Ciudad de México, 1 enero (SinEmbargo).- El periodista español Leontxo García se ha ganado a lo largo de una intensa carrera profesional el título amateur de “ministro plenipotenciario del ajedrez”.
Lo ha hecho esgrimiendo varias virtudes y “alternando el rigor de un científico, la pasión de un enamorado, el fervor de un apóstol, la paciencia de un pedagogo y el interés por la noticia de un periodista de raza”, afirma el filósofo y pedagogo José Antonio Marina.
Precisamente, Marina es el encargado de escribir el prólogo de ¿Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas? (Planeta), el libro con el que García, nacido en Irún en 1956, describe el amor a una actividad a la que le ha dedicado gran parte de su tiempo y que le ha permitido, entre otras cosas, entender que el ajedrez es algo más que un juego.
“Para disfrutar y comprender todo lo que cuento en este libro no hace falta saber nada de ajedrez, ni siquiera sus reglas del juego”, afirma Leontxo en la introducción de un trabajo fascinante, destinado a descubrir secretos y mitos del ajedrez.
Por qué hay tan pocas mujeres en el ajedrez; cómo es posible que la mayoría de los jugadores tenga una memoria asombrosa; cómo funciona el cerebro de un ajedrecista; la relación del deporte mental por excelencia con la locura, el dopaje y las matemáticas, así como las conexiones del ajedrez con la informática, son las materias que el autor analiza capítulo a capítulo, con un lenguaje ameno y accesible.
Leontxo García es uno de los periodistas de ajedrez más prestigiosos del mundo, especialista del diario El País y Radio Nacional. El gobierno español le concedió la Medalla al Mérito Deportivo 2011 y ha recibido varios premios internacionales.
Escritor, conferenciante, investigador presentador y comentarista de torneos, es un experto en pedagogía y aplicaciones sociales del ajedrez.
En entrevista con SinEmbargo, García reconoce que desde el punto de vista mediático disfrutamos de mejores épocas para el llamado deporte ciencia.
“En el pasado disfrutamos de personajes muy atractivos para los medios, a veces por razones extra ajedrecísticas. Estoy pensando en Bobby Fischer y Boris Spaski en el 72, cuando en plena Guerra Fría, entre los dos países más poderosos del mundo, Estados Unidos y la URSS, el botón de la bomba nuclear estuvo a punto de ser pulsado en varias oportunidades”, dice.
“En ese ambiente de máxima tensión, se jugó el Campeonato del Mundo de Ajedrez entre representantes de esos dos países, un hecho que tenía un valor simbólico irresistible para la prensa”, agrega.
Por otro lado, el ajedrez del siglo XX estuvo también marcado por los estilos diferentes de los rusos Gari Kasparov y Anatoli Karpov, dos hombres que tenían además maneras distintas de entender la vida cuando el país más poderoso del mundo comenzaba a caerse a pedazos.
Ya no existen esas rivalidades furibundas y luminosas, batidas memorables a la luz de los focos del mundo. Para que ello ocurriera, la final de un campeonato del mundo debería disputarse entre un palestino y un israelí, por ejemplo.
A cambio, ha quedado el ajedrez con “la enorme utilidad del ajedrez como herramienta social y pedagógica”, según apunta García, quien ha escrito Ajedrez, ciencia y pasiones mezcladas precisamente para destacar esos aspectos del juego.
En ese sentido, el profesional está convencido de que si el ajedrez sólo se difunde como deporte siempre será minoritario.
“Debemos promoverlo por su inmensa utilidad social, porque de ese modo llegaremos a sectores más amplios de la sociedad, a más patrocinadores…lo que generará más jugadores y se irá agrandando” el universo ajedrecístico, afirma.
– Usted equipara el ajedrez con el valor que tienen la música y la matemática para crear niños prodigio
– Bueno, eso está demostrado científicamente. La música, el ajedrez y la matemática son las tres disciplinas que más niños prodigio han producido. Entre las tres, el factor común es la inteligencia abstracta y si además uno repasa por ejemplo la historia de la literatura, es difícil encontrar en ella a un escritor escribiera como un genio a los 12 años. En la música, el ajedrez y en la matemática encontramos varios casos de personas que a esa edad produjeron cosas geniales.
