Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– El ex Embajador de México en El Vaticano, Luis Felipe Bravo Mena, llama a los panistas al perdón. También a superar lesiones, a no hundirse y renacer. A superar el duelo por la derrota del 2012.
También ex presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Bravo Mena dice que las diferencias entre el presidente del PAN de Gustavo Madero y 24 senadores encabezados por el ex coordinador Ernesto Cordero llegaron a tal grado que derivaron en una pérdida del sentido de institucionalidad.
“La remoción de Cordero, mal operada. Aunque nunca había sucedido que un grupo se declarara independiente y autónomo, por más importantes y experimentados que hubieran sido”, dice.
Las elecciones del 7 de julio, donde el PAN refrendó Baja California y obtuvo mayoría en los congresos de Baja California, Puebla y Oaxaca, fueron “un bálsamo” para la situación que atravesaba el partido, señala.
Pero cuando la situación parecía enderezarse, recuerda, se presentó la segunda parte de la Asamblea Nacional Extraordinaria.
Bravo Mena no tiene duda de que la mayoría de los delegados asistentes aprobó el nuevo Estatuto, pero lamenta que la mala conducción de Marko Cortés, que impidió un nuevo conteo, enfureciera a los perdedores, lo que ocasionó un zafarrancho que casi revienta el evento.
Concluida la Asamblea, el siguiente paso es que el Instituto Federal Electoral (IFE) apruebe los nuevos Estatutos (ayer fueron entregados al IFE), y cuando eso ocurra, entonces iniciará el proceso de renovación del Consejo y de la dirigencia nacional.
Para evitar nuevas escaramuzas entre los grupos, el también ex secretario particular de Felipe Calderón a mediados de su sexenio propone que la nueva dirigencia (que sólo estará hasta 2015, ya que de acuerdo con los nuevos Estatutos se debe renovar pasadas las elecciones federales), sea de transición para apaciguar los ánimos.
Para ello es necesaria una condición: que los jugadores no sean juez y parte. Madero tendría que hacer un esfuerzo para dejar de ser parte.
“Sé que es una operación difícil, personal y psicológicamente difícil. Habrá quien diría que hasta imposible. Pero este es el asunto, cómo lo ve, si estoy velando las armas para ahora sí darle y derrotar en definitivo al de enfrente o ‘señores, la institución necesita un momento de reflexión’. Démosle la oportunidad a la institución de una directiva que no sea parte de las luchas que ha habido, que nos reunifique, que nos asigne un lugar justo a cada quien, que nos ponga un trabajo a todos, que nos de nuestro lugar de respeto a todos y vamos adelante”, dice en entrevista para SinEmbargo.
Cuestionado sobre el papel de Felipe Calderón, luego de dejar Los Pinos, explica que por haber sido presidente del partido, por ser consejero nacional, es una voz valiosa que puede opinar cuando quiera. Pero acota: es un voto más.
Lector voraz de libros de historia, comparte que de la Historia Universal admira a quien fuera rey de Macedonia y fundador de Alejandría, Alejandro Magno; al legendario militar romano Julio César y al hombre que guío a la Gran Bretaña al triunfo en la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill.
De la historia de México, admira al héroe independentista José María Morelos, al Benemérito de las Américas Benito Juárez y al fundador del PAN y otras instituciones, como el Banco de México, Manuel Gómez Morín.
TODOS SON CULPABLES
–¿Cómo ve al PAN a un año de la derrota y en sus intentos de reconstruirse?
–Veo al PAN todavía en la búsqueda de una ruta que lo reposicione con fuerza, lo reorganice y lo lance hacia una nueva etapa de renovación institucional y fuerza política. Nuestro proceso de reflexión, como algunos psicólogos le llaman nuestro duelo en 2012 no fue correctamente procesado. Como suele suceder siempre que ocurre una derrota política, en los partidos se instala un deseo de señalar culpables y aquí algunos dijeron que la culpa había sido del dirigente, otros que del gobierno, otros dijeron que de la candidata y de su equipo. La verdad es que me parece injusto que se señale a alguien en particular. Yo creo que la derrota del PAN es producto de muchas cosas; no es el caso hacer un análisis exhaustivo particularmente de lo que hizo el PRI y las formas de compra de voto, que sin duda alguna tiene impacto en el resultado.
