Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo).– Durante el periodo de gestación existen diversos factores biológicos que pueden derivar en problemas para la salud del bebé. De entre todos estos, conocer el grupo sanguíneo es uno de los detalles más importantes a la hora de decidir un embarazo, debido a la probabilidad de desarrollar incompatibilidad del Rh, lo cual sucede cuando la gestante tiene un Rh negativo y el bebé que espera es Rh positivo.
Así lo afirmó el experto en ginecobstetricia, José Manuel Segura Zavala, del Hospital de Ginecobstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, quien afirmó que esta incompatibilidad tiene implicaciones potencialmente mortales, debido a que cuando la sangre de ambos entra en contacto, el sistema inmune de la madre genera anticuerpos que atacarán las células sanguíneas fetales, y destruye los glóbulos rojos del bebé, lo cual se traduce en anemia.
El titular del servicio de Tococirugía, detalló que esta incompatibilidad puede ocurrir principalmente por dos vías, de las cuales la más común se produce cuando una mujer embarazada con el grupo sanguíneo Rh negativo se expone a la sangre del bebé por una hemorragia materno-fetal, mientras que la otra causa se debe a ciertos traumas y procedimientos obstétricos invasivos, o bien durante el parto.
Explicó que también ocurre cuando una mujer Rh negativo recibe una transfusión de sangre de un donante Rh positivo, "aunque con los niveles de seguridad que se tienen en la actualidad en los bancos de sangre es muy remoto que esto ocurra", publicó Notimex.
Uno de los primeros y más importantes análisis que debe hacerse una mujer que acaba de enterarse que está embarazada es el de sangre. Este análisis básico determina qué tipo de sangre tiene la mujer y cuál es su factor Rh, ya que este desempeñará un papel importante en la salud del bebé.
De acuerdo con su tipo de sangre, cada persona tiene proteínas específicas de ese tipo de sangre en la superficie de los glóbulos rojos. De esta manera, existen cuatro grupos sanguíneos conocidos como A, B, AB y O.
Por otra parte, cada uno de estos cuatro grupos sanguíneos se clasifica de acuerdo con la presencia en la superficie de los glóbulos rojos de otra proteína que determina el factor Rh. Así, si una persona es portadora de esta proteína, es Rh positivo. En el caso contrario, es Rh negativo.
En el 90% de los casos, la sensibilización al Rh, como se le denomina a esta complicación analizada por muchos especialistas, se produce durante el parto, por lo tanto, la mayoría de los bebés primogénitos no se verán afectados debido al corto período desde la primera exposición.
Sin embargo, el verdadero problema se refleja en los embarazos posteriores, ya que la sensibilización aumenta con cada gravidez, por lo cual no es raro que a partir del segundo embarazo el bebé nazca con una ligera anemia. No obstante, esta situación se complica conforme se tienen más gestaciones, hasta llegar al punto de que se presenten situaciones mortales como la anemia hemolítica.
En el pasado, la incompatibilidad Rh era un problema muy serio. Por fortuna, en los últimos años se lograron avances médicos significativos para prevenir las complicaciones asociadas con esta incompatibilidad y tratar al recién nacido afectado por este problema.
Segura Zavala destacó que con la aplicación de la vacuna conocida como "Inmunoglobulina Rh", la incidencia de esta complicación ha disminuido en forma considerable, porque impide que la madre genere anticuerpos.
Así mismo, dijo que existen procedimientos intrauterinos que se aplican en aquellos casos en que la madre tiene antecedente de sensibilización al Rh "y éstos consisten en medir la velocidad de los flujos sanguíneos al cerebro del feto, gracias a los cuales se pueden captar anomalías en cuyo caso se procede a transfusiones in útero para mejorar sus condiciones y sobrevida".
"Pero lo más importante, es conocer el Rh y acudir a la consulta preconcepcional, donde el médico orientará a la mujer sobre cómo prevenir los factores de riesgo", concluyó.