¿POR QUÉ LAS MUJERES JUEGAN PEOR?
“Linares, febrero de 1994. Se disputa la primera ronda del XII Torneo Internacional. Judit Polgar aprovecha para ir al baño mientras su rival piensa y allí –en el servicio de señoras- se encuentra a Gari Kaspárov, lavándose las manos. ¿Despiste del campeón del mundo? No exactamente; más bien, una cuestión de costumbres automatizadas. Era el quinto año consecutivo que Kaspárov jugaba en Linares y en los cuatro anteriores no hubo mujer alguna entre los participantes; por tanto, él ganaba tiempo y comodidad utilizando el baño de las damas, que sus colegas frecuentaban menos que el de caballeros”.
– Las hermanas Polgar subvirtieron el paradigma que indica que las mujeres no pueden jugar bien al ajedrez…
– Bueno, es un debate todavía abierto. No se sabe por qué las mujeres juegan peor que los hombres. ¿Es algo genético? ¿Es algo adquirido? ¿O una cuestión totalmente hormonal como la que planteo en mi libro? Entre los 100 mejores ajedrecistas del mundo sólo hay una mujer, Judit Polgar. Hasta hace pocos años, entre los 500 mejores no había una representante femenina. Eso en principio es un misterio porque en el ajedrez la fuerza física no tiene ninguna importancia. Hasta llegar a la pubertad, según mi investigación entre maestros de escuela de muchos lugares distintos, sin conexión entre sí, el interés por el ajedrez así como su fuerza para el juego eran prácticamente nulos entre las niñas. Analizando todo esto me encontré con dos libros sobre el cerebro femenino y el masculino de la psiquiatra estadounidense Louann Brizendine. Ella dice que cuando llega la pubertad, el cerebro del niño se llena de testosterona y eso los incita a ser muy competitivos; para ellos, ser los mejores en algo es muy importante. El cerebro de las niñas, en cambio, a la misma edad, se llena de progesterona; para ellas lo importante es ampliar sus redes sociales, profundizar el contacto humano. Cuando pasan la pubertad y llegan a interesarse por el ajedrez, si hablamos de ajedrez de alta competición, ya es tarde. Lo que no hayas progresado a esa edad, ya no lo hará. La conclusión sería que las mujeres están tan capacitadas o más para jugar al ajedrez, pero en la edad crucial desde el punto de vista del desarrollo deportivo, están más interesadas en otras cosas.
EL PERSONAJE MÁS FASCINANTE EN LA HISTORIA DEL AJEDREZ
“…es falso que viviera como un vagabundo, como se ha dicho repetidamente tras su muerte en diferentes medios. Fischer tenía dinero abundante en el banco y vivía en un país muy rico, de magníficos servicios públicos. Le envié tres cartas a través de uno de sus pocos amigos, el gran maestro Helgi Olafsson. Contestó a la tercera diciendo que tenía una buena opinión y un recuerdo muy grato de mí y que tal vez me llamase al hotel. Pasé la última noche de mi estancia pegado al teléfono, pero no sonó, y recuerdo que luego me alegré de ello, en el camino hacia al aeropuerto, en un paisaje volcánico y nevado, porque pensé que era mejor así. Ahora, mientras escribo estas líneas, otra vez con dolor por la muerte prematura de un ser excepcional, veo con absoluta claridad que ese plantón fue el mejor regalo de despedida de Fischer, la mejor muestra de que me apreciaba: si yo hubiera sido el autor de su última entrevista, ahora lo estaría lamentando. Gracias, Bobby, hasta siempre”.
Uno de los capítulos más interesantes del libro de Leontxo García lo constituye el dedicado al gran campeón estadounidense Robert Bobby Fischer (1943-2008), con el que mantuvo una relación intermitente, de gran ambivalencia, como sorpresivo y contradictorio era lo que el autor llama “el personaje más fascinante en la historia del ajedrez”.
