Autor: Miguel Hernández
Cuando hablamos de Cine lo primero que se nos viene a la mente son las salas a las que asistimos para ver una película, y al término película lo relacionamos con aquellas fastuosas producciones que requieren de inversiones millonarias para plasmar una historia o una idea y ser exhibida en las pantallas.
En su definición más simple, se le llama cine o cinematografía a la tecnología que reproduce fotogramas de forma rápida y sucesiva, creando la llamada “ilusión de movimiento”, y como definición de película tenemos que es la cinta (normalmente hecha de un material llamado celuloide) que contiene una serie continua de imágenes fotográficas.
Sobre esta base, los hermanos Lumiêre con su cinematógrafo en 1895, trabajando con un Kinetoscopio de 1891 inventado por Thomas Alba Edison, están considerados como los padres de la industria que hoy conocemos, pero existe un nombre más, el de Louis Le Prince, al que se le atribuye la primera filmación de imágenes en movimiento.
El francés empezó a experimentar desde 1881, pero fue – según la información dada por su hijo Adolph – el 14 de octubre de 1888, cuando ese grandioso paso fue dado, al grabar la primera película de la historia, llamada “El jardín de Roundhay” o “La Escena del Jardín de Roundhay” (Roundhay Garden Scene).
Es por esto que es considerada como la película filmada más antigua del mundo, la cual consta de 20 cuadros o fotogramas que en el proyector de Le Prince se exponían en 1.66 segundos y muestra a su hijo (Adolph Le Prince), a una amiga de la familia (Harriet Hartlay) y a sus suegros (Joseph y Sarah Whitley) al fondo de la imagen, en la casa de estos últimos en Leeds, al oeste de Yorkshire, en el Reino Unido.
En la película, Adolph camina por el jardín mientras los demás personajes se mueven y giran, tal vez preguntándose si lo que fuera que estuviera experimentando Le Prince funcionaría, y en efecto, funcionó tan bien que tales imágenes fueron preservadas para la posteridad. Como dato anecdótico Sarah Whitley murió 10 días después de esta filmación.
En 1930 el Museo Nacional de Ciencias de Londres utilizó el invento que combinaba cámara y proyector de un solo lente de Le Prince para sacar una copia de los fotogramas en una película más moderna, las 20 imágenes se convirtieron en 52 tomas que corren a 24.64 cuadros por segundo y tiene una duración de 2.11 segundos.
Le Prince fue reportado como desaparecido y después relacionado con un cadáver que se encontró en un río, por lo que no pudo hacer ninguna demostración pública y, por ende, no estuvo presente en la batalla legal que se presentó por la patente del cinematógrafo, y a pesar de las voces que niegan la antigüedad de la cinta, es una lástima que su nombre no esté relacionado a la industria que hoy día conocemos, pero su jardín sigue vivo, lo cual forma su mejor legado.
Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo