Ciudad de México, 5 de octubre (SinEmbargo).– La alternancia es una realidad de la democracia, pero a Lorena Clouthier Carrillo no le gusta nada el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno federal en México.
La hija de Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, "Maquío", ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) en 1988, quien falleció hace 24 años, explica que la democracia obliga a aceptar el retorno del priismo, del que su padre fue férreo crítico, pero también a que el PAN sea una oposición responsable.
“Que diga, exprese y señale cuando no se están haciendo bien las cosas”, pide Clouthier Carrillo. Y, además, hacer lo mismo en los estados, donde hay gobiernos de los tres principales partidos.
Recuerda que su padre creía en la búsqueda del bien común y que hubiera oportunidades para todos, el respeto a los derechos humanos, la libertad de participación y la de expresión.
“Aun cuando se utilizaran contra él, como para criticarlo, denigrarlo porque los medios así se utilizaban, aunque fuera para eso había que respetar esos derechos”, dice.
EL LIDERAZGO DEL "MAQUÍO"
Manuel J. Clouthier nació en Culiacán, Sinaloa, en 1934. Ingeniero Agrónomo por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, procreó 10 hijos. Fue candidato presidencial que junto con otro aspirante, Cuauhtémoc Cárdenas, hicieron temblar al monolítico sistema priista que dominaba el poder político en 1988 y que ganó de manera cuestionada, bajo la sospecha de fraude, con Carlos Salinas de Gortari.
En diciembre de ese año, el sinaloense se puso en huelga de hambre en el Ángel de Independencia para presionar por una reformar del sistema electoral, luego de las inequitativas elecciones, en las que el gobierno controlaba al órgano encargado de organizar los comicios.
Ex líder empresarial y de agricultores, fue simpatizante de la resistencia pacífica, en 1989 organizó un gabinete alterno, para vigilar al gobierno federal de Salinas de Gortari. Murió el 1 de octubre de 1989 en un accidente automovilístico no del todo esclarecido, ocurrido en la carretera México-Nogales y que generó sospechas.
Representó un antes y un después en Acción Nacional, según dijo en su homenaje su ex coordinador de campaña, Luis Felipe Bravo Mena.
Ese era Manuel J. Clouthier, mejor conocido como “Maquío”. Un personaje que a 24 años de su fallecimiento, la gente aún extraña.
“’¡Cómo haces falta…!’ Seguido escucho al recorrer el país y encontrarme con gente que te conoció y en la que sembraste la semilla del servicio por México, el amor a la patria, la acción y la participación en la trinchera que sea, luchando con convicción por lo que sea. Esas fueron algunas de sus enseñanzas”, expresó, emocionada y con la voz quebrada su hija Lorena Clouthier, en el monumento dedicado a su padre en la avenida Insurgentes Sur y Vito Alessio Robles de la Ciudad de México, el pasado 1 de octubre.
En la ceremonia que conmemoró el aniversario de la muerte del ex candidato presidencial, acudieron panistas de distintas generaciones: el histórico y ex dirigente panista Luis H. Álvarez; el ex coordinador de campaña de “Maquío”, Luis Felipe Bravo Mena y el actual dirigente panista, Gustavo Madero Muñoz.
“’Maquio’ tenía la firme convicción de que nadie va a hacer por nosotros lo que nosotros no estemos dispuestos a hacer”, les recordó su hija.
FALTAN LIDERAZGOS COMO EL SUYO
Antes de ingresar al PAN, Maquío ya había mostrado madera de líder y de político. Fue dirigente estudiantil, de empresarios y de agricultores, comparte la esposa del ex Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra.
“Ya en los últimos cinco o seis años de su vida decidió incursionar en la política partidista porque decía que ya había aprendido mucho llenando su alforja de mucha información, de mucho conocimiento y que tenía que dar todavía más a México y había que hacerlo a través de organizaciones políticas para generar un cambio político. Se inscribió en Acción Nacional porque él decía que era el partido con los principios en los que él creía. Incluso estudió los principios de todos los partidos y con el que se identificó fue con Acción Nacional y empezó a luchar ya en una política partidista. Pero realmente la lucha de ‘Maquío’ no la podemos encasillar nada más en Acción Nacional, pues fue mucho tiempo antes y ya como dentro del partido fue candidato a Gobernador de Sinaloa y a la Presidencia de la República”, dice su hija.
