Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– José Joaquín Almunia nació en Bilbao, rodeado de paisajes que han cautivado al mundo desde el País Vasco. Miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha construido una carrera política envidiable que lo ha llevado a convertirse en Vicepresidente y Comisario Europeo de Competencia. A un costado de esa responsabilidad, vive una pasión como en toda la península ibérica. Oriundo de un lugar donde el orgullo de pertenencia es demasiado alto, es aficionado fervoroso del Athletic de Bilbao. Hoy, es el encargado de dirigir una investigación a siete clubes de la Liga Española por recibir ayudas públicas ilegales. Entre ellos, su amado Athletic.
El futbol de España es presumido como la mejor liga del mundo. Entres sus miembros, hay dos colosos que han cautivado a millones de aficionados en cualquier punto del orbe. Barcelona y Real Madrid encabezan esa lista acusatoria para beneplácito de un sinfín de ciudadanos españoles sumidos en una de las profundas crisis más desastrosas que se recuerden en Europa. Además del par de gigantes, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules, tienen encima a la burocracia continental dirigida desde Bruselas. El desenlace se verá en un mes, plazo que tienen los equipos para presentar documentos que desestimen las sospechas continentales.
El némesis de Almunia es José Manuel Margallo, Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno español, se ha erigido como defensor de las siete instituciones deportivas involucradas. “Es obvio que el Gobierno va a dar la batalla hasta el final en defensa de los clubes españoles, que también forman parte de la marca España”, declaró en conferencia de prensa tras anunciar la investigación de iniciativa propia por parte de la Comisión Europea. La punzante noticia pone en jaque a una competencia de suma presunción y a la vez dispar en cancha. Por primera vez, Barcelona y Real Madrid están a la par de otros equipos, al menos en cuestión administrativa donde no hace falta defender ni perforar porterías.
Las acciones desde Bruselas afectan de manera distinta a los equipos inmiscuidos. Desde ayudas gubernamentales, pasando por evasión de impuestos y una cuestión de ayudas para realizar una ciudad deportiva de alto prestigio a las afueras de Madrid. Con distintos matices, pero con la misma seriedad, Bruselas pretende llevar hasta las últimas consecuencias cualquier anomalía que no se pueda refutar. La multa para las entidades serían millonarias, pero sobre todo de grandes repercusiones sociales en un país donde las protestas por una desigualdad desde los beneficios políticos, están a la orden del día.
INCUMPLIMIENTO DE RAZÓN SOCIAL
La Liga Española obligó a todos sus equipos a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas. Sin embargo, una ley de 1990 eximió a Barcelona, Osasuna, Athletic de Bibao y Real Madrird, por tener finanzas positivas al momento de establecer la normativa. Las sospechas duraron 19 años sin que nadie hiciese algo de manera oficial. José Manuel Barroso, exprimer ministro de Portugal y actual Presidente de la Comisión Europea, recibió una carta de Almunia donde le pedía de manera oficial, que se hiciese cargo del asunto.
Los impagos a Hacienda y Seguridad Social, son el otro asunto que en lo general afecta a los equipos españoles, una práctica habitual en la liga ibérica, sin importar el rango de importancia o grandeza. Ya desde 2012, el organismo que dirige Almunia puso sus ojos en esta anomalía, advirtiendo al gobierno de Mariano Rajoy. Con el asunto que afecto a la Comunidad Valenciana, salpicando al resto de los clubes. “El momento es tan malo que temo lo peor. Mi deseo es que no desaparezca ningún equipo pero hay situaciones complicadas. Hasta el último suspiro hay vida”, declaró Ángel María Villar en una entrevista a principios de año. El temor ha alcanzado a la realidad.
LA CRUZADA DE FRANCISO CAMPS
Al contrario de José Joaquín Almunia, quien está investigando al equipo que lo ha hecho disfrutar durante toda su vida, Francisco Camps no tuvo mesura para apoyar a su Valencia desde su puesto de presidente de la Generalitat Valenciana. Miembro de muchas peñas desde donde apoyaba con fervor al cuadro naranjero, el admirado por sus compañeros del Partido Popular (PP), terminó favoreciendo no solo a su equipo, sino a todo club valenciano metido en problemas. El mandatario avaló, desde el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), varios préstamos públicos al Valencia, Elche y Hércules, clubes ahogados por deudas mayúsculas.
En enero de 2013, los equipos anunciaron que no pagarían los créditos que en total sumaban 118 millones de euros. Los bancos hicieron válido el aval de la Generalitat, convirtiendo al ayuntamiento en parte accionaria de las entidades, inaugurando una multipropiedad prohibida por FIFA y los estatutos legales del gobierno español. La deuda futbolística hundía más a un ayuntamiento ahogado en varios rubros, con un serio recorte en educación y sanidad para intentar reducir el cifra con las entidades bancarias involucradas en los préstamos.
