Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- Actualmente, los niños mexicanos ocupan el primer lugar en obesidad infantil en el mundo, según datos de el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La desnutrición y el sobrepeso han sido un constante dolor de cabeza que ninguna medida ha podido solucionar. Durante mucho tiempo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue la encargada de llevar a cabo la política educativa y deportiva del país. En diciembre de 1988, con tan solo 13 días del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, un decreto gubernamental dio origen a una dependencia con la misión de promover la cultura deportiva como estandarte social.
En las páginas 71 a 73 del Diario Oficial de la Federación está inscrito el dictamen que oficializa la creación de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), órgano naciente de una de las vertientes de la SEP, separando así las funciones educativas y atléticas. La misión de la nueva dependencia era clara: marcar la política en materia de deportes para activar físicamente a un país mayormente aletargado en ese rubro y que “todo mexicano tenga acceso a la actividad física, la recreación y el deporte". El viernes, en su 25 aniversario, la principal encomienda se ve trastabillada a falta de visión en un país complejo.
Carente de un sistema público que pueda aglomerar a los niños mexicanos para guiarlos hacia la práctica de algún deporte ha hecho que los padres sean los que costeen el deseo del infante por ser parte de una comunidad deportiva. La primera gran deuda de la Conade es la falta de un sistema capaz de llevar niños hacia la práctica de la actividad física y que puedan ser encauzados en caso de tener talento. Los recursos presupuestales no se ven reflejados en la realidad, a pesar de lo dictado en el apartado de visión de la misma institución donde ese dinero debería ser visto “no como un gasto sino como una inversión y que promuevan la igualdad de oportunidades para lograr la participación y excelencia en el deporte”. La deuda en este aspecto, es tal vez la más considerable.
Las aplicaciones al sistema deportivo se ven reflejadas en competencias como la Olimpiada Nacional que recibe atletas desde los 14 años. Sin embargo, es la falta de vinculación con la parte educativa la que sigue faltando. Sin planificación ni visión a largo plazo, los jóvenes juegan por la mera inercia de la competencia, sin alcanzar a entender la importancia para su formación académica. No existen especialistas que hayan logrado establecer un plan para adecuar las dos partes. Separados hace un cuarto de siglo, la SEP y la Conade no logran trabajar juntas para beneplácito de la población.
Con el dispar reparto de recursos, los Estados, encargados de detectar el talento para encaminarlos al alto rendimiento, compiten entre sí con algunas desventajas. Un clasicismo en el dominio deportivo, como en la vida social mexicana. Jalisco ha sido ganador en 14 de las 18 ediciones de la Olimpiada Nacional, mostrando un dominio absoluto gracias al gran trabajo de sus entrenadores capacitados con recursos suficientes para formar deportistas de alto rendimiento que sobresalen del resto de las 31 entidades federativas.
Atrapada en la dinámica política, la Conade se deja llevar por resultados dentro del periodo sexenal del que dependen. Sin el interés de planificar a largo plazo, se prioriza hacer un buen papel en el ciclo olímpico que les corresponde. “Les importa que en sus seis años haya medallistas, y no hacer crecer al deporte. No entienden que las medallas de Centroamericanos y Panamericanos son más importantes”, declaró al diario Excelsior, Nelson Vargas, titular de la dependencia durante el sexenio de Vicente Fox. La presunción de los logros es lo que buscan los políticos, antes de cimentar programas para el futuro.
“Se ha institucionalizado el esfuerzo de apoyar a la cultura física y el deporte, quizá unos con mayor avance que otros, pero en general fue la preocupación que tuvo el gobierno del país para darle respuesta a esta problemática, que hasta el día de hoy seguimos pendiente de resolver, aunque hay que reconocer los esfuerzos de todos los titulares que han pasado por aquí”, declaró sobre la misión principal designada en sus orígenes , Jesús Mena Campos, actual titular de la dependencia, en el marco de las celebraciones por un nuevo aniversario, a un año de haber sido designado en el cargo. El incremento de recursos ha pasado de los mil millones a los 7 mil en los últimos seis años.