Me quiero concentrar en lo nuestro, que lo que muestra es que traíamos ya cierto deterioro en diversas líneas de acción y de vivencia del partido que fueron debilitando nuestra potencia política y electoral para llevarnos finalmente a una derrota. ¿Quién es el culpable? Pues todos. No es correcto, insisto, me parece injusto, hablar de alguien en particular. Pero esto mismo, en la búsqueda de culpables y no de soluciones se lastimaron todavía más las normales diferencias que suele haber en un partido político y al convocarnos por Consejo Nacional a un proceso de mejora y la preparación de un nuevo Estatuto, no tuvimos en esa preparación el mejor clima de convivencia interna para que saliera un proyecto con mayor fuerza. Eso llevo a que nuestra Asamblea de marzo entrara en una fase de suspensión por falta de quórum y esta última parte, cuyo proyecto ya venía mucho mejor preparado, más trabajado, mejor elaborado, por errores de conducción, no por otro tipo de factores, sino por error de conducción de la Asamblea, al no contar con mayor pausa o mayor detenimiento, la votación que era mayoritaria, pero por hacerlo de manera apresurada quedó la duda en algunos, entonces provocó la reacción de las personas que querían que se contara con mayor claridad los votos.
La Asamblea ha producido ya un nuevo Estatuto que significa un cambio profundo en el PAN que va a hacer del partido una organización muy diferente y no en su contenido o principios o valores, en su forma de organizarse y actuar, sin duda alguna esta democratización interna del partido. No quiere decir que antes no éramos democráticos, quiere decir que ahora pasamos de forma de democracia indirecta a formas de democracia directa para la elección de nuestros dirigentes. Eso es un cambio muy importante, una nueva época para el PAN.
Finalmente tenemos ya una definición de la Asamblea, pero está en suspenso que las autoridades competentes aprueben lo que se ha votado, podría presentarse una impugnación que también deberá resolverse. Como sea estamos todavía en una convicción de que el Estatuto votado es el que va a regir para los procesos de renovación de dirigente y de Consejo para las próximas semanas. Estimo que así será y que lo haremos con las nuevas reglas, al pasar a formas de elección directa de dirigente, lo cual genera un reto para demostrar que en una organización democrática con cultura democrática, como es el PAN se puede hacer esta elección sin que se produzcan rupturas, ni fracasos políticos como ha ocurrido con los otros partidos políticos en México que han intentado hacer esto y que les ha salido muy mal. Al PRI y al PRD les ha salido muy mal. El PAN que elige por ejemplo a sus candidatos presidenciales en votación directa lo hace con orden y así será en el caso de nuestra elección de nueva directiva nacional y vamos a demostrar que se puede. Lo cual le dará un nuevo aire, nuevo espíritu y será factor para que la competencia interna nos reencuentre con lo que antiguamente llamábamos en el PAN la “camaradería castrense”, es decir la competencia entre caballeros, en base a debates, no en razón de enemistades personales y que fue lo que hizo del PAN una gran institución.
Nuestras convenciones no sólo eran para elegir candidatos o discutir plataformas, sino grandes eventos educativos, lecciones de democracia y de alta retórica, espero que todo eso nos llevará a un nuevo renacimiento y un nuevo clima del PAN. Eso sí, nos debemos todos disponer parte de nosotros en superar las diferencias, las lastimaduras, los moretones que nos hayamos hecho a lo largo de este proceso complejo que ha vivido el PAN para ir hacia adelante. Hice un escrito por ahí sobre la invitación al perdón, es decir en la vida de las sociedades, de las familias, de las personas. Por la misma complejidad de la vida se producen a veces nudos irresolubles que no tienen más salida más que el perdón, y esto lo saben muy bien por ejemplo las religiones que se meten mucho al interior de las personas, a la psicología de las personas y saben que las personas pueden hundirse en un pozo oscuro de la desesperación y las religiones han encontrado en el perdón que la persona no se hunda y renazca.
