Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).– Era 2003 en el estadio del Osasuna de Pamplona. Al norte de España, en la grada de un equipo pequeño de una de las mejores ligas del mundo, un niño se hizo famoso gracias a la pasión desenfrenada por su equipo. Con sus siete años, se paró en la butaca que le tocaba ocupar previo al partido. Cuando el partido comenzó, gritaba desaforado todo en pos del equipo rojillo. El rival era el Athletic de Bilbao. Osasuna perdió el partido pero aquel niño se volvió famoso de la noche a la mañana gracias a un reportaje televisivo, que hoy, diez años después, vuelve a luz pública.
José García se quitó la camisa tras el primer gol que recibió el Osasuna como para apoyar mucho más. Los espectadores de al lado, se morían de la risa por el espectáculo que un niño estaba dando. El programa tradicional español El día después, captó toda la transformación del pequeño durante todo el partido. De aquella demostración de amor por una camiseta, titulada en youtube como “El principio de un hooligan”, nació una historia que hoy tiene un capítulo extraordinario. José ahora es un futbolista profesional que ha sido citado por primera vez para una convocatoria del equipo que siempre ha seguido y del cual está claro es aficionado.
En uno de esos vínculos del futbol con el destino, el Osasuna, necesitado de puntos para escapar del descenso y con tantas bajas en la línea ofensiva, ha subido de sus categorías menores a un joven medio campista con características ofensivas. Javi Gracia, entrenador del Osasuna, ha justificado el llamado con el argumento de la escasez de elementos. “No tenemos a uno como él. Puede hacer cosas favorables al equipo. Es atrevido y maneja bien las dos piernas”. En el lugar 17, a uno de entrar a la zona roja del futbol español, el partido contra el Almería podría ser la conclusión de una historia que engloba uno de los sueños que tiene la mayoría de los niños en España.
Sin permitirle dar declaraciones, cuidándolo de todos los vicios que trae consigo la exposición ante la prensa, apenas se le ha visto saltar al campo de los entrenamientos del Osasuna con un desparpajo de un juvenil a las puertas de hacer realidad lo que siempre imaginó en la cabeza. “Está haciendo méritos en los partidos de las categorías inferiores como para poder tener oportunidad. Es verdad que tiene 16 años y que todavía es muy joven, pero las necesidades nos hacen mirar para abajo y contar con él”, declara Gracia sobre la joya de la cantera en Pamplona que desde hace 10 años se volvió famoso por su pasión.
José nació en enero de 1997 en Pamplona, iniciado en un club de barrio. Un habilidoso media punta, y con mucha visión de campo según las fuentes cercanas que cubren al Osasuna. Sin complejos personales ni futbolísticos, como en aquel video en el que se dio a conocer, ha llamado la atención del entrenador del primer equipo. En caso de debutar, lo haría con 16 años, lejos aún de la mayoría de edad, el video de El día después ha vuelto a tener actualidad. Sin embargo, el técnico navarro, ha metido mucha calma en la palestra dejando claro que solo en dado de ser necesario, será utilizado el juvenil.
En aquel lejano 2003, los que estaban al otro lado de la grada, intentaron hacer callar al niño gritón apasionado por los colores del Osasuna. Un señor le dio dinero para mandarlo por las tradicionales “pipas”. Cuando regresó con casi siete u ocho bolsas amarillas, el aficionado contrario del Bilbao, le dijo que eran para él con la intención de que se mantuviera callado durante 90 minutos. Algo que no pasó. José se quitó la camiseta, la aventó y siguió alentando. Cuando acabó el partido, no aceptaba la derrota de su equipo. Los aficionados rivales, cautivados por el pequeño, le querían dar la mano. Él, que se había dado cuenta que habían buscado mantenerlo en silencio, les dejó la mano estirada. Sin complejos, enfocado a lo suyo, hoy puede jugar sus primeros minutos en primera división.
