Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).- Mientras los favoritos siguen su curso, un aspecto climatológico tiene en vilo a los jugadores del Abierto de Australia. Una ola de calor ha pegado con gran fuerza en las puestas de Melbourne, provocando consecuencias llamativas y preocupantes. Las bolsas de hielo van y vienen para tratar de refrescar a los tenistas resguardados en la sombra de la sombrilla a su disposición. A pesar de esta iniciativa, se registraron seis abandonos por lesión en un mismo día. Todo eso pasa con la mayoría de las gradas sin el calor corporal de los aficionados que decidieron resguardarse de los 43 grados centígrados que el termómetro ha registrado en un punto de la tarde.
Un niño recogepelotas se desvaneció en la cancha, aumentando la cobertura de cuidados a todos los que están expuestos. Los jóvenes han ido rotando sus lugares 15 minutos antes de lo establecido. Las emociones han sido mesuradas a pesar del empuje de los grandes favoritos instalados ya en la siguiente ronda. La sorpresa no ha llegado desde el marcador final, sino de los desmayos, vómitos de los participantes, en medio de una condición meteorológica insoportables. El sol esplendoroso, es el único que no rehuye para ver en acción a los mejores del mundo. La ATP intenta mesurar las posibles consecuencias, mientras sus atletas disputan cada punto con la intensidad de siempre, para después quejarse frente a los micrófonos.
Jo-Wilfred Tsonga, baluarte francés, venció al italiano Filippo Vilandri con parciales de 7-5, 6-3 y 6-3. El galo no desestimó en describir lo que había sentido dentro de la pista, más allá de la oposición impuesta por su rival. "Se podía haber frito un huevo sobre el cemento", declaró. A es goza se le unió la del legendario Roger Federer, hombre record quien disputa su Grand Slam 57 de forma consecutiva. El suizo cuenta que con el calor, la pelota vuela mucho más. Entretanto, el resto de competidores abren la boca lo más que pueden intentando tomar hasta el último espacio de aire disponible, en plena escasez. Victoria Azarenka, campeona defensora, declara con el tono de Tsonga al describir la pista "como un sartén".
Los abandonos han sido las principales noticias del Abierto, además del constante seguimiento a los nombres que protagonizarán las rondas finales. El cemento de Melbourne se ha convertido en el primer rival a vencer para quienes salen a la pista. Después, está la competitividad de siempre, frente al colega que está del otro lado de la cancha. El Tenis tiene en sus principales características, conmover al aficionado con proezas sobre humanas, tan memorables como imposibles en la teoría. A unos días del inicio del primer Grande del año, el calor está haciendo su parte para seguir engrandeciendo lo que muchos han construido con su talento.
Los pronósticos indican que la ola agobiante continuará hasta el sábado. Conscientes de esto, los tenistas se adecuan lo más que pueden con estrategias de hidratación extras. Se espera que el viento haga intente su parte para refrescar un poco el agobio. Los hielos llegan en cantidades importantes hasta la silla de descanso. Entre pausa y pausa, los protagonistas envuelven los cubos en toallas, colocándoselas en los puntos clave. La idea de enfriar el cuerpo, es una de tantas estrategias para aminorar el impacto de las condiciones climáticas. Al análisis tenístico, se le han unido técnicas de supervivencia vitales para continuar con el andar dentro de un torneo de mayúsculas expectativas.