Viena, 1 ago (EFE).- El órgano de la ONU encargado de vigilar el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas mostró hoy su "preocupación" por la aprobación en la Cámara de Diputados de Uruguay de una ley que despenaliza la producción y distribución de mariguana.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) dijo en un comunicado que de aprobarse definitivamente dicha ley -aún debe recibir el visto bueno del Senado-, estaría en "completa contravención" con las disposiciones de los tratados internacionales sobre drogas, de los que Uruguay es parte.
La JIFE aseguró que siempre ha tenido como objetivo mantener un diálogo con las autoridades uruguayas sobre esta materia, y lamentó que el Gobierno de Uruguay se negara a recibir a una misión de este organismo antes de presentar el proyecto de ley ante la Cámara para su debate.
La Junta, formada por trece expertos, instó a las autoridades uruguayas a que aseguren que el país sigue cumpliendo de forma completa el derecho internacional, y a limitar el uso de estupefacientes, incluido el cannabis, exclusivamente para fines médicos y científicos.
Según los expertos, de aprobarse esta ley podría tener "graves consecuencias para la salud y el bienestar de la población y para la prevención del uso indebido de cannabis entre los jóvenes", por lo que pidieron a las autoridades que consideren "todas las consecuencias posibles antes de tomar una decisión".
El Gobierno uruguayo aduce que la legalización de la mariguana es una forma más eficiente de lucha contra el narcotráfico que las actuales políticas represivas, ya que ataca a sus fuentes de financiación.
En su último informe anual, publicado en febrero, la JIFE ya indicó que regular el mercado del cannabis, como propone Uruguay, infringiría los tratados internacionales, que sólo prevén el uso del cannabis para fines médicos y científicos.
En ese documento, la JIFE advirtió de que sigue con preocupación "el llamamiento hecho en altas instancias en favor de la legalización de drogas ilícitas, basado en la presunción de que la despenalización del tráfico reduciría la violencia conexa".
MUJICA: NO ES UN “VIVA LA FIESTA”
El Presidente uruguayo, José Mujica, explicó hoy que lo que pretende con la legalización de la compraventa y el cultivo de mariguana es "regular" un mercado que "ya existe" y no para dar pie a un "viva la pepa [fiesta, celebración en desorden]".
“Nadie piense que en la reglamentación esta ley va a ser un 'viva la pepa' (un desorden) y se va a fomentar el consumo. Por el contrario, (...) porque lo que está en juego es el corazón de mucha gente joven que mañana son los que van a conducir el país"
En una alocución radiofónica, y en su habitual tono campechano y filosófico, el mandatario uruguayo, un veterano exguerrillero tupamaro de 78 años, se explayó sobre la controvertida iniciativa impulsada por su Gobierno, que este miércoles recibió el respaldo de los diputados, lo que prácticamente garantiza que se convierta en Ley antes de fin de año tras su paso por el Senado.
Mujica consideró que esta norma, que habilitará la compra libre de la droga en farmacias especialmente autorizadas y permitirá el cultivo doméstico de hasta seis plantas de marihuana, constituye un "experimento de vanguardia mundial" para enfrentar el narcotráfico, "un negocio con tasas de ganancia que pueden corromperlo todo".
Según el Presidente, el narcotráfico "da mucha guita (dinero) para corromper a troche y moche. Tiene la característica que termina arrasando con todo".
"La ley que se intenta es una regulación de algo que ya existe, que funciona delante de nuestras narices, en una esquina, en las puertas de los liceos", afirmó el Presidente, quien insistió en la idea de que el objetivo es "arrebatarle el mercado a la clandestinidad e identificar un mercado a la luz del día".
"Nosotros nos vamos a decir que la maruja (mariguana) es buena. Lo que pasa es que los que consumen no dan bola (no hacen caso) a los consejos y no por ello hay que dejarlos en banda. Y están atrás de la aventura de comprarle al narcotraficante por aquí y por allá porque es clandestino. Y aunque es clandestino, el hedor (de la mariguana) se siente por muchas partes", aseguró.
Mujica también se refirió al rechazo mayoritario de la población uruguaya que las encuestas señalan en este tema, que entendió como "el rechazo de un país de viejos" y sus dificultades para "entender a los jóvenes".
El Presidente se reconoció culpable de haber tenido el "vicio" del tabaco y de tomar "algún trago también", y que esa falta de "inocencia" le obligan a "rejuvenecer las neuronas" y darse cuenta "de cual es la vida de los muchachos".
"Nosotros queríamos que la mayoría de la población entendiera esta batalla porque necesitamos la ayuda de nuestro pueblo. La gravedad del problema es enorme, pero este es un país de mucha gente veterana y sana que tiene miedo ante esta plaga, y es lógico. Piensan que es peligroso. Nos cuesta entender a los jóvenes porque somos un país de viejos. Como no nos gusta el asunto miramos para otro lado", dijo.
Así, Mujica llamó a "no dejar solos a los jóvenes en la clandestinidad" y a no "incentivar el misterio" de la droga con la prohibición, porque los jóvenes se ven "atraídos por lo prohibido".
"La mariguana es una adicción peligrosa y, como cualquier adicción, no es buena. No acepto eso que se dice que es mejor que el tabaco. Hay que construirle barreras culturales y sin misterio", culminó. EFE