Una madre en Wisconsin sospechaba que a su hijo autista, de apenas tres años, las terapias ocupacionales, impartidas en su propia casa por un terapeuta, no estaban funcionado.
La mamá de Caeden Lowe decició colocar una cámara escondida en el cuarto de juego de su hijo y cuál sería su sorpresa al comprobar que el terapeuta, Stephen Jacobs, de 27 años, maltrataba al menor.
Jacobs era uno de varios terapistas que había trabajado con Caeden en Milwaukee.
El niño padece un severo autismo que le impide comunicarse con sus padres.
Stephen Jacobs fue arrestado y el caso está bajo investigación.