La situación del Valencia es la más grave de los tres conjuntos. Juan Soler, invitado por Camps para convertirse en presidente del equipo, perdió el sentido de la realidad al anunciar un proyecto masivo de reestructuración en tiempos carentes de estabilidad económica. Un nuevo estadio se construiría, según las palabras del mandatario. La deuda adquirida para el recinto llegó en el justo momento de la burbuja inmobiliaria. Hoy se deben 500 millones de euros a entidades bancarias, como Bankia, obligando a desprenderse de sus figuras futbolísticas con un estadio que se ha convertido en obra negra. Hoy el conjunto Che está en venta, esperando alguien con el suficiente capital para liquidar el desastre.
En un rango menor de importancia, el Hércules y el Elche viven un vaivén constante entre Primera y Segunda División. Sin el poder económico suficiente para competir frente a las grandes potencias, han tenido que recurrir a préstamos bancarios para hacerle frente a todo lo que implica estar en la máxima categoría. Apoyados por el IVF, han rechazado liquidar la deuda, a falta de recursos. Desde el año pasado, el Hércules, que adeuda 18 millones, está inmerso en un concurso de acreedores desde 2012. El Elche dominó la división de plata el año pasado, coronándose campeón. El club pidió dos préstamos por 14 millones al Banco Sabadell y al Banco de Valencia que tampoco van a hacer devueltos. Obligado a renunciar en 2011 debido a acusaciones corruptivas, Camps ha terminado por afectar la pasión de miles.
EL SEÑORÍO DEL MADRIDISMO EN CRISIS
Además de las irregularidades en la conversión de Sociedad Anónima Deportiva, el Real Madrid está señalado por haberse favorecido en la venta de los terrenos donde está ubicada la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Desde Bruselas se estudia con cuidado la mudanza. Las acusaciones hablan de que el 80% de las viejas instalaciones pasaron a ser de propiedad pública. En el 20% restante, Florentino Pérez levantó cuatro torres de oficinas que los merengues no se cansan de presumir como muestra de su poderío. Todo a cambio de que el cuadro blanco no pagara ni un centavo para sus nuevas instalaciones.
Al igual que en Madrid, en Bilbao gozan de nuevas edificaciones que hacen levantar el pecho de gran parte de los vascos. El tradicional San Mamés fue derrumbado, levantando un estadio de primer mundo que hace juego con los atardeceres de una ciudad diferente en la península. Sin embargo, el terreno donde yace la nueva Catedral de los Leones, podría haber sido ocupado gracias a beneficios públicos al igual que en la capital española. El Real Madrid tiene aunada una polémica por una deuda que roza los 550 millones de euros, gracias a los préstamos bancarios desde donde se pagan sueldos de los jugadores. Bankia, la misma entidad financiera que tiene sufriendo al valencianismo, es una fuente de créditos de la Casa Blanca.
LA UE PIDE APRESURAR EL PROCESO
Emily O’Really es una irlandesa con gran pundonor, desconfiada de los impulsos sentimentales a la hora de actuar con rigor. Ostentando el cargo de defensora del Pueblo Europeo, emitió un comunicado en el que ha solicitado a Joaquín Almunia y a todo su equipo que deje de atrasar la investigación. Según su forma de ver las cosas, el posible lazo sentimental entre el comisionado y el Athletic de Bilbao, podría afectar todo el proceso. Debido a la acusación emitida en 2009, donde el organismo no encontró suficientes argumentos para intervenir, O’Really entiende como un fallo grave “el no dar respuesta a una queja de cuatro años”. La delegada recordó que en 1990, cuando Almunia era ministro de Administración Públicas de España, permitió a cuatro clubes beneficiarse por un régimen fiscal que terminó por beneficiarlos.
Mientras el Gobierno español ha manifestado que defenderá a los siete equipos involucrados, en la Unión Europea ya analizan las posibles cifras multimillonarias que estarían obligados a regresar. La defensora recordó la situación precaria del país ibérico, al que se le han dado 40.000 millones de euros para rescatarlo de la deuda pública, además de obligarlo a realizar recortes que han indignado a la sociedad. “Confío en que los encargados abran la investigación ya y disipe todas las dudas”, escribió en el documento dado a conocer ayer. Almunia ha calificado que cualquier insinuación por un conflicto de intereses, son “inaceptables”. España tiene un mes para reunir evidencia suficiente para desestimar lo que desde hace unos años parecía evidente. Las sospechas de 4 años, tienen un reclamo oficial.
