Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).– El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó con su homólogo de Irlanda del Sur, Michael D. Higgins, ocho acuerdos en materia educativa y empresarial tras una reunión en privado de poco más de una hora en la que –según el mandatario mexicano- los derechos humanos, el combate al cambio climático y al hambre fueron los tópicos.
Un brindis y una comida en el Patio Central del Palacio Nacional fueron el epílogo del encuentro de los dos Presidentes cuyos países mantuvieron una relación bilateral que despuntó en lo comercial a partir de 2000.
Antes de la crisis financiera de 2008, Irlanda del Sur se distinguió por un acelerado crecimiento económico que logró debido a un modelo educativo que puso énfasis en el ámbito de la Tecnología. Hoy ha logrado superar el déficit que le heredó la debacle a través de un dramático recorte del gabinete de ministros, así como del gasto corriente, medidas que los observadores internacionales han halagado.
Ayer, como lo ha hecho cuando ha recibido a mandatarios de otras naciones, Peña Nieto resaltó ante Higgins el impulso de su gobierno para lograr enmiendas constitucionales. Sobre todo, destacó la cobertura universal de seguridad social contenida en la Reforma Hacendaria: “Además de ser, la nuestra, una economía abierta, promotora del libre comercio y garante de las inversiones, estamos impulsando reformas para ampliar la seguridad social universal para todos los mexicanos así como para asegurarles una educación de mayor calidad”.
ECONOMÍA ÉTICA, LA CLAVE
A su homólogo irlandés, el Presidente mexicano le dijo: “Usted promueve una economía ética basada en la solidaridad y la justicia, y ese también es nuestro objetivo y nuestro ideal”. Luego, Peña Nieto destacó que ello le ha permitido a Irlanda del Sur superar la crisis financiera de 2008, proceso que empieza a notarse con tasas de crecimiento modestas, pero positivas en el contexto de los resultados negativos de la mayoría de las economías europeas.
Peña Nieto hizo hincapié en que México es el principal inversionista y socio comercial en América Latina del Tigre Celta. Ambos mandatarios recordaron a los héroes de San Patricio, los irlandeses que en 1847 desertaron del batallón estadunidense para defender a México de la invasión del vecino del norte. De hecho, el presidente irlandés depositó una ofrenda floral el domingo, en San Ángel. Lo hizo también ayer en el Monumento a los Niños Héroes en Chapultepec. Peña Nieto le agradeció ambos gestos.
En irlandés, español e inglés, Michael D. Higgins reconoció como “extraordinario” el pasado mexicano y evocó la época –los 60- cuando vino a cursar estudios doctorales. Luego, dio a conocer que invitó al Presidente Peña Nieto a una visita de Estado para conmemorar 40 años de relaciones bilaterales en 2015.
MÉXICO Y EL TIGRE CELTA
México e Irlanda del Sur establecieron relaciones diplomáticas el 21 de agosto de 1975, hace poco más de 38 años, pero no fue hasta 1999 cuando el país europeo instaló aquí su embajada. México lo había hecho en aquel país en 1991.
En 2013, el mercado mexicano ocupa el casillero 19 entre los países a los que el Tigre Celta le envía sus productos. En los últimos diez años, Irlanda del Sur ha podido colocar en México por lo menos 30 empresas que brindan unos seis mil empleos directos.
Algunas de esos consorcios son Premier Tax Free, dedicada en las operaciones para el reembolso del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los turistas; Cabe Technologies que captura datos para elaborar las facturas de Telcel de Carlos Slim y Kerry Group que aporta la leche para el pan de la tienda de autoservicios Superama de WalMart. En 2006, la inversión irlandesa más destacable aquí fue VivaAerobús, la aerolínea de bajo costo de la familia Ryan.
Irlanda del Sur es un país que en 1988 ocupó una portada del semanario británico The Economist titulada “The poorest of the rich” (Los más pobres entre los ricos). En la imagen aparecía una indigente con un hijo en los brazos y la mano extendida para pedir limosna.
Después de tocar tal fondo, Irlanda emprendió en esfuerzos basados en la Educación y el Empleo, de modo que para la última década del siglo XX, se convirtió en el protagonista de un periodo de crecimiento económico acelerado. Los datos irlandeses empezaron a divulgarse como ingredientes de un milagro. El Fondo Monetario Internacional indicó que de 1990 a 1995, el PIB nacional se incrementó a una tasa promedio de 5.14% y de 1996 a 2000, a 9.66% y The Economist Intelligence Unit hizo hincapié que al concluir el siglo, el PIB per cápita alcanzó 25 mil 500 dólares al año más alto que el del Reino Unido de 22 mil 300.
La apuesta en la Educación en el ámbito de la Tecnología que lo convirtieron en el mayor exportador de software en el mundo; la tasa única del 12.5 % para empresas nacionales como internacionales a cambio de generación de empleo, así como transparencia en el gasto corriente fueron elementos que los especialistas destacaron en esa época.
Pero llegó la crisis financiera de 2008 y ese país, rodeado por el oceáno, Atlántico, vio estallar –como España y Grecia- una burbuja inmobiliaria. Fue el primer país en el que se notaron esfuerzos en los que predominó la austeridad en el gobierno. El congreso ordenó hacer un dramático recorte de la nómina de ministros de Estado y a quienes se quedaron, les redujo el salario. También aumentó los gravámenes especiales sobre el trabajo y los combustibles, y disminuyó las prestaciones sociales como el subsidio al desempleo. Las medidas de austeridad lograron que el déficit fiscal se estabilizara en 2010, esfuerzo que fue reconocido por la prensa internacional y el Fondo Monetario Internacional.