Se convirtió en el candidato presidencial del PAN en 1988, que antes de 2006 había sido la contienda electoral más competida, luego de la ruptura de Cuauhtémoc Cárdenas con el PRI en 1987 y su decisión de convertirse en candidato opositor por el Frente Democrático Nacional. La de “Maquío” fue una candidatura y una oposición en condiciones de adversidad, de ahí su liderazgo.
–¿Esta etapa cómo la recuerda, la de ese año?
–La realidad es que la situación era de represión política, no había libertad de expresión, era de un autoritarismo que nos tocó vivir a todos cuando el PRI gobernaba el poder. Desafortunadamente regresó ahora, pero en aquel entonces las condiciones eran muy desiguales y era la lucha como se podía, con la fuerza del corazón, la gente luchaba por los ideales, por los principios y andábamos con lo que cada quien ponía, hacía y se entregaba. Fue una campaña de la gente, ciudadana participativa, porque realmente la ciudadanía creyó y confío en “Maquío” y su liderazgo y lo siguió. Muy diferente a lo que vemos en las campañas políticas actuales en muchos sentidos. Más que nada lo que creo es que siguen faltando liderazgos en el país, la gente no encuentra modelos a seguir, no encontramos gente comprometida, generosa como dijo Luis Felipe Bravo Mena y que realmente crea en hacer las cosas por el bien común”.
–¿Ahora con el retorno del PRI y luego de que el presidente del PAN ve algunos visos de autoritarismo en distintas entidades, eso le recuerda a aquella época?
–Mire, la alternancia es parte de la democracia y tendremos que aprender a vivir en ella aunque no nos guste y aunque tengamos diferencias. Definitivamente yo no creo en el gobierno del PRI, pero no quiere decir que no voy a respetar la autoridad que corresponde, lo que estén haciendo. Eso no quiere decir que me tenga que callar y aceptar cuando no esté de acuerdo, esta es la diferencia y ahí es donde Acción Nacional como partido tiene que ser una oposición responsable que diga, exprese y señale cuando no se están haciendo bien las cosas. Tanto unos como otros porque aquí estamos hablando de autoridades federales, pero en los estados y en los municipios gobiernan todos, eso debe ser parejo.
Lorena Clouthier considera que aún hay mucho que aprender de la lucha de su padre, de su generosidad, que Luis Felipe Bravo Mena explicó así: “Se entregó totalmente, no volteó la mirada hacia atrás a ver qué arriesgaba”.
La hija de “Maquío” reconoce la alternancia en el gobierno federal, pero no la ve en la mayoría de los estados, y responsabiliza parcialmente de eso a la ciudadanía.
–¿Qué ha faltado?
–Por un lado liderazgo, entrega y compromiso y que la ciudadanía verdaderamente se organice para buscar la alternancia y participar. Es muy común que la política los ciudadanos equivocadamente se la dejamos a los políticos y me pregunto qué es política y ahí es donde estamos equivocados. Si entendemos a la política como buscar el bien común, entonces todos debemos hacerla. Cuando le decimos no, yo me quedó muy a gusto en mi trabajo, en mi casa o viviendo mi vida en mis condiciones sin pensar en los demás, es una condición egoísta que lo que ha llevado es que no haya participación de la sociedad, por consiguiente no logramos cambios sustanciales porque quienes ostentan el poder determinan y dicen cómo se hacen las cosas y no permiten que haya apertura. Lo que tiene que haber y lo que va a detonar un cambio es la participación ciudadana.
–¿Qué recuerda más de su papá?
–Yo realmente lo recuerdo más en mi casa, en mi casa, en las convivencias familiares, en las historias que nos contaba, en los cuentos, para mí es un recuerdo más sentimental por ser mi padre. No digo que no recuerde la otra etapa que además fue un ejemplo y enseñanza que me dejó a mí y a muchos mexicanos, pero si me pregunta a mí como hija, prefiero recordarlo como padre.