Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo).- La sensación de que los padres ven a su descendencia como si fueran unos niños, incluso cuando estos ya se convierten en adultos, es bastante real, sobre todo en el caso de los menores. Todo, gracias a un fenómeno de percepción que un grupo de investigadores australianos afirma haber descubierto recientemente.
"Parece una cosa de la que muchos padres son conscientes pero nunca había sido explicado por la comunidad científica", dijo Jordy Kaufman, el autor principal de la investigación llevada a cabo por un equipo de la Swinburne University of Technology, en Victoria, Australia.
El trabajo parte de una percepción generalizada ya que el equipo era consciente de que muchos padres experimentaban un cambio de percepción cuando tenían un segundo hijo. Esto significa, en pocas palabras, que de repente veían al mayor como mucho más grande, o más pequeño al de menor edad en comparación a su hermano, publicó la revista Current Biology, con el aval del Consejo Australiano de investigación.
Tras sus investigaciones, los expertos llegaron a demostrar la existencia de una llamada "ilusión de bebé", que según Kaufman ocurre tan sólo porque "el niño mayor se ve grande en comparación con el bebé".
Sin embargo, según explican en su trabajo, al estudiar el tema vinieron las sorpresas, ya que la explicación más lógica no es la verdadera. Esto quiere decir que muchos padres pueden pensar que este fenómeno de apreciación ocurre simplemente porque el hermano mayor se ve más grande a un lado del recién nacido. No obstante, Kaufman afirma que no es esto precisamente lo que explica esta percepción errónea.
Los investigadores realizaron una encuesta telefónica entre 747 madres australianas. así, el 70% indicaron que su hijo menor parecía mayor después de la llegada del nuevo bebé en la familia. Así mismo, a raíz de la encuesta realizaron también un trabajo en el que pedían a las madres que estimaran la estatura de sus hijos mayores. De esta manera, los especialistas fue que descubrieron que los padres veían a sus hijos unos 7.5 centímetros más altos de su estatura real, mientras que a su hijo menor le atribuían una estatura 10 centímetros más corta de lo que en realidad era.
Así, los padres comienzan por más pequeño de lo que es al primer hijo que tienen. Sin embargo, "cuando nace el segundo, se rompe el hechizo y los padres ven al hermano mayor del tamaño que realmente es", agrega el investigador.
Este error de apreciación demostraría por qué los hijos menores suelen ser más mimados que los primogénitos, ya que de acuerdo con el doctor Kaufman "por exagerar la pequeñez del niño más joven, la ‘ilusión de bebé’ hace a los padres prestar mayor atención a ese niño, independientemente de su edad". algo de lo que indiscutiblemente se quejan los hermanos mayores.
Por otra parte, el investigador afirma que este efecto puede proporcionar un punto de partida para comprender cómo y por qué que el enfoque de los padres hacia un hermano mayor se transforma, lo que además influye en muchos aspectos del desarrollo del niño.