En la vida jurídica en el derecho penal existe también esto, el indulto que es un perdón, y en lo político también existe y es la amnistía, cuando a veces un pueblo, una sociedad ha pasado por un momento complejo de luchas, derramamiento de sangre muy difíciles, a veces para generar una nueva posibilidad de seguir adelante se establecen las amnistías. Existe también en política y debemos darnos el perdón político entre compañeros de partido para decirnos ‘muy bien, hemos tenido diferencias, dificultades, probablemente todos tenían razón en señalar errores, pero vamos a caminar juntos, hay mucho por hacer’. El partido tiene mucho que darle a México y le va a dar mucho como los propios ciudadanos nos lo están diciendo ya. Las elecciones del 7 de julio fueron un mensaje de los ciudadanos en donde el PAN actuó bien, puso buenos candidatos, se unió, dejaron de lado sus diferencias en esas localidades y ahí están las victorias. Hay vida después de la muerte y hay vida debajo de las piedras. Por lo tanto con unidad, perdón, con buena voluntad, con hermandad partidaria vamos a una nueva etapa porque el PAN tiene todavía mucho que darle a México.
–Retomando esto, ¿cree que con este luto si había un resentimiento que a lo mejor se centralizó contra los que fueron dirigentes con Felipe Calderón o contra el propio ex Presidente? ¿El partido ya está encontrando la aceptación y luego resignación? Porque parecía que ya habían tocado fondo, pero el tema de la división el Senado y la Asamblea fue muy criticado.
–Yo no quiero ser ingenuo y menos tratándose de dinámicas políticas. Siempre las pasiones y las expectativas suelen ser muy fuertes en las personas. No quiero ser ingenuo, pero sí estamos obligados a hacer un esfuerzo, por lo menos los que no tenemos en particular una razón del por qué alimentar ambientes de confrontación, sí tenemos el deber de hacer un llamado a los demás a que nos podamos dar todos la mano. Pero insisto, no soy ingenuo y esto se mantiene y permanecerá en la medida que no se encuentren cauces de solución. Sin embargo sí creo que las cosas llegaron a un punto que a todo mundo hizo reflexionar. Es decir, esta tensión que hubo entre el presidente del partido y el equipo de compañeros senadores con mucha racionalidad dijeron ‘no podemos llevar las cosas más lejos, encontremos un modus vivendi para trabajar y que las propuestas de trabajo legislativo se hagan bien’. Todos son muy talentosos, tienen mucho que dar y por lo tanto en una división y en un clima así se reduce mucho la capacidad de rendimiento y todo mundo lo vio y generaron un modus vivendi que no ha generado el problema de fondo, pero que lo ha dejado para otro momento resolverlo.
–¿Las elecciones cómo les cayeron?
–Fueron como un bálsamo. El 7 de julio agregaron aire fresco al partido, era como una espinita clavada que con las victorias se salió. Insisto, no es que se haya resuelto del todo, pero sí que cambió un poco el aire. Íbamos muy bien hasta esto que sucedió en la Asamblea, que fueron particularmente errores de conducción, no grilla, que exaltaron los ánimos en una Asamblea que de por sí quería debatir, eso es lo bonito de las Asambleas del PAN, el debate.
–¿No ve que alguien los haya azuzado?
–En el momento que reclamaban que se contaran los votos, sí no faltó quien dijera ‘vamos’, pero no que hubiera un plan de sabotaje, por supuesto que no, había ánimo de debatir, los que no estaban de acuerdo estaban organizados para debatir. Eso no es extraño, es normal, es bueno además, es lo que van a exponer, razones, argumentos, a que los escuchen para que la voluntad soberana de la Asamblea tome la decisión. Había ánimo de debatir, de exponer puntos de vista de vista, lo que hizo que brincara el ánimo de debatir hacia una actitud que rompió los marcos de comportamiento correcto, fue la mala conducción a la hora de la votación que no le dejó claro a quienes estaban siendo derrotados que efectivamente estaban siendo derrotados conforme la norma estatutaria. Perder una votación no es una ofensa siempre y cuando tenga claro que la he perdido en buena lid, y eso es algo que lastimó profundamente a los compañeros que se exaltaron y luego dieron una imagen que nos duele muchísimo, porque vuelve a poner al PAN en condiciones de un escenario que no es el del PAN y nunca ha sido del PAN.