Mena Campos sustituyó al político Bernardo De la Garza como encargado del organismo. El 4 de diciembre de 2012, el medallista de bronce en la prueba de trampolín de tres metros en Seúl 1988, fue designado titular de la Conade después de ser director del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte (IMCUFIDE), así como Presidente del Comité Técnico de Clavados de la Federación Internacional de Natación (FINA). En su presentación hubo un discurso que ilusionó a más de uno interesado en que el deporte nacional por fin diera el paso definitivo hacia la consolidación que durante años se buscó.
"Lo que se quiere es formar a los niños y jóvenes mexicanos en la cultura del deporte, porque es básica al igual que los valores del civismo, las lecciones del lenguaje y de matemáticas para el desarrollo integral de los estudiantes", indicó Emilio Chuayfett Chemor, titular de la SEP en un comunicado de la dependencia tras la toma de protesta de Mena, siguiendo el discurso del Presidente Enrique Peña Nieto al inicio de su mandato con respecto a la materia deportiva. Tras un sexenio movido donde Felipe Calderón designó a dos titulares (Carlos Hermosillo y Bernardo De la Garza), el nuevo dirigente nacional prometía ponerle atención a este rubro.
Con tan solo un día en el cargo entregó el Premio Nacional del Deporte, declarando antes los galardonados el gusto de iniciar sus actividades con ese reconocimiento. Admitiendo su admiración por los deportistas presentes prometió que el deporte sería prioritario en su gobierno como parte fundamental de su plan de “educación de calidad para todos y prevención del delito”. Después, adelantó que lanzaría un programa de deporte escolar así como rehabilitar 2 mil 500 parques y espacios públicos, además de la promesa inicial de campaña de construir un centro deportivo de alto rendimiento en cada entidad del país.
El pasado noviembre, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de presupuesto que el gobierno federal le envió. Contrario a sus promesas, la Conade tendrá cerca de 43% menos de presupuesto para 2014. El mensaje de énfasis en el deporte se ha quedado solo en la teoría. En la práctica, los recortes al presupuesto disponible para la dependencia han sido de casi la mitad en comparación con 2012. Específicamente, la Comisión Nacional de la Cultura Física y Deporte tendrá 42.8% menos. La nueva designación también afectó al sector cultural, otro de los estandartes en el mensaje central durante la campaña presidencial de EPN.
Los niños Triqui alimentaron de ilusión a millones de mexicanos en octubre cuando su victoria en argentina le dio la vuelta a las redes sociales. Desde Oaxaca, unos niños descalzos se ganaron un lugar preponderante en la palestra deportiva, gracias a su talento natural para jugar al basquetbol. Sergio Zuñiga, entrenador y responsable del proyecto formativo del equipo, lamentó el recorte al deporte para el próximo año, considerando que “las personas que tomaron esa decisión, no tienen fundamento en el conocimiento determinar ese presupuesto”.
Entre toda la ayuda gubernamental hacia el deporte, la iniciativa privada ha tenido un aporte menor. Desde 1999 hasta 2006, el programa CIMA apoyó a los mejores deportistas del país, desde las arcas de grandes empresas. El patrocinio, prometido a un particular y no a la causa social, se acabó con la marcha de Nelson Vargas de la Conade. Desamparados por el sector empresarial, es el gobierno el único responsable de hacer valer el objetivo planteado hace 25 años.
La Lotería Nacional emitió un billete para conmemorar el cuarto de siglo cumplido por la dependencia deportiva. Jesús Mena estuvo en el evento y se mostró sonriente con boleto en mano. El premio mayor fue de 10 millones de pesos repartidos en dos series. “Queremos que México sea reconocido como un país con alto nivel de Cultura Física en donde se practique la actividad física, la recreación y el deporte a través de programas permanentes y sistemáticos que apoyen la formación de mexicanas y mexicanos mas sanos, competentes y competitivos”, reza una parte de la visión de la dependencia. Con 25 años de vida, y con un 2014 oscuro en su presupuesto, la Conade celebra sin haber conseguido sus principales propósitos.