Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).- Mientras que el mundo debate sobre las leyes de copyright y el libre acceso a los contenidos que se encuentran en Internet, hay quien se dedica a actuar de manera directa para poder hacer posible un mundo virtual libre. No obstante, estos personajes no son vistos con buenos ojos por todo el mundo.
A mitad de semana, Gottfid Svartholm Warg, uno de los cofundadores del sitio Pirate Bay fue sentenciado a dos años de prisión por "hackear" computadoras de compañías que manejan la información de las autoridades suecas y hacer transacciones monetarias ilegales.
Stavrtholm fue extraditado de Camboya a Suecia para así empezar el año en la cárcel por cargos de piratería en Internet que le habían sido imputados hace cuatro años. No obstante, luego se presentaron acusaciones en su contra por una investigación aparte.
De acuerdo con El tribunal de Nacka, en Estocolmo, "El hackeo ha sido extensivo y técnicamente avanzado. (...) El atacante afectó sistemas muy sensibles."
Stavrtholm, por su parte, negó los cargos.
Los documentos de la persecución dicen que el sueco de 28 años transfirió en linea 24 mil 200 coronas danesas (cuatro mil 300 dólares) de una cuenta bancaria en Dinamarca, además de intentar –en varías transacciones diferentes– traspasar alrededor de 683 mil euros (915 mil dólares).
De igual manera, las autoridades suecas dijeron que el hacker tuvo acceso a información de varias personas con identidades protegidas.
Ya en 2009, la corte de Suecia había sentenciado a prisión a Svartholm y a otros tres integrantes de Pirate Bay a un año de cárcel por violación de derechos de autor en un caso impuesto por Sony, Universal music y EMI.
No obstante, además de la sentencia, también fueron obligados a pagar 46 millones de coronas (6.5 millones de dólares) en daños a los negocios del entretenimiento.
En aquella ocasión Svartholm Warg apeló el fallo, pero luego abandonó el país, convirtiéndose en una especie de forajido.
Fiel al espíritu del hacker, Gottfid cuestiona las leyes de copyright, además de poner en duda la privacidad de las comunicaciones y abrir una disputa sobre el control y la función de policía del Estado respecto a los usuarios de las redes.
Sin embargo, a quienes tienen o buscan el control sobre la red, la irrupción de personajes como este sueco no les hace gracia. No obstante, cada día hay más internautas que se muestran a favor de este tipo de acciones
De acuerdo con Carlos Gradin, compilador del libro Internet, Hackers y Software Libre, "el software, a diferencia de los bienes materiales, no puede ser poseído, pues puede ser disfrutado por un número indeterminado de personas sin que por ello haya que privar a nadie de tenerlo a su vez". De ahí la polémica en torno al software libre.
En el caso de Svartholm y otro tipo de hackers similares, sus acciones lo acercan más a la concepción de un justiciero propio de las historias clásicas de héroes que a la idea negativa que gobiernos y grandes empresas quieren vender.
Los hackers, hoy por hoy, son objeto de discursos y polémica sobre seguridad en las redes. No obstante, a pesar de la espectacularidad con la que a menudo protagonizan las crónicas de los noticieros como personajes de un cierto submundo criminal. Ellos no se ven a sí mismos como delincuentes.
A pesar de todo, Svartholm Warg fue detenido en Camboya en 2012, después de que Suecia emitió una orden internacional de captura.
Ahora Pirate Bay está a cargo de un grupo desconocido y utiliza un dominio registrado en Sint Maarten, un territorio holandés en el Caribe.
Mientras tanto, ya sea héroe o villano, lo cierto es que Stavrtholm fue víctima de los modelos obsoletos de derechos de autor que combate.