Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- Con toda su voz autorizada desde un mundo alejado de cualquier crisis económica, Bernie Ecclestone se metió en problemas durante 2009 tras elogiar a Hitler y culpar a los judíos por la precaria situación financiera que comenzaba a colapsar millones de vidas alrededor del mundo. El jerarca de la Fórmula 1 se metía en uno de muchos líos en los que se ha visto envuelto a lo largo de su vida. Su imagen tan extravagante como la institución que dirige, lo tienen constantemente bajo la lupa de la prensa. Sin acabar de acostumbrarse, su vida ha estado entorno a la polémica.
Su fortuna es de 4 mil 500 millones de dólares según Forbes. Es el cuarto hombre más rico del Reino Unido, además de ser el socio mayoritario del Queens Park Rangers de la segunda división inglesa. A sus 83 años se le puede ver en cada carrera como una figura mística que parece haber sobrevivido al paso del tiempo. Un excéntrico millonario, acaparado por los medios desde finales de los 70 cuando comenzó a operar como máxima autoridad de la máxima categoría del automovilismo. Tras varias décadas, su retiro cercano es una constante en el periodismo deportivo y financiero. En un nuevo escándalo, el inglés parece que no quiere dejar de ocupar su prestigiado puesto.
Ayer, Ecclestone compareció ante el Tribunal Superior de Londres, negando cualquier acción corrupta para lograr mantenerse al frente de la F1. Acusado de acordar con un banquero para vender algunas acciones a una persona cercana a sus intereses, por parte del grupo de comunicación alemán Constantin Medien. Enérgico como de costumbre, Bernie manifestó que las acusaciones carecen de fundamento, negando categóricamente haber participado en alguna conspiración empresarial. El Patrón de la Fórmula 1, aceptó haber dado dinero a dicho banquero para evitar algún tipo de chantaje con su fideicomiso familiar.
El proceso se espera que dure varias semanas, con un reclamo millonario por parte de la compañía alemana, alegando haber perdido grandes cantidades de dinero. La demanda hecha a mediados de año, acusa directamente a Bernie de haberle pagado 44 millones de dólares a un ex miembro del banco alemán BayernLB. Un nuevo escándalo en puerta llega justo en el momento de mayor trascendencia deportiva de la F1 cuando Sebastian Vettel está a nada de empatar la racha de victorias consecutivas en una temporada (13) que posee Michael Schumacher.
Mientras Sebastian sigue firme en su intención de seguir compitiendo y ganando por naturaleza, un magnate británico se niega a claudicar. Bernie tiene ante sí, una fuerte demanda económica que podría terminar por alejarlo definitivamente de la máxima categoría del automovilismo. El banquero de nombre Gerhard Gribkowsky, habría vendido a nombre de BayernLB, varias acciones a gente cercana de Ecclestone con la intención de mantener el estatus. Con los ojos puestos en las proezas de Vettel, el mandamás de la Fórmula 1 espera junto a su esposa Fabiana Flosi, 45 años menor que él, la resolución del caso.