COMO OPOSICIÓN DEBEMOS SER CLAROS
–Hay un elemento que se le achaca al dirigente Gustavo Madero: que no es oposición, que ha sido condescendiente y hay gente que dice que extraña al PAN más crítico, sobre todo con el PRI que es el enemigo de siempre. ¿Piensa que hay condescendencia de Madero del CEN del PAN hacia el Presidente o al gobierno federal y que en un momento dado en una situación de desaceleración económica e inseguridad, se requiere que fije una postura más crítica?
–El PAN siempre ha sido y ha sabido comportarse como una oposición responsable, madura y de categoría y eso mismo lo ha llevado a que sin desdoro de sus posiciones e independencia, como oposición siempre ha estado dispuesta a dialogar y a construir acuerdos con el gobierno el régimen y otros partidos. En esa vía que siempre el PAN ha caminado, no es novedad, lo tenemos muy aprendido, a veces hay momentos para cargar una voz y el tono opositor y a veces hay momentos para de acuerdo al tema ir al consenso. La gran novedad es que estamos frente a un hecho político inusitado en el país, que es un pacto. Hemos tenido acuerdos con el gobierno muchas veces, con Adolfo Christlieb Ibarrola, allá en los setenta, y posteriormente con Luis H. Álvarez. El asunto es que esta vez estamos en un acuerdo formal y esta novedad ha tenido que irse aprendiendo el momento en que tiene que ponerse el tono duro y el momento en que hay que poner la parte de apoyo a un proyecto. Yo he visto a Madero en posiciones muy firmes, cuando se descubrieron los trastupijes de Veracruz y que obligó al gobierno a volver a la mesa para revisar el Pacto y agregarle el adendum y arrancarle al gobierno el compromiso de procesar una reforma electoral, amén de otras reformas estructurales. Eso estuvo muy bien puesto, era parte de la demanda que tenían los compañeros senadores. También ha denunciado con claridad el abuso en el poder de los gobernadores en los procesos electorales, ha dicho con todas sus letras lo que llamaríamos una de las reformas más grandes que se estarían cocinando en el pacto, que es la reforma energética, ha tenido la claridad de decir ‘aquí está la propuesta del PAN y que venga la del Presidente y juzguemos cuál es mejor que el país necesita’. Probablemente sea un acuerdo del propio pacto el que cada quien presentara la suya. Está bien que el PAN haya salido con la suya y muy avanzada y más audaz que la del propio PRI y del Presidente. En donde hay una temática que estuviéramos necesitando un posicionamiento digamos más fuerte del PAN, creo yo en el análisis de cómo se han ido desarrollando las cosas. La economía no va bien y estaría haciendo falta un análisis y pronunciamiento del PAN respecto a que la economía no va bien. El tema de la inseguridad también. El PRI se cebó mucho sobre la estrategia seguida por el gobierno del Presidente Calderón y sin embargo la nueva estrategia ni da los frutos y además incurre en lo que antes criticaba. Como que hace falta poner más claro al ciudadano de parte del PAN señalamientos de este tipo. Digamos como oposición debemos ser más claros en muchas cosas que hay que señalar.
–El manejo de la crisis en el Senado, es una de las atribuciones de Madero, él mismo llegó así, luego de que Germán Martínez como dirigente removiera a Santiago Creel. ¿Piensa que hubo falta de cuidado, de asepsia que generó por tuits insultos, hubo desaires, una crisis que duró un mes y una tregua por las elecciones y luego la reivindicación de Cordero?