“A título personal le debo mucho. En primer lugar, no estaría dando esta entrevista si no fuera por él, dado que fui uno de los millones de personas que en 1972 se engancharon al ajedrez gracias a Fischer. Además, siempre me trató muy bien”, cuenta García.
– Un personaje sin duda contradictorio…
– Primero hay que decir que fue uno de los hombres que más ha hecho por la popularidad del ajedrez en el mundo. Dicho esto, Bobby Fischer es también el ejemplo de lo que los padres no deben hacer nunca con algún niño o niña que muestre un gran talento para lo que sea. Unos padres educadores no deben permitir que ese niño se obsesione con su pasión y no se desarrolle como ser humano. Bobby sólo se desarrolló como ajedrecista. Es el gran tótem carismático del ajedrez, pero también es el ejemplo muy negativo de cómo no hay que tratar a alguien que muestra mucho talento a edad temprana.
EL DECÁLOGO
Para difundir los postulados por medio de los cuales Leontxo García quiere demostrar por qué el ajedrez constituye una actividad fundamental para el desarrollo humano, el autor elaboró un decálogo pertinente, a saber.
1. Desarrolla la inteligencia
2. Es útil contra el Alzheimer
3. Tiene numerosas aplicaciones sociales
4. Internet: Ningún otro deporte puede practicarse por Internet. Además, retransmitir un torneo en directo y con calidad excelente es muy más barato en ajedrez que en la mayoría de los deportes. Y también es un medio excelente para dar clases o entrenarse a distancia.
5. Universal: Pocas federaciones mundiales tienen 178 países afiliados como la FIDE. Dos personas que hablen idiomas absolutamente distintos pueden entenderse con un tablero de por medio.
6. Barato. El ajedrez es uno de los deportes menos costosos en cuanto a su infraestructura básica. Por tanto, es muy adecuado para su fomento masivo en países como China o India, con las mil 300 y mil 100 millones de habitantes, respectivamente.
7. Imagen: Todo patrocinador, público o privado, que ligue su imagen con la del ajedrez la está asociando a la inteligencia.
8. Arte y ciencia: Las conexiones del ajedrez con las matemáticas, la medicina, la música, la literatura, el cine, la psicología y otras ciencias y artes lo hacen sumamente atractivo para su difusión periodística.
9. Historia: Muy pocas actividades humanas tienen más de 15 siglos de historia documentada.
10. Personajes interesantes: En general, los ajedrecistas de élite son personas mucho más interesantes (para una entrevista, por ejemplo) que los demás deportivas y especialmente si se comparan con los futbolistas. La historia del ajedrez está repleta de vidas novelescas. Además, el ajedrez, la música y la matemática con las tres actividades que producen más niños prodigio.
¿KARPOV O KASPÁROV?
Preguntarle a Leontxo García si prefiere a Gari Kaspárov o a Anatoli Karpov es –dice- como si le preguntaran si prefiere más a su padre que a su madre.
“Los dos son muy importantes en mi vida. Con ambos tengo muy buena relación y gracias a ellos soy un privilegiado que hace las tres cosas que más le gustan en la vida: el periodismo, los viajes y el ajedrez”, afirma.
“Quienes me convirtieron en un periodista conocido fueron ellos y puedo decir sin exagerar en absoluto que entre los años ’85 y ’90 estuve más días con Karpov y Kaspárov que con mi familia. Elegir es muy complicado”, agrega.
- ¿Quién aporta hoy más al ajedrez?
- Sin duda alguna, Kaspárov. Sigue más activo en el deporte que Karpov.
- ¿Son muy distintos, no?
- Sí, como el agua y el vino. Suelo decir que Karpov puede sacar agua de una piedra. Es muy frío, casi gélido, minucioso en la comprensión profunda de la estrategia del ajedrez. Como jugador es un campeón que se debe estudiar cuando se tiene un alto nivel. Como persona es muy difícil saber qué está pensando. Kaspárov es justo lo contrario. En el tablero representa a las fuerzas de la naturaleza y por tanto su juego es más fácil de atender para un aficionado de nivel bajo. Como persona es sumamente vehemente, emotivo, interactivo y muy directo. Con Kaspárov es muy fácil saber lo que piensa.