Mérida, 19 Sep. (Notimex).- El director del Centro de Integración Juvenil de Mérida, Víctor Roa Muñoz, alertó sobre un creciente número de adolescentes y jóvenes adictos a los juegos de azar, lo que llevó a universidades de Yucatán a solicitar apoyo para sus alumnos.
En la celebración del primer año del Grupo Jugadores Anónimos "Vuelve a Vivir", dijo que en la entidad el perfil de ludópatas o adictas a los juegos de azar cambió de manera acelerada, reduciéndose de 40 años promedio a entre 16 y 17 años.
Se estima que en país hay de dos a tres millones de jugadores compulsivos y la mayoría de ellos en la edad adulta; sin embargo, el perfil de estos está cambiando y son cada vez más jóvenes.
"No contamos con estadísticas precisas, muchas de las referencias son de jóvenes que llegan pidiendo ayuda por su adicción al juego, pero lo que es cierto es que en los centros de apuestas ya se puede ver a un mayor número de jóvenes que acuden a ellos", dijo.
En gran parte, continuó, la adicción se origina a partir de la adolescencia, ya que el acceso de los jóvenes a la tecnología les permite jugar en casinos virtuales, incluso con lo que se llama dinero virtual y apenas cumplen la mayoría de edad ingresan a las casas de apuestas.
El problema es que a diferencia de los adultos, los jóvenes no tienen una percepción clara de los peligros que se corren con la afición al juego, además, estos no cuentan con patrimonio y no son solventes, indicó.
"Los jóvenes que salen a divertirse suelen terminar la fiesta en un casino, pues ahí no sólo encuentran bebida y comida, sino la oportunidad de hacerse acreedores a premios con tal de que jueguen", expuso.
Refirió el caso de un muchacho de 16 años que "no puede pisar Mérida porque está amenazado de muerte".
Se trata, añadió, de "un caso extremo de ludopatía, pero es real y estos es para emitir una alerta de un problema que es cada vez más serio".
Roa Muñoz destacó que directivos de dos universidades han solicitado el apoyo para sus alumnos, con cursos de capacitación para hacer conciencia de la problemática, dado que muchas de las fiestas de estos jóvenes concluyen en casas de juego.
Resaltó que "vamos a universidades donde los jóvenes inician competencias para mostrar las tarjetas VIP que les otorgan, con cortesías por ser buenos clientes, incluso muchos reciben premios por entregar a su amigos y conocidos tarjetas de promoción o llevarlos a los casinos".
Pidió unir esfuerzos para evitar que los adolescentes y jóvenes caigan en esa adicción, por ello llamó a los padres de familia a estar alertas.