Belén, 24 dic (dpa) - Decenas de miles de cristianos, entre ellos peregrinos llegados de todo el mundo y árabes cristianos, participan hoy en las celebraciones oficiales por la Navidad en Tierra Santa.
La máxima autoridad religiosa católica de la región, el patriarca latino Fouad Twal, llegó alrededor del mediodía local (10:00 GMT) a Belén a la cabeza de una procesión que había partido desde Jerusalén.
En la ciudad cisjordana situada al sur de Jerusalén marchó con su tradicional túnica púrpura al frente de un grupo de boyscouts locales hasta la plaza de Manger.
Por la noche presidirá la Misa de Gallo en la Iglesia de la Natividad, construida donde se cree nació Jesús, ante la presencia del jefe de Estado palestino, Mahmud Abbas, y la representante de política exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, así como otros invitados destacados.
La mayor parte de la misa será en árabe, ya que Twal es un árabe cristiano de Jordania.
El Ministerio de Turismo israelí señaló que este año han viajado a Belén por la temporada navideña 25.000 peregrinos. En la ciudad aún brillaban bajo un cielo azul los últimos restos de la nieve de "Alexa", una tormenta que azotó Cercano Oriente la semana pasada y que causó las peores precipitaciones en décadas.
El Ejército israelí informó que ha dado permisos a unos 500 cristianos palestinos de la Franja de Gaza para viajar a Belén y que también levantó restricciones a los cristianos palestinos de Cisjordania y del propio Israel.
El Estado judío tiene unos 160.000 ciudadanos cristianos, árabes y de otras partes del mundo, que representan el dos por ciento de la población.
En Cisjordania, un ocho por ciento de la población es cristiana (200.000 personas) y en La Franja de Gaza apenas el 0,7 por ciento, unas mil personas. Muchos de ellos son, sin embargo, ortodoxos, que celebran la Navidad a principios de enero, de acuerdo con su calendario.
En total, unas 300.000 personas -entre peregrinos extranjeros, turistas y árabes cristianos locales- atravesarán en estos días el paso de Raquel, el acceso controlado por los israelíes en el polémico muro construido alrededor de Belén para separarla de Jerusalén.
En su mensaje de Navidad, Twal recordó la difícil situación en Siria. "En esta época nuestro corazón no puede olvidar a los habitantes de Siria y también a los refugiados en los países vecinos".
Criticó además la política respecto a los asentamientos judíos como un obstáculo para las conversaciones de paz que se reanudaron en julio y dijo que reza por que cristianos, judíos y musulmanes puedan colaborar en el futuro para acabar con la injusticia, la opresión y la violencia que destruyen la dignidad humana.
