Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– Las emociones de la Fórmula 1 apenas descansan tras el final de una temporada donde un magistral Sebastian Vettel dominó de cabo a rabo como si se tratase de una competencia de Karts. El alemán se convirtió en el tetracampeón más joven de la historia. El resto de los pilotos tuvieron que conformarse con el rol de simples participantes ante el poderío del estelar de Red Bull. Sin artimañas, simplemente se fusionó con la escudería austriaca para ser más rápido e inteligente que cualquier otro que corría en la misma pista. Tras cuatro años dominando, a punto de ser papá, Vettel ha mostrado su indignación por una decisión polémica.
La Federación Internacional del Automovilismo (FIA) ha decidido repartir el doble de puntos en el Gran Premio de Abu Dhabi, última fecha del calendario para el 2014. En una búsqueda por equilibrar la lucha por el campeonato, tras la dictadura impuesta por el “Baby Schumi”. La nueva normativa fue criticada en las redes sociales por millones de aficionados que la catalogaron como “ridícula”. Fue desde la Comisión de la Fórmula Uno, donde se aprobó por unanimidad la iniciativa, con el fin de “garantizar emoción en el campeonato hasta el final de la temporada”. En París, una decisión dirigencial hizo enfadar al actual campeón.
“Es absurdo, no comprendo esta norma”, declaró Sebastian en una entrevista publicada en el rotativo alemán Sport Bild. La noticia provocó la ironía mezclada con enfado del “Baby Schumi”, incapaz de entender lo que la Fórmula 1 pretende hacer con su campeonato. La nueva puntuación le dará 50 puntos al ganador, 36 al segundo y 30 al tercero, sin contar la alta recompensa que tendrán los restantes puestos que normalmente puntuan. La pugna por el título podrá determinar un campeón sorpresivo sin la constante regularidad como lo indica la tradición de la máxima categoría.
Aficionado del futbol, Vettel ironiza: “Sería difícil imaginar que en la última jornada de la Bundesliga, de repente, todos los partidos valieran el doble. Es absurdo y penaliza a los pilotos que han trabajado duro durante toda la temporada. Me gustan las viejas tradiciones de la Fórmula 1. No comprendo esta norma”, se quejaba el piloto más dominante en los últimos cuatro años. Con voz autorizada, a sus 26 años ve como una industria no está cómoda con todos los méritos que ha logrado gracias a su talento físico y mental.
Red Bull, escudería austriaca tetracampeona de la mano de Vettel, también ve en peligro su dominio colectivo gracias a esta nueva normativa. En medio de la intención por hacer más competitivo un campeonato repleto de emociones, un piloto superlativo ávido de gloria se siente señalado por lo que se ganó a toda velocidad. En una junta decisiva para el futuro de la categoría, se determinaron acciones para salvaguardar ciertos intereses de suma importancia. Además del valor en el puntaje de la última carrera, se pretende llegar a un acuerdo en el coste salarial.
En tiempos de crisis económica, varios equipos buscan sobrevivir a los constantes vaivenes financieros. Con presupuestos entre 60 y 200 millones de dólares al año, la supervivencia es cosa de día a día. La fisionomía de la Fórmula 1 cambiará en los próximos dos años, pese al lamento de su máximo exponente. Mientras los de pantalón largo pretenden interrumpir un dominio abrumador, Sebastian ya se prepara para seguir compitiendo. El negocio multimillonario vuelve a ser prioridad ante el carácter competitivo. En internet, el lamento de los conocedores aficionados, ya se ha hecho presente.