–Estuvo mal operado. A Madero le asistía la razón en el esfuerzo que como Presidente legítimo, fue elegido legítimamente como presidente del partido, en intentar restaurar la línea de autoridad y conducción política del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) hacia sus grupos parlamentarios. En el PAN nunca había sucedido que sus grupos parlamentarios se declararan independientes y autónomos, por más importantes y por más experiencia que hayan tenido en el grupo parlamentario, jamás. Le asistía al presidente Madero la razón al intentar restaurar la línea de conducción política que le correspondía al presidente del partido. A mayor abundamiento esto es tan claro, no hay ni que insistirle, que precisamente para garantizar esa conducción política, nuestro Estatuto prevé que es facultad del presidente nombrar al coordinador en una consulta a los legisladores pero no vinculante. Recuerdo que cuando fui presidente del partido hice una consulta a mis grupos parlamentarios y finalmente decidí coordinadores sin que correspondiera exactamente a la mayoría recogida, sino porque al final yo asumía la responsabilidad de que la persona que invitaba a ser el coordinador tenía algunas características que daban la mejor garantía de una coordinación y de articulación con el partido y el presidente del partido. Segunda razón que habla clarísimamente del espíritu de la norma para esta materia es que para ello el CEN se reserva el nombramiento de tres miembros de la bancada en el Senado y la diputación en lugares preferentes, precisamente para que sean personas que reconociendo el CEN una gran capacidad los invita a que vayan al grupo parlamentario, les asegure un lugar en el grupo parlamentario para que sean canales y formas de comunicación con el grupo parlamentario. El primer lugar de la lista siempre lo nombra el CEN, el cuarto lugar pasa por el CEN, el séptimo lugar, o sea les aseguran, les procuramos un lugar precisamente porque el CEN quiere garantizar que en las bancadas va a haber personas que estén en plena concordancia y consonancia con la línea política del Comité Ejecutivo Nacional, finalmente el cuerpo político del partido. O sea a Madero le asistía perfectamente la razón en la situación que se estaba dando, la secesión que se estaba dando. La razón nadie se la discute. La operación fue la que estuvo muy mal. Entonces en lugar de resolver el problema lo profundizó. No por las personas, sino porque era innecesario.
–¿Hubo rudeza innecesaria?
–Hubo rudeza innecesaria, que además derivó ya después de las dime y te dirés, en cuestionamientos de la honorabilidad de las personas, lo cual era absolutamente improcedente. Lo pudimos componer porque en ningún momento hubo duda, bueno, ya metidos en gastos cada quien agarró su camino y empezó a decir de su ronco pecho cualquier cantidad de cosas, eso es justamente la pérdida del sentido de institucionalidad.
UNA PRESIDENCIA TRANSITORIA PARA APACIGUAR
–¿Cómo siente al partido ahorita rumbo a la renovación de la dirigencia? ¿Entrará de nuevo a una etapa de golpeteo, de distanciamiento? Hay muchos interesados, desde Madero, a menos que se quiera retirar como Greta garbo; los ex gobernadores de primera generación; Gaby Ruiz, a quien Manzanera ya candidateó; los senadores José Luis Romero Hicks o Héctor Larios, a lo mejor hasta la ex candidata a la presidencia Josefina Vázquez Mota. La única que se ha bajado es Margarita Zavala. ¿No será una bomba de tiempo la renovación, habrá chance para el perdón?
–Habremos de hacer un esfuerzo, todos estamos convencidos de que el PAN tiene que darle todavía mucho al país y que los ciudadanos están esperando mucho del PAN todavía. Tenemos que hacer un esfuerzo para esto que hemos estado llamando un esfuerzo de perdón, de unidad, de rectificación. Que haya muchos aspirantes no es extraño. En todo caso habla de efervescencia, cierto interés en participar, de búsqueda de opciones. Estamos en etapa muy preliminar de esto y esto habrá de decantarse y configurarse, se reducirán las opciones. E incluso habría quien propusiera, dada la etapa difícil y complicada, que nos diéramos la oportunidad de ir a la elección próxima de dirigente nacional buscando un acuerdo de unidad, sobre todo porque la próxima presidencia es prácticamente transitoria, es decir se va elegir en el momento que se diga que ya hay Estatuto nuevo, que ya está firme. Un cierto escenario nos lleva a pensar que será a principios del año que viene y el mismo Estatuto prevé que el presidente nacional y su CEN se deberán elegir en el segundo semestre del año que haya elecciones federales. Entonces si se elige en 2014, se tendrá que elegir de nuevo en 2015. Será una dirigencia de año y medio, eso sí de entrada es una presidencia transitoria, por qué no le damos un carácter de directiva transitoria con una misión: apaciguar los ánimos, encontrar la unidad, reconstruir la camaradería, reorganizar lo que haya que organizar internamente para ir al siguiente proceso en un nuevo clima, nuevas condiciones. El tiempo todo lo cura, la política no es una fotografía fija, es una película que se mueve, cambian las escenas, ya el 2015 lo encararemos con una nueva condición y nos da la oportunidad de que la elección de ese año nos de buenos dividendos de victoria.
