Acusaciones corruptivas manchan al calcio Italiano previo al Mundial; la afición se ilusiona con un nuevo título

18/12/2013 - 12:00 am

 

Italia, campeón del mundo 2006. Foto: fifa.com
Italia, campeón del mundo 2006. Foto: fifa.com

Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– Faltando pocos minutos para el final, toda Alemania veía como su selección de futbol sufría para adelantarse en el marcador frente a la siempre complicada Italia. En el bello estadio del Borussia Dortmund, una nación vivía su Mundial con la ilusión de coronarse en casa después de 16 años sin ganar la máxima competencia organizada por la FIFA. Con toda la adversidad, en su hábitat natural, los italianos ahogaron toda esperanza cuando Fabio Grosso y el gran Alexander Del Piero finiquitaron con dos golazos el sueño alemán.

La Nazionale volvía a acaparar toda la información deportiva en el verano de 2006, con su clasificación a una nueva final de Copa del Mundo. Semanas antes, el Calcio Italiano vivió una situación vergonzosa debido al Moggigate. Luciano Moggi era director general de la Juventus cuando se descubrió su pasión por las apuestas. El cuadro de Turín era beneficiado en el campo gracias a la previa compra de árbitros en sus partidos, e incluso en los de otros futuros rivales. En una investigación histórica, el mandatario Juventino fue sentenciado a cinco años de inhabilitación por fraude deportivo. Justa cuando la Azurra preparaba los últimos detalles para la aventura alemana, el mundo criticaba otro caso de corrupción en una de las mejores ligas del mundo.

Italia sería campeón del mundo en Berlín frente a la Francia del rejuvenecido Zinedine Zidane, en parte al ingenio de Materazzi que logró sacar de quicio al genio galo que reaccionó con un cabezazo. Por segunda vez en la historia, Italia era el mejor del planeta previo a una acusación de corrupción previo a la gran competencia. Casas y celulares de jugadores fueron revisados. Ayer, cuatro nuevos nombres se han añadido a la continua investigación iniciada en 2010 por amaño de partidos en el Calcio. Con Brasil 2014 en la mesa, la nueva ola delictiva que arropa al futbol italiano, aumenta la vergüenza de unos y la esperanza de los fanáticos para ganar su quinta justa mundialista.

La encomienda de Paolo Rossi

Italia, campeón del mundo en 1982. Foto: fifa.com
Italia, campeón del mundo en 1982. Foto: fifa.com

España era la anfitriona del Mundial de 1982. El campeonato que debía ser el momento decisivo en la carrera de Diego Armando Maradona, terminó siendo una proeza de una delegación que arribó a la justa dolida por los embates judiciales sufridos tras una investigación provocadora del “escándalo de las quinielas negras”. Jugadores de la Serie A y la Serie B manipularon algunos resultados de la temporada 79-80 para cobrar una alta comisión del juego de apuestas que se hace tradicionalmente en todo el mundo previo a una jornada deportiva. La vergüenza deportiva marcó a Paolo Rossi, uno de los acusados.

Dentro de las canchas españolas, un delantero elocuente y oportunista comandó un equipo que superó a la Argentina de Maradona en la fase de grupos y a un Brasil sólido con Falcao y Sócrates en su camino por la Copa del Mundo. Rossi fue la pieza clave maravillando al mundo con sus actuaciones que le hicieron obtener Bota y Balón de Oro.  A la par de su primer título ganado en 48 años, la Azurra comenzó a construir una historia de éxito desde la dura adversidad deportiva y social. En 1994, Roberto Baggio voló el último penal de la final frente a Brasil en Estados Unidos. Italia era favorita, con una de sus mejores generaciones.

La adversidad como motor

Lucciano Moggi, exdirector de la Juventus. Foto: italia.panorama.it
Lucciano Moggi, exdirector de la Juventus. Foto: italia.panorama.it

El Calciopoli llegó al mundo deportivo a mediados de 2006, gracias a un hombre que provocó el descenso de la Juventus a segunda división. Italia aguantó la burla y las críticas internacionales para ganar su cuarto Mundial. Ya en 2012, otra seria acusación se presentó previo a la Eurocopa. La Azurra llegó hasta la final donde ni su fortaleza mental pudo con la poderosa España de Del Bosque. Sin embargo, quedó demostrado que “sentirnos menospreciados es algo que no nos disgusta. Somos un país divido, la diversidad nos une constantemente”, según declara Antonio Moschella, periodista de Ilcalcioitaliano.es.

Genaro Gattuso, exfutbolista del Milán, es uno de los nuevos acusados de amañar partidos durante su última experiencia en Italia con el Palermo antes de partir a Suiza. Según el rumbo de las investigaciones, son 90 partidos los arreglados entre las dos principales divisiones del Calcio. El mediocampista pundonoroso habría sido el contacto entre dos de los cuatro arrestados, a quienes habrían ayudado a construir una red de apuestas clandestinas que incluiría a directivos. Se especula que las multas, en dado caso de confirmarse, irían alrededor de los 250,000  y 600,000 euros. Mientras, la afición recuerda aquellas dos justas mundialistas donde el panorama adverso, fue el principio del éxito deportivo.

 

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