Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).– Hoy se cumplen dos meses desde que los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de distintos estados de la República Mexicana arribaron a la Ciudad de México para mostrar su inconformidad contra la Reforma Educativa presentada por el Presidente Enrique Peña Nieto.
En estos 60 días en el Distrito Federal, los profesores han marchado decenas de veces. Han bloqueado accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), acorralado a legisladores en las sedes de las Cámaras del Congreso, causado daños por millones de pesos a la actividad comercial en la capital del país y adoptado dos sitios históricos como sus hogares: el Zócalo y el Monumento a la Revolución
Los ciudadanos de a pie en la Ciudad de México han mostrado su inconformidad por diversos medios, mientras que las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF han sido cautelosas frente a los daños generados por la presencia de los maestros disidentes en la metrópoli. Esto le ha valido infinidad de críticas por parte de los partidos de oposición al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, a quien se ha señalado de tener mano blanda.
En septiembre pasado, Mancera Espinosa pidió a las autoridades un fondo de capitalidad para el DF, por los daños que le causa ser sede de los poderes del Estado y, por tanto, estar permanentemente expuesta a marchas y mitines en contra de las decisiones del gobierno federal. Estos recursos le fueron concedidos el miércoles pasado, en lo que también se leyó como una concesión del gobierno de Peña Nieto, "un premio" a cambio de que Mancera y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) apoyan su iniciativa de Reforma Hacendaria.
Los maestros, por su parte, lejos de disminuir sus actividades en la capital, a pesar de que a principios de octubre anunciaron que sólo se quedaría en el DF una representación del 20% de los contingentes originales, han reactivado su plan de marchas y bloqueos. Apenas ayer, un grupo de miembros del magisterio fue agredido por comerciantes de Tepito, quienes les lanzaron piedras y botellas, y en el que resultaron heridos tres profesores.
Es la primera vez en estos dos meses que grupos de civiles –aunque los profesores los han calificado ya de "infiltrados"– atacan directamente a los miembros del movimiento magisterial.