Ciudad de México, 14 de diciembre (SinEmbargo).– Ha transcurrido poco más de un año de la toma de posesión del Presidente Enrique Peña Nieto y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), organismo a cargo de Rafael Tovar y de Teresa, no ha dado a conocer su programa nacional, de modo que se desconoce cuál es el eje rector en este ámbito.
Al asumir la presidencia del Conaculta, el 10 de diciembre de 2012, Rafael Tovar y de Teresa definió el contenido de su programa de labores en un breve discurso. La aportación de contenidos culturales para la creación de un programa de prevención del delito y el aprovechamiento de las bandas anchas en materia de telecomunicaciones para la difusión de la cultura fueron de los aspectos más importantes; pero los meses transcurrieron sin que el plan de administración cultural fuera presentado con formalidad.
En el pasado, Rafael Tovar y de Teresa ya se había desempeñado en ese cargo durante ocho años, de 1993 al 2000, durante los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León. La alternancia partidista en el poder presidencial tomó los sexenios siguientes, los de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, y la silla principal del Conaculta fue ocupada por Sari Bermúdez (2000-2006), Sergio Vela (2006-2009) y Consuelo Sáizar (2009-2012).
Si de acuerdo con los parámetros de ética de la Transparencia y Rendición de Cuentas, las páginas cibernéticas son el espejo de los organismos gubernamentales, el Conaculta no sólo carece de programa; sino que se atiene al del ex Presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa. En su sitio aún está colgado como “liga relacionada” el Programa Nacional de Cultura 2007-2012, un documento que incluye el discurso del ex mandatario, así como de Sergio Vela cuando presidió el organismo.
DOS ACTOS CULTURALES ESTA SEMANA
La falta del Programa no impidió que esta semana el gobierno federal realizara dos actos públicos en los que la cultura fue el entorno. El primero, fue la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes a once intelectuales y el segundo, que ocurrió ayer, se trató de la exposición “Mayas: revelación de un tiempo sin fin”. Ambos se efectuaron en El Palacio Nacional.
Al entregar el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Presidente Peña Nieto habló más de las reformas que de la administración de la Cultura. El Senado acababa de aprobar la Energética y el jefe del Ejecutivo aprovechó el micrófono para reconocer al Poder Legislativo por el arduo trabajo de los últimos días.
En la inauguración de la exposición maya, el Presidente pronunció uno de los discursos más breves en lo que va de su administración. Esta vez, no mencionó las reformas estructurales enviadas al Congreso de la Unión, como lo ha hecho durante los últimos meses y se concentró en la exposición de los centenares de objetos mayas, cien de ellos provenientes de Guatemala. Esto dijo, Peña Nieto: “Se podrá seguir proyectando a México en el mundo a través de nuestra riqueza cultural y, al mismo tiempo, hacer que en los mexicanos florezca el orgullo de nuestras raíces y de nuestra identidad”.
PEÑA NIETO Y LOS INTELECTUALES
El Plan Nacional de Desarrollo, el documento que rige y marca la impronta del Presidente, se refiere a la cultura en un apartado de seis párrafos en el que también se incluyó al Deporte.
La cultura no es un ámbito al que el Presidente se refiera con constancia en sus discursos. De hecho, en su primer informe de gobierno del 1 de septiembre, no lo mencionó.
En total, el Presidente ha acudido hasta ahora, a tres actos con intelectuales. El primero fue con motivo del 70 aniversario de El Colegio Nacional, el 28 de octubre, días antes de que cumpliera un año de gestión.
En la histórica sede del colegio, Peña Nieto defendió sus reformas y las ligó con el futuro: “¿Cuántos intelectuales y científicos más tendremos cuando los niños reciban educación de calidad y los jóvenes tengan acceso a tecnologías digitales?”
Estaban ahí Miguel Léon-Portilla, Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, María Elena Medina Mora, Manuel Peimbert y José Emilio Pacheco. Los otros actos fueron los ocurridos esta semana: la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes y la inauguración de la exposición maya.
En esos encuentros, Peña Nieto escuchó algunas palabras dirigidas. En el Colegio Nacional, el poeta José Emilio Pacheco le dijo: “Dentro de 10 años, el panorama será muy distinto, pero de modo alguno se podrá prescindir de lo que se hizo durante estas siete décadas en el terreno de las ciencias y las artes. No hay que decir, señor Presidente, misión cumplida”.
También fue como un dardo el discurso del sociólogo Roger Bartra, quien recibió uno de los galardones en los que se desgrana el Premio Nacional de Ciencias y Artes: “Me interesa señalar hoy, algo que me parece muy importante. Diría que no sólo de reformas viven los mexicanos. Con ello, quiero dar a entender, que además de las modificaciones a la Constitución y la reglamentación de instituciones, hay otra dimensión que es fundamental para impulsar los cambios. Es una dimensión que muy difícilmente se puede legislar. Me refiero a la cultura en todas sus manifestaciones y en todos sus aspectos”.
