Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– En vísperas del Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que se celebrará este mes, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, considerado líder moral de la fuerza política, dijo que espera que “puedan terminarse lo que ha funcionado a base de cuotas y corrientes” y que los perredistas se fortalezcan en el mapa político del país.
“Que el Congreso fortalezca al propio partido, que promueva la fortaleza de su organización donde ha estado débil. Esto lo vemos en los resultados electorales”, dijo el perredista.
Para el político, el resultado electoral del PRD durante las elecciones del 7 de julio, donde perdió varios municipios importantes como Cancún, Quintana Roo, es un claro síntoma de que partido necesita nuevos bríos. Recomendó a sus dirigentes abrirse a una mayor participación en la toma de decisiones de todos sus miembros.
“Que puedan terminarse todo lo que ha funcionado a base de cuotas, corrientes. Espero que sea un Congreso en función de la realidad del país, de los desastres que han provocado los fenómenos climáticos y también en función de esta campaña por detener la contrarreforma energética”, dijo.
La figura de Cárdenas durante los últimos meses se erigió como una de las voces cantantes dentro del Sol Azteca, gracias a que lidera la propuesta perredista en materia energética y encabeza la lucha en contra de la privatización del sector por parte de la izquierda institucional.
A principios de año, Cárdenas Solórzano permanecía al margen de la vida pública y en contadas ocasiones aparecía ante los medios de comunicación.
El político asumió el cargo de Coordinador de Asuntos Internacionales del Distrito Federal bajo el mando de Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y permaneció ahí, casi en el anonimato, durante todo el primer semestre de 2013.
Pero el nombre de Cárdenas resurgió y se colocó a la cabeza no solo de la propuesta perredista en la materia energética, sino del partido.
Algunos opinan, sin embargo, que el ingeniero Cárdenas no aspira a dirigir el PRD.
Sin embargo, Cárdenas ha trascendido su simple rol dentro de la defensa del petróleo; ahora llama a la conciliación a los miembros del PRD y empieza a sumar aliados en el marco de la Reforma Energética, como lo demostró hace unas semanas cuando firmó un convenio con Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador. Cárdenas lo llamó y Obrador acudió.
Telésforo Nava, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien además participó por varios años en el PRD desde su fundación, dijo que Cuauhtémoc Cárdenas hace política de forma inteligente al sumar fuerzas, con líderes que lo reconocen como un igual.
“Las fuerzas opositoras se tienen que unir. Eso Cárdenas lo entiende muy bien, tanto que hasta aparece con Muñoz Ledo, que se ha ocupado durante los últimos años a atacarlo virulentamente”, indicó.
No sólo Muñoz Ledo, dentro de la cúpula perredista; figuras como René Bejarano y su esposa la Senadora María de los Dolores Padierna, se llaman ahora “cercanos” al político.
Bejarano, líder de una de las corrientes más fuertes dentro del Sol Azteca, Izquierda Democrática Nacional (IDN), simpatiza con la idea de la reelección de Cárdenas en la Presidencia del partido, aunque para ello primero se deben cambiar los estatutos.
Otros perredistas de peso político como el Senador Alejandro Encinas y Miguel Barbosa Huerta, éste último coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, también han mostrado su simpatía con la idea de que Cárdenas Solórzano tome las riendas del partido.
Y aunque oficialmente la dirigencia nacional encabezada por Jesús Zambrano Grijalva no ha dicho abiertamente que durante el Congreso Nacional que se realizará del 17 al 20 de octubre de este mes, podría someterse a votación un cambio de estatutos para permitir la postulación de Cárdenas a la Presidencia del PRD, en febrero en una entrevista con SinEmbargo reconoció que este podría ser uno de los temas a tratar durante el encuentro.
En ese momento el líder perredista reconoció que había algunos nombres que ya se ventilaban como prospectos, entre ellos el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón y Carlos Navarrete, quienes ya se postularon para el cargo.
Zambrano también dijo en esa ocasión que había una tendencia fuerte al interior del partido de quienes querían que regresaran liderazgos como Cárdenas o Pablo Gómez.
El 20 de julio de este año en medio de una fuerte división en torno al Pacto por México, Ebrard Casaubón presentó su plataforma política Foro Progresista con miras a la presidencia del partido.
Ebrard se lanzó como prospecto luego de mantenerse activo en torno a la polémica del Pacto por México tras permanecer ausente durante el primer trimestre del año.
El político resurgió cuando la discusión sobre la Reforma Energética subió de tono. Ebrard regresó sorpresivamente, invitando a Peña Nieto a debatir sobre su proyecto energético y emplazándolo a poner sobre la mesa sus verdaderas intenciones, luego de que éste declarara al diario inglés Financial Times que su Gobierno buscaría “los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados”.
Al mismo tiempo, su llegada se dio en medio de un fuerte encontronazo con Jesús Zambrano Grijalva, quien lo llamó “borracho de cantina” al compararlo con un tipo que anda buscándole pleito a alguien que ni siquiera pretende que lo haya.
Pero al margen del calificativo que le impuso el dirigente de su partido, Ebrard buscó volver a los reflectores.
En febrero de este año, Marcelo Ebrard lo dijo muy claro en una entrevista a SinEmbargo: entre sus planes futuros está, primero, evitar el colapso de la izquierda, después, buscar la presidencia del PRD y, finalmente, ser candidato a la Presidencia de la República.
El 3 de agosto el perredista Carlos Sotelo García se destapó para la contienda por la Presidencia del PRD y culpó a Marcelo Ebrard de ser corresponsable de la crisis interna del partido y de pretender la dirigencia de la fuerza política sólo como un trampolín para ser el candidato a la Presidencia de la República en 2018.
“Marcelo fue un buen Jefe de Gobierno, pero no en el tema de la conducción del PRD. Cuando él estaba al frente del DF, apoyó, avaló la línea electoral de alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y Calderón y por lo tanto es corresponsable de esta acción que nosotros siempre cuestionamos y combatimos”, dijo.
El 9 de agosto, Carlos Navarrete Ruiz anunció su candidatura a la contienda por la dirigencia nacional del PRD, con el apoyo de la corriente Nueva Izquierda que encabeza Jesús Ortega y Jesús Zambrano.
Navarrete Ruiz se dijo optimista de que la contienda interna perredista sea “fraternal”, pues en anteriores ocasiones se ha caracterizado por las pugnas entre las llamadas “tribus”.
La semana pasada Jesús Zambrano indicó que uno de los temas importantes que se revisarán en el Congreso, es sumar fuerzas dentro de la izquierda.
“Establecer también una política unitaria con las organizaciones de izquierda y las fuerzas democráticas y progresistas con miras a las elecciones próximas, debe precisarse lo que tiene que ver con las alianzas electorales, si vamos a mantener la posibilidad de confluencias con el PAN [Partido Acción Nacional] o no, allí tenemos, hay un punto de vista distinto”, dijo.
Zambrano dijo que se revisará el tema de la permanencia dentro del Pacto por México y “un partido más institucionalizado que acate claramente las decisiones que se tomen y que lo hagamos en un ambiente de concordia y de civilidad”.