Puede ser una oportunidad, pero la precondición de esto es que haya este ánimo, que nos convenzamos todos que es oportunidad y no una nueva cita para una escaramuza de confrontación. De tener esta concepción del momento como oportunidad. Esto requiere que los participantes no se vean, que no haya jugadores que sean al mismo tiempo parte ni juez. Dirigente ni parte.
–¿Entonces Madero haría bien en volver a presentarse? Hay quienes dicen que le haría un favor no presentarse...
–No soy yo quien deba calificar el asunto, eso justamente habrá de quedarse en manos, si se presenta, de los electores. Él está obligado a una reflexión, si aporta a un proceso, dependiendo de cómo sea el proceso los próximos años del PAN. Si se quiere ver la próxima elección como una batalla para dirimir diferencias o un espacio para reciclarlas.
–Si fuera una oportunidad como dice, ¿Madero tendría que dejar de presentarse?
–Es el tema, tendría que hacer un esfuerzo para desprenderse de ser parte. Colocarse por encima de una conducción de toque.
–¿Se vería con desconfianza?
–No. Sé que es una operación difícil, personal y psicológicamente difícil, habrá quien diría que hasta imposible, pero este es el asunto, cómo lo ve, si estoy velando las armas para ahora sí darle y derrotar en definitivo al de enfrente o ‘señores la institución necesita un momento de reflexión’. Démosle la oportunidad a la institución de una directiva que no sea parte de las luchas que ha habido, que nos reunifique, que nos asigne un lugar justo a cada quien, que nos ponga un trabajo a todos, que nos de nuestro lugar de respeto a todos y vamos adelante.
CALDERÓN SIENTE AL PAN EN EL ALMA
–Eso nos lleva a otra pregunta sobre un personaje que se ha vuelto complicado para el PAN, sobre cómo tratarlo, que es Felipe Calderón, ex Presidente de México, quien al acabar su mandato salieron los resentimientos en contra suya, ¿cree que si está buscando influir en el partido y cree que esto le hace bien al PAN o genera ánimos encendidos?
–Luego a las personas les endilgan cosas muy injustas. Yo no me atrevería a decir que él está con un interés de operar y mover. Que ex colaboradores de él, amigos de él con los que eventualmente se encuentra, charla con su equipo, amigos, entendiblemente amigos y parte de una expresión de una corriente del partido, no quiere decir que él necesariamente esté ahí. Él tiene derecho a participar, el Estatuto lo dice con claridad, primero es ex presidente del partido, y los ex presidentes del partido somos miembros vitalicios del Comité Ejecutivo Nacional, en cualquier momento podría Felipe llegar a una junta del Comité Nacional y opinar. Es miembro del Consejo Nacional, vitalicio. O sea él tiene los espacios que como militante y como presidente nacional el Estatuto nos concede a quienes estamos en esta condición. También tiene sin duda alguna (espacio como ex mandatario), ahora sí que no cualquiera es ex Presidente de la República, tiene una visión, madurez de muchas cosas que es valiosísimo escuchar la opinión de una persona así. Su voz, su opinión merece una consideración especial por lo mismo, entonces yo creo que no debemos llevar el tema a una visión un poco negativa de lo que él opina haga, está en su derecho. Finalmente es normal y si hay razón y un fundamento los demás acompañarán esa opinión y si no también sacaran lo que pasa en el PAN, ganará una mayoría. Lo que pasa es que aquí pesa mucho esa cultura priísta que nosotros no tenemos que aceptar en nuestra vida interna. Los ex presidentes no se tienen que ir al ostracismo, ¿por qué? Hay un momento de prudencia, hago un espacio para que te acomodes, eso es de elemental prudencia, pero es una decisión personal de madurez, no porque se la deba imponer a le gente ni a nadie más, yo no participo de eso, de que haya que mandar al ostracismo ni a los que fueron, a ese derecho corresponde el deber de ser prudente y no intervenir en demasía para no generar un choque de inmediato. Por lo demás en el panismo hay respeto hay reconocimiento al ex Presidente Felipe Calderón pero tampoco se le reconoce que sea una autoridad formal. Es un voto más.
