Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).- Tras 11 partidos en la mejor liga del mundo, el tercer lugar es ocupado por un equipo poco acostumbrado a estar presente en la lucha por la punta. En un cambio de estafeta claro, sin esos poderosos equipos llenos de petrodólares en lo alto de la tabla, Arsenal y Liverpool se han inspirado en viejas épocas de gloria para volver a ser protagonistas serios. Acompañándolos está un equipo que juega mucho mejor de lo que diría su historia. El Southampton juega en un pequeño estadio recién remodelado, y lo hace bien.
Mauricio Pochettino fue un futbolista argentino de la eterna escuela rosarina. Muchos le dicen la Barcelona de América. Bañada por el Río Paraná, la ciudad más grande de la provincia de Santa Fe, presume su cuna portentosa en cultura, deporte y música. Rosario tiene en su aires algo distinto a toda la argentina. Ahí, con la camiseta de Newell's bien puesta, "Poche" comando a un equipo histórico desde la defensa central con tan solo 19 años. En el banco estaba un loco serio que llegó para cambiar todas las rutinas. Marcelo Bielsa descubrió a un defensor serio que no solo triunfo con él, sino que adoptó su filosofía.
Tras su retiro del profesionalismo luego de una recordada carrera, Mauricio se hizo cargo del Espanyol de Barcelona. Un equipo al que ya había comandado desde la defensa, ahora tenía el compromiso de sacarlo de una realidad vinculada siempre a la medianía de la tabla e incluso al descenso. Mauricio logró dale carácter a una institución opacada por el monstruo blaugrana llamado Barça. Apurado por una crisis financiera constante, el flamante entrenador tuvo que adaptarse a la marcha de muchas de sus figuras priorizando tener números sanos que un buen lugar en la tabla.
Después de tres años, los Periquitos despidieron al argentino sin argumentos deportivos para continuar al frente del equipo. Un técnico joven con una trayectoria ganada desde el esfuerzo. A diferencia de Bielsa, Pochettino no dirigió en Argentina. Hecho en Europa, llamó la atención de la mejor liga del mundo. Un equipo chico estaba en busca de un líder en el banquillo que le pusiera mentalidad ganadora a la enjundia natural que se ve en el futbol inglés. Southampton, ciudad con puerto al sur de Inglaterra, tiene un equipo con 127 años de vida acostumbrado a sufrir. Tras un largo periodo en segunda división, regresaron a la Premier League en 2012 para seguir sufriendo.
Los Santos se salvaron del descenso en un final cardíaco de temporada que condenó al Wigan. Para este 2013, el St. Mary's Stadium recibiría al debutante Pochettino con más dudas que esperanza. El argentino comenzó a construir un grupo sólido que se entregara la causa. El propósito era escapar de los últimos lugares de la tabla pero la realidad superó a la expectativa baja de propios y extraños. Un equipo sólido levantó emociones en toda la isla cuando se metieron en el mítico Anfield sin prejuicios ni complejos. Los muchachos de Poche le ganaron al Liverpool, confirmando su status de protagonista.
En julio de este año, en plena pretemporada, Pochettino llevó a Xeco Espar para una dinámica de grupo. El exjugador y entrenador de handball en Barcelona, es un especialista en terapias emocionales que puso sus servicios al Southampton. Tras dos sesiones en una aula donde hubo abrazos y risas, todo el plantel profesional se dirigió al exterior del hotel donde concentraban. Un camino con brasas ardientes fue recorrido por todo el equipo, con Mauricio Pochettino a la punta. El video grabado por el mismo club recorrió la red dejando absorto al mundo futbolístico por la dinámica grupal tan peculiar. Los futbolistas caminaron gritando motivaciones personales. Hoy, un tercer lugar en liga hace recordar aquella acción grupal que implicó sacrificio y compromiso.