Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).– Andoni Zubizarreta, Director Deportivo del FC Barcelona, mantuvo las formas, dibujando una leve sonrisa. No hubo que esperar mucho para que un choque de alta alcurnia se estableciera en los octavos de final de la UEFA Champions League. Ubicados en bombos distintos, el cuadro catalán ganó su grupo superando al A.C. Milan en la fase grupos. Del otro lado, clasificado segundo en un sector complicado, el Manchester City del ingeniero Manuel Pellegrini juega mejor que en los últimos años, desmarcándose del estilo puritano inglés. La pelota rueda a gran velocidad en el Ettihad Stadium, con una afición sonriente que se deja llevar de la gracia del entrenador chileno.
El City era el rival más complicado en el bombo 2, y el que todos los líderes querían evitar. Sin embargo, a ritmo batiente, el papelito con el nombre del cuadro británico fue el primero en salir ante el asombro generalizado de la sala. Los nervios se apoderaron del lugar, mientras se sacaba la pelotita desde el sector 1. El murmullo de rumores cesó de tajo cuando el Barça se dejó ver en la pantalla. El silencio sepulcral solo fue ambientado por el rostro de Andoni Zubizarreta quien sabía que sería enfocado, y como experto miembro de la directiva, guardó la compostura a apesar de que sabía lo complicado que se había puesto el futuro inmediato. Ahí estaba el primer ida y vuelta confirmado para la siguiente ronde a jugarse a finales de febrero.
En Nyon, Suiza, Txiki Begiristain no pudo evitar sonreír al verse en acción tan temprano en el sorteo. El Director Deportivo del City visitaba por primera vez la ceremonia de este sorteo tras dos años de espanto donde se peleaba en liga, pero se fracasaba en el principal objetivo de los adinerados dueños. El exmiembro del Barça, sabía que enfrentaría el pase a cuartos de final con sus emociones mezcladas al tener que visitar el Camp Nou representando al equipo visitante. “El Barça es un equipazo, todo un campeón que se siente con confianza y con mentalidad ganadora”, declaró Txiki al finalizar el evento, contento de poder estar ahí, entre los mejores 16 equipos de Europa, a pesar de tener en frente a quien en los últimos años revolucionó la pelota.
Desde los campos de entrenamientos, llegaron las primeras declaraciones. Confiados en sus habilidades de pesos pesados, las palabras de los entrenadores, si bien diplomáticas, representan el sentir de dos monstruos continentales. En el frío del norte de Inglaterra, Manuel Pellegrini dijo tajantemente que "el Barça no es el mismo de hace dos años", confirmando a sí que su equipo saldrá a ganar como lo viene haciendo últimamente. En la ciudad deportiva Joan Gamper, cerca del Mar Mediterráneo, Gerardo Martino mostró la elocuencia de siempre, con un tono de seguridad infranqueable. "Seguro ellos también estarán preocupados", contestó a la pregunta del reportero sobre su destino con tintes de fatalidad.
En la ciudad condal viven una reestructuración confiada a un argentino que gesticula sin problemas sus enfados, alegrías o desesperaciones. El "Tata" Martino llegó a Barcelona tras la obligada salida de Tito Vilanova quien debió retirarse de toda actividad profesional para tratarse de un cáncer que lo aqueja desde hace un par de años. El exentrenador de Paraguay, vive contrariado cuando su equipo gana, pero en las conferencias de prensa se le cuestiona haber perdido la posesión de la pelota o incluso su incapacidad de no haber goleado. En Barcelona se acostumbraron a tiempos de bonanza futbolística con Pep Guardiola a la cabeza. Ahora, un duelo en la cumbre europea, puede ser el trampolín final que el técnico quería para finiquitar cualquier duda existente.
En Inglaterra, ven como un equipo de tradición mediana se erigió como un serio candidato a levantar copas. La liga ya ha sido conquistada gracias a la paciencia y el pundonor demostrado hace dos temporadas cuando se coronaron en la última fecha como locales. Sin embargo, el dinero del jeque Mansour bin Zayed Al-Nayhan está obsesionado con el mayor logro al que aspira un club de élite europea. La Champions League no solo se le ha negado desde sus llegada, sino que el City no podía pasar de la fase de grupos, a pesar de su poderío económico reflejado en un plantel de primer mundo. Fueron dos temporadas donde el italiano Roberto Mancini, desde el banco, no pudo redituar la inversión en logro deportivo.
Dos realidades distintas se encuentran en octavos de final. A falta de casi dos meses para que se vean frente a frente, las circunstancias pudiesen cambiar hasta esa fecha. En Barcelona esperan por Lionel Messi, quién se recupera en Argentina de una lesión que lo ha aquejado desde hace meses. En el City viven un momento de consolidación en la complicada Premier League donde Liverpool y Arsenal lideran en puntuación. Los de Pellegrini han encontrado el funcionamiento colectivo gracias a la visión del chileno. Superados los miedos de la responsabilidad que atrae sentirse favoritos, el cuadro de Manchester tiene sanada su mente pero sobre todo un plantel serio. Señalado el camino, el futbol mundial espera ansioso. "Nos ha tocado el City, una pelea dura", declaró Zubizarreta. El resto del mundo, agradece.