–¿No será que hay miedo con el precedente de Vicente Fox que no se fue al ostracismo, y les volteó bandera?
–Pero son casos diferentes. Incluso porque Vicente nunca fue un elemento de partido que se involucrara demasiado en la vida del partido, ni antes ni después de ser Presidente, ni como candidato a Gobernador. Él sabía que el partido era un movimiento ciudadano, una organización que le daba la plataforma política, pero la vida interna del partido no le era de particular interés para él, por su tesitura. Él venía de otra vertiente. El caso de Calderón es distinto, él tiene el corazón, él siente al partido en el alma, en el corazón, en los huesos, la piel, la sangre, es imposible pedirle otra cosa y además es valioso porque al final es el caso de quien ha subido toda la escala política, necesariamente es valiosa una opinión así, no necesariamente la única, sí valiosa de la que el partido no debería prescindir.
–¿Qué debe aprender el PAN del 2012?
–Que el PAN debe volver a ser organización de ciudadanos. Tiene que librarse de toda esta mentalidad, dinámica de estas adherencias de orden burocratizante en las que el acceso al poder, el crecimiento del partido nos llevó y a veces nos convertimos en una comunidad muy autorreferencial, sólo nos vemos a nosotros, peleamos por los propios intereses entre los grupos y abandonamos las capas ciudadanas. El PAN tiene que volver a ser lo que fue, una organización de ciudadanos, una organización cívica, un civismo en acción política.
A ACATAR EN EL EDOMEX
Luis Felipe Bravo Mena ha sido también dos veces candidato a la gubernatura del estado de México, en la primera en 1993 fue derrotado por Emilio Chuayffet, Enrique Peña Nieto, y en la segunda, en 2011, por el actual Gobernador Eruviel Ávila.
–¿Cómo ve la situación del PAN en el estado de México?
–Es parte de lo mismo, es complejo, el caso del estado de México, pero no es el único, se nota mucho en el estado pues es un reflejo y precedente de lo que vino a deteriorarse en otros ámbitos.
–¿Vio que el Tribunal Electoral de Toluca va a restaurar a Óscar Sánchez como presidente del PAN (el ex Diputado local el año pasado se declaró admirador de Hitler)?
–No he estado muy atento al tema del estado de México, pero tengo entendido que habría un recurso por intentar pero ya no deberían seguir. Aquí habría que buscar ya el que estos litigios pasen a segundo término y ponernos a trabajar. El estado de México es muy grande, tiene muchos problemas, está muy mal gobernado y el PAN debe ser una alternativa que le dé a los ciudadanos una posibilidad de cambiar las cosas.
–¿No le preocupa que Oscar sea conocido como el panista que simpatizaba con Hitler?
–Sí es muy preocupante y precisamente por eso muchos en el estado de México veíamos saludable que no fuese así; refleja algo que no es el PAN, pero si puesto el litigio en manos de la autoridad competente está decidido que así es y nos lo regresa, bueno pues hay que acatar y habrá que hacer un esfuerzo por parte del panismo del estado de México por decir “el verdadero panismo es este”. Sin romper y sin nada.
–¿El PAN no es él?
–Así es, el PAN no es un dirigente, es el conjunto de quienes nos movemos alrededor de una doctrina, unos valores y unos posicionamientos políticos para servir a los ciudadanos y será nuestro deber que esa parte del PAN sea más que este error, que pudo ser un error de expresión incluso, no de convicción ni mucho menos. No sé por qué se hicieron estas cosas pero son muy lamentables.
LECTOR
–¿Qué le gusta leer?
En general casi toda la historia, pero le he dado mucho rato a leer la historia antigua, de griegos, romanos, historia contemporánea.
–¿Algún personaje que le guste salga libro?
