suizo enjundioso con menos talento que Federer pero con la misma sed de triunfo, eliminó al serbio en un cinco sets para el recuerdo. En poco más de cuatro horas, se diluyó la esperanza de ver a un tetracampeón en Melbourne. Dos fallas de Nole en los últimos puntos, provocaron la alegría de Stan y el reconocimiento de Djokovic para un rival que supo ser mejor en los momentos clave, sobre todo en lo mental. Se despedía así quien para muchos es el mejor del planeta aunque el ranking lo coloque por detrás de Rafael Nadal. En semifinales, Tomas Berdych se enfrentará a Wawrinka con la ilusión renovada, y recién convertido en serio aspirante al título por la simple razón de haber quitado del camino a un hueso duro de roer.
Apenas unas horas después del descalabro mayúsculo en la rama varonil, Victoria Azarenka salió a la escena principal del torneo pensando en continuar con su paso triunfal en Australia. Agnieszka Radwanska se convirtió junto a Wawrinka en los encargados de provocar un temblor en los pronósticos iniciales. La polaca no solo venció a la bielorrusa, sino que demostró tener el temple necesario para intentar competir por la corona. Tras perder el segundo set de la manera dramática que siempre implica jugar un tie break. Con parciales de 6-1, 5-7 y 6-0, sello su pase a semifinales donde ya la espera la eslovaca Dominika Cibulkova, en otro duelo de jugadores provenientes de Europa del este.
Fueron 18 victorias consecutivas para Azarenka quien ha comenzado con el pie izquierdo su carrera por ser la mejor del planeta. Una obsesión en la que se interpuso Serena Williams durante 2013. Victoria no pudo aprovechar el descalabro de la estadounidense, eliminada antes de los octavos de final. Lo preocupante para la bielorrusa fue su poca capacidad para sacar lo mejor de sí en el quinto set, donde perdió la concentración en su juego. Con la ilusión de convertirse en tricampeona como lo había hecho Nole. Se despide la otra defensora del título siguiendo el camino del serbio.
Agnieszka Radwanska es ahora la que tiene los ojos encima, además de Li Na, única semifinalistas con un Grand Slam ganado, luego de haber conquistado el Abierto de Francia en 2011. La china se medirá a Eugénie Bouchard, una canadiense poco esperada en estas instancias. La revelación del torneo intentará hacerle frente a la asiática de gran forma durante los dos últimos años. En la rama femenina, Australia también tendrá una nueva figura a quien venerar. El refrescante cambio de nombres le da una nueva dimensión al inicio de temporada. Australia ha dejado desmayos, un amor espontáneo por los hielos provocados por el golpe de calor, y nuevos campeones.
