Ciudad de México, 26 de octubre (SinEmbargo).– Entre las sombras de un pasivo laboral de 1.9 billones de pesos, según la comisión de vigilancia del organismo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) efectuó ayer su 104 Asamblea General Ordinaria a la que acudió el Presidente Enrique Peña Nieto.
Al tomar el micrófono, el jefe del Ejecutivo anunció para 2014, un aumento de 13% en el presupuesto destinado al instituto de seguridad social que además del ISSSTE enfrenta una señalada crisis financiera; también informó que cuatro mil 800 millones de pesos serán destinados a la mejora de la infraestructura hospitalaria en ese año.
Peña Nieto reconoció a la Cámara de Diputados por aprobar las reformas constitucionales que dan cabida al Seguro del desempleo y al Sistema Social Universal para adultos mayores. Cuando, en campaña, propuso ese formato de pensión universal, una de las preguntas más recurrentes en su página cibernética fue si el IMSS desaparecería. Como Presidente electo respondió por escrito que por el contrario, la dependencia formaría parte de las instituciones del nuevo sistema de seguridad social y salud pública.
Ayer los visos de la desaparición se diluyeron. Ocurrió lo contrario, pese a las exposiciones de los asistentes de una seria crisis de dinero. El Presidente celebró la aprobación de los diputados de esas dos medidas que se añaden como competencias del IMSS. Luego dijo que era “un primer avance” y sostuvo que ahora corresponderá al Senado de la República y a las legislaturas locales, como poder constituyente, establecer estos derechos consagrados en la Carta Magna.
GONZÁLEZ ANAYA
El jefe del Ejecutivo ordenó al director del instituto, José Antonio González Anaya, tomar desde ahora las previsiones necesarias para que el instituto pueda recibir a los trabajadores que opten por dejar la informalidad, como indica la reforma en las leyes concernientes al ámbito de la Salud.
Antes que el Presidente, González Anaya había dicho que el instituto está listo para asumir la administración de la pensión universal y el seguro del desempleo.
En cuanto a la crisis del instituto que dirige, dijo que los retos financieros son “formidables” y pese a ello, se han logrado ahorros. Puso como ejemplo que desde junio y por primera vez en la historia, opera un sistema “rápido y sencillo” para el pago de cuotas por Internet. Hasta ahora, 300 mil empresas han utilizado esta vía por un monto cercano a los 13 mil millones de pesos, equivalentes al 80 por ciento de la recaudación. Esa medida ha significado un ahorro de 100 millones de pesos al año en comisiones bancarias.
LA MUERTE DE JOSÉ
Un caso logró poner en crisis ayer a la Salud Pública de México. Al tiempo de la asamblea del IMSS –uno de los institutos emblemáticos de la atención médica nacional-, en las redes sociales daba vuelta la imagen videograbada de José Sánchez Carrasco, el trabajador que falleció tirado en el patio del Hospital General de Guaymas, Sonora, sin recibir asistencia médica.
El Presidente Peña Nieto leía un discurso en el que resaltaba –como tantas otras veces- que su gobierno está interesado por el bienestar de las familias de México y en ello ha basado la hechura de las reformas estructurales.
Reunidos ayer, en el Centro Médico Siglo XXI, legisladores y líderes sindicales escucharon del Primer Mandatario que a sus 70 años de creación, el Seguro Social es responsable de la salud y seguridad social de 58 millones de derechohabientes y 12 millones de beneficiarios del programa IMSS Oportunidades. Peña Nieto habló de quienes son atendidos: 500 mil en un día típico.
Y el video se transmitía una y otra vez. Ahí estaba José, sin más protección que una cobija, en los huesos, contando su historia ante un reportero, agonizando en los últimos minutos vida, en el patio de un hospital público.
Pasadas dos horas del acto público del IMSS, la secretaria de Salud, Mercedes Juan, salió a conferencia de prensa. Condenó la muerte de José y anunció que solicitó al personal de la dependencia en esa entidad una investigación acuciosa de cómo sucedió este deceso.
La responsabilidad del Hospital General de Guaymas es del Gobierno del Estado. Mercedes Juan aseguró ayer que las acciones del gobierno federal en el caso no afectarían la soberanía del estado, ni el trabajo de las autoridades locales.
Como autoridad rectora en la materia, convocará en breve a una reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Salud. Ahí, ante los titulares de los servicios estatales, marcará directrices para evitar en el futuro, otra historia como la de José.