Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).– Las fuentes de energía no sólo se hallan debajo de la tierra, como el petróleo y el gas. A diferencia de lo planteado en la Reforma Energética del gobierno federal, hay otras opciones, las energías renovables, disponibles en el viento y en los rayos solares.
El uso de energía eólica y solar ya es una realidad en Alemania, y su uso va en aumento y cada vez se genera más energía eléctrica de esta manera en el país europeo. Actualmente alcanza 19.9 % de la energía generada por Alemania, de acuerdo con la coordinadora del Departamento de Política Ambiental y Sustentabilidad de la Fundación Heinrich Böll, en Berlín, Dorothee Landgrebe.
Mientras en México la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aún continúa con sus grandes proyectos de hacer presas para generar energía eléctrica para grandes grupos de consumidores, y deja sin atender a 2.9% de la población porque viven en comunidades de menos de 100 personas, Alemania tiene proyectos pequeños organizados en cooperativas, pero que usan energía renovable y que pueden atender a grupos pequeños, dijo por su parte Alvaro Lentz, presidente de la Asociación Nacional de Energía Solar.
Un dato desalentador de que las energías renovables no están dentro de la agenda de la CFE, es que para el 2026 tiene contemplado que la generación de energía solar alcance el 1%, lamentó.
Pero para que los proyectos de energías renovables sean viables en México, es necesario armonizar las legislaciones energéticas, ambientales y de derechos humanos, y tomar en cuenta a las comunidades para evitar fracasos como ha ocurrido en Oaxaca, donde distintos proyectos han generado inconformidad entre los habitantes y paradójicamente, han registrado daños ambientales, recordó por su parte la abogada y coordinadora del área legal del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Úrsula Garzón.
Los tres participaron en el foro “La transición energética alemana: ¿experiencia replicable?”, organizado por la Fundación Heinrich Böll y celebrado en La Casa Lamm, en la Ciudad de México.
LA SOMBRA DE CHERNÓBIL
El crecimiento del interés y uso de energías renovables en Alemania es producto de la desconfianza y el miedo suscitados luego del accidente nuclear de la planta nuclear de Chernobil, en Ucrania en 1986.
Aquel accidente dejó un saldo de 31 personas muertas y 116 mil evacuadas de la zona del accidente.
La tragedia despertó en Alemania la conciencia de buscar alternativas y dejar de depender de las plantas nucleares alemanas, expuso Landgrebe.
“Funcionó por el apoyo popular y luego de Chernóbil se unieron madres contra la energía nuclear”.
Desde entonces el país europeo ha emprendido un largo camino que incluye subsidios para quienes generen proyectos eólicos y solares, la creación de cooperativas para vender la energía sobrante generada por el sol y el viento, y cuyo objetivo es dejar de depender completamente de la energía nuclear en el año 2222.
Aunque las energías renovables cada vez se generan en mayor porcentaje y su costo va en descenso, aún se emplean las derivadas de fósiles.
Por ello, como en México, también se ha discutido la opción de extraer gas shale, pero la opción es vista con desconfianza, por los altos costos ecológicos. La experta alemana consideró que el boom por este energético será corto y las reservas alcanzarían para 25 años, menos de lo que pensaba habría. Otro factor en contra es que en su extracción se emite gas metano, que es un contaminante.
De acuerdo con la especialista, hay estudios que indican que también contamina el agua potable.
Lentz coincidió con su colega y dijo que hasta material radioactivo puede ser extraído en la búsqueda de gas shale. Alertó que por ejemplo en Francia está prohibida su extracción, lo mismo que en algunos estados de los Estados Unidos.
Defensor del uso de energía solar, explicó por qué es una fuente inagotable: 10 días de sol en la tierra equivalen a todas las reservas de petróleo y carbón, sin embargo, sólo se aprovecha 1 por ciento de lo que podría aprovecharse con la tecnología actual.
Reconoció que aún es costosa la implementación de equipo solar. Un equipo para una casa de cuatro personas cuesta alrededor de 60 mil pesos, que se paga a siete años, pero sirve para tener agua caliente en los siguientes 20 años.
Un problema en México es que los equipos han presentado fallas, y por eso ya se trabaja en una norma obligatoria para que los productos que se importan cumplan con requisitos de calidad, y evitar experiencias como el de algunos desarrollos habitacionales que se les vendía equipo como parte de su hipoteca, pero que tenían mal funcionamiento. Un inconveniente es que la Norma estaría lista para fines de sexenio, previó.
Respecto a la Reforma Energética opinó que está enfocada a generar energía de forma barata pero no limpia, y lo atribuye a que sólo busca ser un proyecto de seis años y no a largo plazo.
También desconfió de que se mencione en el Plan Nacional de Desarrollo que buscarán que no haya emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEA, los que han causado que la capa de ozono se debilite y la tierra se caliente paulatinamente), pero no está claro si eso abrirá la puerta a la energía nuclear, ya que no causa GEAS.
LOS RETOS DE LAS ENERGÍAS LIMPIAS
Uno de los retos en la implementación de energías limpias en México es que no resulten contraproducentes como ocurrió en Oaxaca.
Ahí no se tomaron en cuenta a las comunidades, ni se les explicó los beneficios que podría traer, y paradójicamente, incluso se dañó al medio ambiente con la quema de pastizales y la tala de manglares, dice Garzón.
Incluso se han registrado los impactos ambientales como el de afectar la ruta migratoria de aves que pasaban por ahí antes de la talas.
“Tenemos que mejorar este instrumento de política ambiental. Proyectos contra la población genera agresiones a defensores de derechos humanos”.
Por eso se debe buscar que haya armonización de las leyes energéticas, ambiental y de derechos humanos y se apueste por la energía renovable y los costos y beneficios estén incluidos. Que los aspectos ambientales sean mitigados y si no, que se compense.
Landgrebe señaló que aunque las energías renovables son menos contaminantes, no significa que no tengan ventajas y desventajas. En su país queda claro que los proyectos no se hacen en reservas naturales, y tratan de tomar en cuenta las rutas migratorias de las aves.
Asimismo dice que es importante que las comunidades compartan las ganancias.
“Así toleran más rápido los efectos de una turbina eólica”.
Recomendó que en la discusión de la reforma energética debe dejar de verse al petróleo como una “vaca sagrada”, y previó que los cabilderos del petróleo buscarán aprovechar hasta la última gota para negociar. Recuerda que en Alemania cuando se comenzó a discutir la posibilidad de voltear a otro tipo de energía, quien se opuso fue el lobby de los representantes de las empresas nucleares.
“Pero cuando se agote el petróleo, ¿dónde va a estar México? Ese es el debate político”, destacó.
Por su parte Lentz consideró que en la reforma energética quedó pendiente el tema de los pasivos en las pensiones, un tema que también afectará a las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex).