Los Washington Redskins sufren la presión por cambiar su nombre; la sociedad lo considera racista

10/11/2013 - 1:00 am
Foto: Facebook
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Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- En Washington, una tradición bien establecida corre el peligro de desaparecer. Bajo la protección pasional que el futbol americano otorga a los estadounidenses, un equipo local tiene a varias asociaciones en contra e incluso a representantes gubernamentales que han llegado hasta viva voz de Barack Obama. "Los Pieles Rojas" juegan en la capital de una nación que tantas veces han basado sus decisiones en una constante doble moral que rige sin mesura.

"Redskins" es una nomenclatura que durante décadas ha provocado críticas, que conforme ha pasado el tiempo, se han acrecentado cada vez más. Al considerarse como un insulto hacia los nativos que forjaron lo que hoy es una de las naciones más poderosas del mundo, se ha creado una lucha ideológica y de intereses entre varias organizaciones y la dirigencia de un equipo muy representativo en la NFL. Desde un sinfín de lugares, las opiniones se han entrecruzado sin que se llegue a ningún lado. Mientras todo eso pasaba, el equipo salía al emparrillado para cumplir con la fiel afición que posee.

Daniel Snyder es dueño del equipo, y principal defensor de que todo siga igual. “El nombre es una tradición, es un honor que nos hemos ganado con el tiempo y nunca lo modificaré”, sentencia. Sin embargo, hace unos días el consejo del ayuntamiento de la ciudad tomó una determinación que complica muchísimo la postura del jerarca institucional. En una votación concejal, 10 votos estuvieron en contra del nombre, 0 a favor, una abstención y dos estuvieron ausentes. La resolución aplastante, las presiones se han incrementado para quien considera una tradición lo que la mayoría cree denigrante.

Foto: nfl.com
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"A pesar de la oposición del equipo, estamos seguros que al final el nombre cambiará", señalaron desde el Ayuntamiento. Ray Halbriter, portavoz de la Nación Oneida, principal precursor del cambio de nombre, se mostró contento con lo acontecido. "Con el voto de hoy, el consejo ha mostrado su posición clara al respecto, respaldando así que no debería haber lugar en la NFL para el racismo", concluyó. Sin mucho margen de acción, la dirigencia del equipo capitalino, pierde adeptos para defender la tradición y un negocio redituable. Cambiar el nombre significaría perder innumerables ganancias en productos que perderían validez.

"Esta decisión es una llamada de atención para Snyder, para que haga lo correcto, cambie el nombre y dirija el equipo por el camino adecuado y se olviden de su pasado racista", opinó tajante Halbriter. La votación del consejo no es una determinación legal que obligue a cambiar el mote, pero si una resolución simbólica. Gracias al consejo del ayuntamiento, el descontento de los nativos estadounidenses ha crecido considerablemente, con un espaldarazo notable. Mientras, el equipo busca el apoyo de su afición desde su página web. La liga que en un principio había demostrado su apoyo tajante, ha aminorado su discurso.

Los Washington Redskins defienden lo que consideran parte de la historia del deporte estadounidense, en medio de voces que se van sumando en contra. "Si yo fuera el dueño del equipo lo cambiaría sin pensarlo", declaró el mismísimo Barack Obama quien no comprende tanto apego por un nombre que provoca tanta polémica. Emulando a 1999 y 2003, periodos donde la presión hacia el equipo estaba en su tope, Snyder espera sobrevivir al embate emocional en su contra, aunque una de las voces sea el mandatario del país.

Foto: nfl.com
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