–Mis personajes históricos más apasionadamente preferidos a través d las lecturas son Alejandro Magno Julio César. Winston Churchill, Napoleón Bonaparte, el trío que rehízo Europa después de la segunda Guerra Mundial, Konrad Adenauer, en Alemania, Robert Schuman en Francia, Alcide de Gásperi en Italia. Ahora por razón de mí ya no tan recién experiencia como embajador de México en la Santa Sede del Vaticano, me metí mucho a estudiar la historia del Papado, de esta institución en la historia del mundo que lleva 2000 años vigente, de las instituciones más antiguas en la historia de la humanidad, que ha sido un sujeto importante en la historia, me he metido a leer esa historia.
–¿Qué tal esa experiencia de Embajador?
–Ah maravillosa, polifacética, tiene de todo, la parte diplomática, política, la parte cultural, histórica, ahí cada cosa que sucede tiene antecedentes de muchos cosas, las piedras hablan. Caminar por Roma, Italia, es un curso de historia del arte y de historia permanente y si tiene uno gusto por eso es muy enriquecedor. También le he dedicado tiempo a esta parte de la lectura de la historia, y de la historia de México, también.
–¿Hay un personaje que le atraiga más?
–Yo admiro muchísimo de las personas de la historia de México Morelos, me parece que de nuestra etapa de revolución independentista es el más estructurado. Me llama mucho la atención el personaje de Lucas Alamán porque en momentos muy críticos tenía una visión modernizadora del país, de sacarlo de una etapa colonial para pasarlo a una etapa de país moderno con una perspectiva de liberalismo conservador, era un liberal conservador. Y de Benito Juárez me parece que sin duda alguna el dar el paso de la modernización del Estado mexicano, traumático sin duda alguna para muchos, pero hay que reconocerle ese paso que puso al país frente a otros países del mundo muy adelante. Recuerdo que una vez, platicando con un embajador sudamericano, hacía comentarios de los problemas que había entre la relación de la Iglesia con el Estado de su país por temas como el divorcio y los concordatos y le dije ‘mira, nosotros resolvimos eso en el siglo 19’. Entonces descubre uno el valor de las cosas que se hicieron, por supuesto todos nuestros personajes son seres humanos, pero hay que saber reconocer lo positivo que aportó cada uno.
–¿Qué opinó cuando Fox dijo que él había sido mejor Presidente que Juárez?
–Jajajaja. No bueno, son de las cosas que hay que cuidar en la materia. Es cierto cuando Fox habló del tratado McLane Ocampo, pero eso no desdora lo que hizo en otras materias por la modernización. Porfirio Díaz que en muchas décadas fue denostado, en últimas fechas ha sido más objetivamente analizado, en todo el discurso postrevolucionario era el enemigo, la némesis, pero ya pasado el tiempo se le ha reconocido con la nueva historiografía mexicana, Luis González, Enrique Krauze, Daniel Cosío Villegas, toda esta nueva historiografía ha puesto a los personajes más en objetividad y no en batalla ideológica. No en historia oficial o de mural como decían Octavio Paz y Carlos Castillo Peraza. Todos hemos avanzado y nos permite reconocer más y valorarlo bien. Y por supuesto no puedo dejar de decir entre los personajes la figura de Manuel Gómez Morín, un gran constructor de instituciones y ahora sí que si el PAN ha pasado muchas crisis y las ha resistido es porque el alma de sentido de institución que le imprimió Gómez Morín desde el principio con Efraín González Luna le han permitido cruzado este proceloso mar y permanecer. Vamos a cumplir 74 años y es una proeza en la vida de los partidos, sin haber sido partido en gobierno, no siendo partido de Estado aguantan eso y más, y ni siquiera en la URSS, un partido de ciudadanos frente un gobierno agresivo, aguantar 74 años y superar etapas, llegar y ganar y llegar a la cúspide, eso habla de que la semilla era muy buena y la dio este gran hombre. Gran personaje de la política y de la historia de México que se llama Manuel Gómez Morín, creador del Banco de México, generador de la autonomía universitaria, un fuera de serie, creador de la Escuela de Contabilidad y Administración, antes de que hubiera escuelas de este tipo que ahora pululan por todos lados para generar cuadros administrativos, para sostener las nuevas situaciones del desarrollo de México que entonces las requerían mucho. Un gran visionario, un fuera de serie, de los grandes del país. Le tocó estar en la oposición y por eso lo apachurraron mucho tiempo, pero yo creo ya se le ha reconocido su lugar.