México, 5 jul (EFE).- Un indígena mexicano que permaneció preso durante 11 años y 10 meses en un penal del sur de México fue liberado tras ser absuelto del cargo de homicidio calificado del que era acusado, anunció hoy la ONG Asilegal.
El indígena tlapaneco Pedro Gatica, originario de la comunidad de Ciénega del Sauce, en el estado de Guerrero, fue puesto en libertad por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de esa región.
Asilegal explicó en un comunicado que Gatica, que no habla español, fue detenido en 1999 cuando tenía solo 16 años y sujeto "a un proceso que ha superado por mucho el tiempo en que dura la prisión preventiva y el plazo razonable para ser juzgado".
La Constitución mexicana establece como máximo dos años de prisión preventiva, recordó la ONG, que no reveló la fecha exacta de liberación de Gatica.
Tras once años y dos meses de encarcelamiento, Asilegal tomó la defensa del caso y en solo ocho meses logró que el indígena obtuviera su "absolución y su liberación mediante sentencia votada unánimemente por los magistrados", destaca la nota.
Entre otros "graves retrasos procesales", la ONG sostuvo que el juez de primera instancia que inicialmente condenó a Gatica tardó 4 años en efectuar el desahogo de una diligencia de careos (cuando testigos y presuntos culpables se ven las caras en el juzgado), y una vez realizada, otros 6 años en dictar sentencia, la cual fue apelada.
A juicio de la defensa, Pedro Gatica fue sometido "a un proceso permeado por violaciones flagrantes de sus derechos", como la "valoración incorrecta de las pruebas, la falta de acceso a un intérprete", ya que no hablaba español, "y el ejercicio discriminatorio en la impartición de justicia".
Este tipo de irregularidades son comunes "principalmente en las zonas más marginadas de Guerrero", estado donde supuestamente se abusa con frecuencia de la prisión preventiva, manifestó Asilegal.
La ONG aseveró que, de acuerdo con cifras de las autoridades de Guerrero, en noviembre de 2010 un 51 % de la población penitenciaria en ese estado y un 76 % de la recluida en la cárcel de Ayutla -donde estuvo preso Gatica- no contaba con sentencia definitiva.
Seis hermanos de Gatica y su padre, un líder comunitario, fueron asesinados a tiros en la década de los ochenta como parte de un conflicto de tierras que obligó al propio Pedro a abandonar por varios años la comunidad de la Ciénega del Sauce.
En 1999 Gatica fue acusado del homicidio de Raymundo Flores Zeferino, integrante de una de las familias en conflicto por el problema de tierras. EFE