Ciudad de México, 16 enero (SinEmbargo).- Son pocas las ocasiones que como aficionados al cine tenemos de ver películas de otros rumbos que no sean Estados Unidos o Europa, razón de más para celebrar el estreno mañana de Bekas, un filme de Irak a cargo del laureado Karzan Kader.
El cineasta, nacido en Kurdistán en 1982, reside desde niño en Suecia, en cuya Academia de Artes Dramáticas de Estocolmo se graduó como director.
Bekas es su primer largometraje y fue galardonado con el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Dubai (Emiratos árabes Unidos).
“Bekas es una palabra extremadamente respetable en lengua kurda. Ser un bekas significa haber perdido a todos los miembros de tu familia en la guerra, estar completamente solo en el mundo. Es escalofriante.
En el Kurdistán iraquí, cuando era niño solía soñar que Rambo nos ayudaba a pelear contra los ejércitos de Saddam. Ese es el origen de la idea que dio forma a la película donde confluyen muchos episodios de mi propia vida, que transformados o aumentados, conforman la historia”, dijo.
El 16 de mayo de 1988, la ciudad de Halabja, en Kurdistán, fue atacada con gas mostaza por parte de las fuerzas de Saddam Hussein. Murieron alrededor de 10 mil civiles y quedaron muchos huérfanos, sin casa ni familia, deambulando por las calles.
En dicho escenario, se desarrolla la historia de Dana y Zana, hermanos de 12 y 6 años respectivamente que sobreviven como boleadores de zapatos y a los malos tratos de que son objeto por parte de los habitantes del pequeño pueblo kurdistaní donde nacieron.
Cuando en el cine del pueblo se proyecta Superman, los niños tratan de ver la película detrás de la cabina, sin pagar la entrada, pero son descubierto por el dueño que los golpea brutalmente.
Es entonces que Dana cae en la cuenta de que hay un lugar, de donde viene Superman, donde las cosas son mejores y que vale la pena hacer esfuerzos para llegar allí.