Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).– Desde 1993 no se habían hecho mantenimientos mayores al Sistema Cutzamala, que abastece del vital líquido a una gran parte del Valle de México, lamentó el ingeniero Fernando González Cáñez, director del organismo Cuenca de Aguas del Valle de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Lo hace mientras explica a reporteros parte el funcionamiento del Sistema Cutzamala, que surte de agua a cinco millones de personas y que el fin de semana pasado interrumpió su servicio para reparar algunas partes de lo que sería su "sistema nervioso".
“El gobierno de la República tiene un nuevo plan porque habían hecho puros mantenimientos menores en Semana Santa, en esta ocasión lo que estamos haciendo es darle nueva vida al sistema que hace 20 años no tiene. Hace 20 años se instaló la segunda línea y se inició la tercera etapa del Cutzamala, esos mantenimientos mayores no se habían hecho los últimos 20 años y ahora lo estamos haciendo porque necesitamos que el Cutzamala tenga una vida útil de 30 años o más adelante”, explicó el funcionario.
Él es uno de los que encabezan a un grupo de 900 personas que, divididos en 29 grupos, trabajan en el mantenimiento del sistema mientras es Semana Santa o puentes vacacionales, como ocurrió este pasado fin de semana en el que la Conagua cambió tubos viejos del acueducto que viaja desde el Estado de México al Distrito Federal. El organismo tiene el objetivo de adelantar los trabajos para crear otra línea que permita no interrumpir el servicio cuando se hagan mantenimientos al sistema.
“El sistema surte diariamente a 5 millones y medio de personas, ahora las afectaciones son mayores porque el sistema genera no sólo agua, sino presión en todas las líneas de distribución, entonces trabajamos con el Sistema de Aguas (del DF) y la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) para que el año siguiente haya un mejoramiento de sistema de distribución en caso de falla no sólo de estas fuentes, sino que se vaya la luz. Tenemos que hacer mejoramiento de las redes menos dependiente de cada una de las fuentes del valle”.
En diciembre se harán cuatro licitaciones para la tercera línea de distribución de agua, que será concluida en un periodo de tres a cuatro años, calculó, durante una gira de trabajo.
MANTENIMIENTO PREVENTIVO
En un recorrido organizado por la Conagua, uno de los puntos de trabajo es en el kilómetro 28+270, adelante del Tanque Pericos, que sirve de almacenamiento del sistema.
En ese punto, el pasado 15 de noviembre había un campamento móvil de la Conagua. Se veían al lado de un camino de terracería un comedor, una sala de emergencias, baños, camiones y maquinaria pesada estacionados, así como descomunales tubos dispersos en el suelo. Cuadrillas de hombres trabajando, con botas, casco y chalecos de rigor. El objetivo, cambiar nueve tubos del acueducto.
El jefe ahí es José Luis Jardines, director de Saneamiento de Agua Potable de la Conagua.
Parado en la parte alta de una enorme zanja da indicaciones a un grupo de 11 trabajadores que tratan de quitar un tubo debilitado que mide 7 metros de largo por 2.5 de diámetro, con un peso entre 18 y 20 toneladas. Los hombres tratan de retirar el alambre que rodea el tubo, que en el pasado le ayudaba a soportar dos presiones: La del agua que conduce, y la de la tierra que lo tapa.
Los hombres intentan quitar el alambre con un mazo, con un soplete, con lo que se pueda. El tubo que van a sustituir no está roto. Lo cambian de manera preventiva ya que gracias a un sistema de fibra óptica que les informa en tiempo real, detectaron que iba perdiendo fuerza.
Jardines explica que en un año se le dan seis o siete veces mantenimientos preventivos al sistema. Los compara con los que se le deben dar regularmente a un automóvil, necesarios para que funcione correctamente.
Explica que el acueducto tiene 32 años desde que fue instalado. “Ya dio vida útil”.
Explica que para él estos mantenimientos significan tres días sin dormir, ya que las obras se deben ejecutar mientras es puente vacacional, y afectar a la menor cantidad posible de gente. Del sistema Cutzamala se nutren municipios mexiquenses como Ecatepec, Huixquilucan y Naucalpan, y delegaciones capitalinas como la Benito Juárez y Cuauhtémoc.
“Sabemos de las molestias y no es fácil”, dice como si se disculpara.
El fin de semana Conagua cambió nueve tubos y además hizo mantenimientos en válvulas y otras zonas, que sumaron trabajos en 57 puntos.
El costo de las obras ascendió a 40 millones de pesos y forma parte de un mantenimiento de tres semanas que en total costará 65 millones de pesos.
Asimismo, personal del organismo trabaja en la instalación de una tercera línea de distribución de agua que evite interrumpir el servicio cuando se realicen los mantenimientos.
Para explicar estos trabajos que se realizan, los reporteros fueron llevados a la obra T05 Berrosomida.
Se trata de una muestra de lo que cuesta transportar el agua que es derrochada día a día por miles de capitalinos y mexiquenses. Es una enorme tubería procedente de la planta potabilizadora que asciende la ladera de un cerro para ser distribuida a sus consumidores finales.
Es una pendiente donde a las camionetas usadas para transportar a los reporteros les cuesta subir.
Ahí quien recibe a los medios es González Cáñez. Con orgullo explica los adelantos de la obra, de la colocación de una pieza de concreto de 120 toneladas de peso, la cual sirve para estabilizar el paso del agua de lo que será la tercera línea.
Añade que el mantenimiento que hicieron el fin de semana y que se alargará unas semanas costará 65 millones de pesos y que él califica como “mayor”, es para darle confiabilidad y vida útil al sistema Cutzamala.
Pero la gran obra será la tercera línea de distribución, la que cuando esté puesta en marcha ya no hará necesario la interrupción del servicio, incluso cuando se hagan trabajos de mantenimiento mayores, como los del fin de semana pasado.
Antes de que se acabe esa línea cuatro contratos serán licitados y fallados en diciembre, e iniciarán los trabajos programados para tres años y medio, concluye.
DATOS SOBRE EL SISTEMA
- El Sistema Cutzamala surte de agua a cinco millones y medio de personas
- Se nutre de aguas de ríos del Estado de México y Michoacán, así como de presas
- El nivel de almacenamiento de agua de sus presas Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque está a 85 por ciento, lo que garantiza agua suficiente para el siguiente año
- 900 personas trabajaron el fin de semana pasado en 29 grupos